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“El escenario es crítico, pero no improvisaremos por falta de dinero”

El ministro de Educación asegura que las universidades federales no sufrirán recortes

Renato Janine Ribeiro, en abril pasado en Brasilia.
Renato Janine Ribeiro, en abril pasado en Brasilia.EVARISTO SA (ap)

Renato Janine Ribeiro sabía el tamaño del reto que tenía delante cuando aceptó el ofrecimiento de Dilma Rousseff de hacerse cargo del ministerio de Educación en tiempos de crisis. La presidenta está determinada —así lo prometió en su campaña electoral— en hacer de Brasil “una patria educadora” y, por lo tanto, de convertir la educación en uno de los pilares de su paso por la presidencia. Aunque el ajuste fiscal y los recortes pueden echarlo todo por los suelos. Ribeiro, profesor de Ética y Filosofía de la Universidad de São Paulo (USP), se ha caracterizado, en los últimos años, por sus artículos políticos y las entrevistas que concedía, donde, muchas veces, criticaba a Rousseff. Ahora se ve obligado a estar “al otro lado de la barrera” y en un escenario adverso: el Ministerio de Educación (MEC) cuenta este año con 9.000 millones menos de presupuesto de reales para invertir. Hay especialistas que temen que, con los ajustes, no se llegue a los objetivos marcados en el Plan Nacional de Educación, proyectado en 2014.

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Ribeiro asegura que las universidades federales no sufrirán recortes, pero sí que habrá cambios (a la baja) en las subvenciones y exenciones para los estudiantes becados.

Pregunta. Usted antes aseguraba en sus escritos que Rousseff paralizaba y ofuscaba a sus ministros. ¿Sigue pensando lo mismo?

Respuesta. Cuando la presidenta vino a recibirme el pasado 27 de marzo llegó y me dijo, muy sonriente: “No necesita explicarse. Lo sabemos todo”. Y yo entendí que quería decir que no necesitaba explicarme o disculparme. Percibí que era una persona dispuesta a aceptar las críticas, lejos de la imagen que se tiene de ella. Yo voto al PT [formación de Dilma Rousseff y del expresidente Lula] hace tiempo, pero nunca me afilié ni al PT ni a ningún partido. Voté al PT porque presentaba a cada elección las mejores propuestas, pero esto no me eximía de poder criticarlo.

P. Usted sabía, al aceptar, que el país atraviesa una crisis fuerte

R. Claro, leo todos los días los periódicos. Pero habría sido deshonesto rechazar el ofrecimiento. El desafío es precisamente ese: asumir el cargo cuando no hay mucho dinero. Porque ahora mi trabajo va a consistir, entre otras cosas, en decir a los demás que las cosas van a tardar más. Ahora bien: el Gobierno va a hacer lo que se comprometió a hacer. No vamos a renegar de los compromisos adquiridos, pero vamos a tener que pedir paciencia.

P. ¿Le ha sorprendido el tamaño de los cortes?

R. Hemos negociado mucho esos cortes. Y fue menor de lo que se preveía inicialmente. Ningún programa se va a anular. Algunos, simplemente, se van a retrasar. Las obras de colegios e institutos que estaban licitadas o iniciadas se van a terminar… Pero hay otras cosas más delicadas: plazas por cubrir, contratación de algunas personas. Estamos negociando para llegar al máximo posible. Hay programas, como el de Ciência sem Fronteras (programa de becas en el exterior) en el que no sabemos si contaremos con dinero para continuarlo el año que viene. Pero le diré una cosa. Ninguno de estos cambios es fruto de la emergencia. El escenario es crítico, pero no se va a improvisar por falta de dinero.

P. Usted asegura que en tiempos de vacas flacas es cuando hay que aprovechar para llevar a cabo mejoras...

R. Y lo sigo pensando. Porque estuvimos recientemente en un foro especial de educación promovido por la UNESCO en Corea y el Banco Mundial nos presentó como modelo de éxito. El responsable del programa PISA, Andreas Schleicher, señaló los avances de Brasil. Cuando se ve desde fuera, Brasil no es lo mismo que cuando se ve desde dentro por personas de mala fe o desinformadas.

P. Y todo eso, no se puede ir al traste por la actual situación económica ¿Podrán cumplir las metas de los planes educativos?

R. Es muy difícil decir eso ahora. El país contó con doce años de éxito en políticas educativas. Pero es verdad que este año está resultando crítico. Ahora, todo indica que vamos a contar con una recuperación económica, a principios del año que viene. ¿Cómo de grande será esa recuperación? Eso aún no se sabe. Así que todo depende de lo que vaya a pasar.

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