“El sector agroalimentario estaba adormilado en México”

Enrique Martínez y Martínez (Saltillo, Coahuila, 1948) ha visitado China en dos ocasiones desde que fue nombrado secretario de Agricultura del Gobierno de Enrique Peña Nieto. Sin embargo, el alto funcionario mexicano no había viajado a Europa hasta ahora, en una gira que le ha llevado a Madrid, donde, acompañado de una delegación de funcionarios, ha tratado de profundizar en la cooperación de ambos países en materia agroalimentaria.

La anécdota de las visitas a China la cuenta el propio Martínez durante un encuentro con este periódico en la Embajada de México y sirve para ilustrar, de alguna forma, el interés que despierta el gigante asiático en el desarrollo de la economía del país. “El puente aéreo entre Guadalajara y Henan ya se ha concretado, salen aviones cargueros hacia China. Vendemos 150 millones de dólares en el sector agroalimentario. Nada, porque hay países más pequeños que México que venden cinco o 10 veces más”, apunta Martínez, para quien el objetivo es triplicar esa cantidad antes del fin de la Administración de Peña Nieto, dentro de tres años, hasta llegar a 500 millones de dólares: “Una tercera parte de lo que exportamos a Japón”, matiza. Para ello, el secretario de Agricultura aboga por seguir en la línea de redireccionar los esfuerzos: “No podemos pensar que México puede ser una potencia de producción de arroz, pero sí de papaya, de mango, de berenjenas”.

Martínez celebra el momento que vive el sector agroalimentario en México desde la llegada de Peña Nieto al poder. “El presidente redefinió el esquema del sector, que tradicionalmente había estado adormilado. El Gobierno federal no le daba la importancia que tiene, que es la del productor de alimentos. No crecía. Ahora somos el sector más dinámico del país, crecimos un 2,8%, más que la industria o el sector terciario, o que el promedio de la economía, que creció un 1,8%. Lo logramos porque cambiamos el concepto asistencial, el subsidio, por el incentivo de la productividad”.

México ocupa el tercer lugar en producción agropecuaria de América Latina y el 12º puesto mundial. En total, en 2013, la oferta exportable sumó 24.329 millones de dólares. Si hay un producto que sobresalga por encima de cualquier otro a la hora de hablar de exportación es el aguacate: 646.000 toneladas, con valor de 1.269 millones. Sin embargo, sobre el aguacate ha sobrevolado la violencia del narcotráfico. Especialmente en la zona de Michoacán, se ha temido que algunos de los carteles de la zona se hubiesen hecho con un negocio más que jugoso. Martínez lo rechaza. “El tema de la seguridad nos preocupa a todos, pero creo que la organización de los aguacateros en México es una estructura a envidiar mundialmente, están muy bien organizados. Es un sector en donde el crimen organizado no ha permeado. La inseguridad nos afecta a todos, pero si no estás organizado, más. Hay ganaderos que dicen que no pueden ir a su rancho, pero no he visto aguacateros que digan que no han podido levantar la cosecha por falta de seguridad. El año pasado incrementamos un 39% las importaciones de aguacate a Estados Unidos. No sería posible si no hubiese condiciones de seguridad”.

Ahora, Martínez se halla inmerso en un proceso al frente de su Secretaría para avanzar y actualizar las necesidades del sector. De España, Martínez asegura estar interesado en conocer, entre otros aspectos, la experiencia con el sistema de trazabilidad ganadera. “Que sepamos toda historia de un paquete de carne que nos encontremos en un supermercado o un restaurante: de qué engorde viene, de qué rancho, dónde nació... todo”.