El periodista Theo Curtis regresa a EE UU tras dos años secuestrado en Siria
"Quiero agradecer especialmente a Qatar por intervenir en mi liberación", afirma el estadounidense
El periodista estadounidense Peter Theo Curtis regresó a su país en la noche del martes tras dos años de secuestro en Siria, a manos de una milicia vinculada a Al Qaeda, y después de que se conociera su liberación el pasado domingo, informó su familia en un comunicado recogido por los medios locales. Curtis, de 45 años, voló de Tel Aviv (Israel) a Newark (Nueva Jersey, EE.UU.) y de ahí se desplazó a Boston, donde se reencontró con su madre, Nancy Curtis, informa el New York Times.
"Estaré eternamente en deuda con los funcionarios estadounidenses que han trabajado en mi caso. Y quiero agradecer especialmente al Gobierno de Qatar por intervenir por mí", afirmó el periodista Curtis según el citado comunicado. La madre del periodista, que explicó el domingo que el Gobierno de Qatar negoció para lograr su liberación por motivos "humanitarios", aseguró que aunque su familia "no ha estado al tanto de los términos exactos negociados los representantes cataríes nos dijeron en repetidas ocasiones que mediaban para la liberación de Theo en base a razones humanitarias sin el pago de dinero", afirma Nancy Curtis en el comunicado.
Curtis fue entregado a fuerzas de paz de la ONU en la localidad de Al Rafid, en la provincia siria de Quneitra, en los Altos del Golán, limítrofes con Israel. El periodista fue raptado en octubre de 2012, cuando planeaba entrar en Siria desde la ciudad turca de Antaquia, en la provincia de Hatay y desde donde muchos reporteros inician su travesía hacia el norte sirio, controlado por fuerzas rebeldes y yihadistas. El New York Times detalla que no hubo noticias de su paradero o condición hasta que otro periodista estadounidense, Matthew Schrier, escapó de su cautiverio en julio de 2013. Schrier, que había compartido con Curtis celda en Alepo, confirmó que seguía vivo y preso de Jabhat al Nusra (Frente de Apoyo, en árabe), milicia vinculada a Al Qaeda.
Tras conocerse la noticia de su liberación el domingo pasado, el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, comentó que el alivio es mayor aún “especialmente tras una semana marcada por una tragedia innombrable”, en referencia al brutal asesinato de otro periodista estadounidense, James Foley, al igual que Curtis secuestrado hace dos años en Siria. Foley sin embargo estaba en manos del grupo extremista Estado Islámico (EI), del que ha abjurado Al Qaeda, a la que sí se sigue vinculando Jabhat al Nusra, la milicia islamista que secuestró a Curtis.
Tras la ejecución de Foley, EE UU reiteró su posición de no hacer "concesiones" a los secuestradores, como pagar un rescate, ya que junto a Reino Unido es uno de los países que se resisten a pagar. Ambos han negociado con grupos extremistas —la última prueba es el intercambio de presos talibanes por el sargento estadounidense Bowe Bergdahl—, pero no cruzan la línea de los rescates. Aunque los gobiernos europeos niegan el pago de rescates, una investigación llevada a cabo por The New York Times ha descubierto que Al Qaeda y sus filiales han obtenido al menos 94 millones de euros a cambio de secuestrados desde 2008 —49 millones solo el año pasado—.
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