Colombia solo definirá límites marinos con Nicaragua con un nuevo tratado
La Corte Constitucional considera que el país no puede delimitar sus fronteras por un fallo de un tribunal internacional como la Corte de La Haya
Un nuevo capítulo se abre en la disputa marítima que tienen Colombia y Nicaragua desde que este último salió favorecido en noviembre de 2012 con un fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, que redefinió los límites marítimos entre los dos países, quitándole al primero cerca de 75.000 kilómetros cuadrados de mar.
En la noche del viernes, la Corte Constitucional de Colombia conceptuó que los fallos de cortes internacionales no pueden ser usados para definir los límites del país, hasta que no se haya celebrado un tratado firmado por el Congreso y ratificado por el presidente, lo que valida la tesis del gobierno que ha dicho reiteradamente que su Constitución le prohíbe aplicar el fallo de la CIJ. Esto quiere decir que no podrá hacerse efectivo sin que exista un tratado, en este caso con Nicaragua.
La decisión de la Corte colombiana es la respuesta a una denuncia interpuesta por el propio presidente Juan Manuel Santos en septiembre de 2013, al llamado Pacto de Bogotá suscrito por Colombia en 1968 y con el que se reconocía a la CIJ facultades para resolver litigios marítimos entre países de la región.
Al conocer el concepto de la Corte Constitucional, Santos realizó una alocución desde la casa presidencial en la que explicó que los límites entre los dos países siguen siendo los mismos que fueron establecidos por el tratado Esguerra-Bárcenas, firmado por Managua y Bogotá en 1928. Se trata, explicó el mandatario, “de los límites anteriores al fallo de la Corte Internacional de Justicia”. Sin embargo, ese tratado lo desconoce el gobierno de Daniel Ortega porque se firmó cuando su país se encontraba bajo el control de Estados Unidos.
En el año y medio que ha seguido a la divulgación del fallo de la Corte Internacional de Justicia , la tensión entre los dos países ha aumentado, en parte por la insistencia del presidente Santos que ha dicho que el fallo de La Haya es inaplicable por los mismo argumentos que hoy acoge la Corte de su país. La posición del gobierno colombiano ha sido que mientras no se celebre el nuevo tratado con Managua, seguirá ejerciendo soberanía sobre los 75 mil kilómetros en disputa.
La Corte Constitucional aclaró en su decisión que el hecho de que el fallo de La Haya no sea aplicable no implica que se desconozca la jurisdicción de este tribunal y lo que buscan es armonizar el derecho internacional con el derecho interno. Nicaragua, por su parte, desde finales de 2013 anunció que incluiría en su constitución, los nuevos límites con Colombia, decretados por la Corte de La Haya.
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