Las tormentas también afectan a la economía estadounidense
Las malas condiciones dañan el consumo y suben los precios de cosas esenciales como el gas natural y la gasolina
Los temporales no solo están teniendo un efecto en la vida cotidiana de los ciudadanos de Estados Unidos, sino también en la economía. Según los expertos, las malas condiciones están frenando el crecimiento económico del país en un momento en el que empezaba a emerger, informa AP.
Según explicó el Gobierno de EE UU el jueves, se espera que el crecimiento económico durante los primeros meses del año esté por debajo del 2%; una cifra más baja que el dato del 3,2% al cierre de 2013. "En enero, el consumo bajó un 0.4%, segunda caída consecutiva. En diciembre, descendió un 0.1%", agregaron las mismas fuentes del Departamento de Comercio. Y según la consultora Applied Predictive, los beneficios de los minoristas han caído un 9,6% desde la llegada del vórtice polar, comparado con el mismo período del año pasado.
Los consumidores gastaron menos en muebles y ropa —incluso, la venta online descendió, según los expertos—, entre otros, durante esta temporada invernal. Las ventas de este sector representan el 70% de toda la actividad económica del país. Y las pérdidas van más allá de la mera suma entre el descenso de las ventas y de los seguros de daños tras las tormentas. Aunque, normalmente, EE UU se prepara para afrontar el frío y sus consecuencias cada invierno, este año los temporales también han azotado regiones que no están acondicionadas para resistirlas.
Según dijo el comité de Seguridad Nacional del Senado el pasado miércoles, "fracasar en prepararse para el tiempo extremo le ha costado 1,15 billones de dólares a EE UU entre 1980 y 2010 y le puede costar un billón más en los próximos años". Tras las tormentas, las primeras estimaciones prevén unas pérdidas económicas de miles de millones de dólares.
Por ejemplo, tras el paso de esta última tormenta desde el sur del país a la costa Este, al menos 21 personas han muerto y cerca de 1,2 millones de hogares y negocios se han quedado a oscuras. Este viernes, todavía son más de 400.000 los que siguen sin luz, sobre todo en los Estados de Georgia y Carolina del Sur. Un informe del Servicio de Investigación del Congreso sobre clima y energía concluyó que los apagones relacionados con las tormentas, les cuestan a EE UU entre 20.000 y 55.000 millones de dólares y "son cada vez más comunes". La razón principal de los apagones es que las instalaciones de luz y agua en muchas de estas regiones no están preparadas para afrontar las duras condiciones.
Durante este invierno, miles de vuelos han sido cancelados durante los temporales, lo que produjo un gasto extra para los aeropuertos y las aerolíneas de 150 millones de dólares y para los pasajeros 2.500 millones de dólares - 2013 fue el año en el que los aeropuertos han cancelado más vuelos-, según The Wall Street Journal.
Además, centenares de negocios no han podido abrir, y muchos empleados, todavía este viernes, siguen sin poder acudir a sus lugares de trabajo y su salario se ve reducido a la par que disminuyen sus horas de labor. Esto puede significar que ciertos sectores -como camareros, conductores o empleados de tiendas- "no vayan a recuperar ese dinero hasta bien entrado el año, cuando la situación climatológica se estabilice", aseguran varios expertos en el USA Today.
Muchos padres también se han visto obligados a quedarse en casa porque el colegio de sus hijos estaba cerrado. Por ejemplo, Atlanta ha clausurado sus escuelas durante tres días seguidos y Filadelfia ya ha cerrado en cinco ocasiones en lo que va de invierno, continúa el mismo diario.
Quedarse en casa y las bajas temperaturas hacen que la factura de la calefacción sea más cara. Debido al crecimiento de la demanda, los precios del gas natural han subido un 8% y los de la gasolina y gasoil para calefacción han aumentado un punto porcentual tras esta última tormenta. Y los datos del Gobierno indican que se solicitaron más créditos, de lo normal, para el suministro de gas natural. Tras el temporal, también ha subido el precio del trigo y del oro.
En enero, las ventas de coches también descendieron un 2,1% y la gente salió menos a comer fuera debido al frío. Los restaurantes y los grandes almacenes de EE UU han acusado directamente al mal tiempo de sus "ventas congeladas".
Por ejemplo, Mc Donald's, compañía de hamburguesas más grande del mundo, ha reconocido que sus ventas en EE UU han disminuido durante este tiempo y el supermercado Wholefoods, especializado en comida orgánica con varias franquicias en el país, ha afirmado que "los temporales han afectado a nuestros beneficios de los primeros meses de 2014", según un comunicado, entre otros.
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