La izquierda exige garantías para un plebiscito sobre la reforma

La izquierda mexicana ha puesto todas sus esperanzas para acabar con la reforma energética en la aprobación de la ley de consulta popular. Este lunes, los senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD, de izquierda) tomaron la tribuna del Senado, donde se discutía el proyecto para modificar la Constitución y abrir el sector energético a la iniciativa privada, para exigir que su propuesta de plebiscito sobre esta ley fuese considerada.

La actividad legislativa se detuvo durante tres horas y no continuó hasta que la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados ordenó la discusión de la Ley de Consulta Popular en el pleno de la Cámara Baja . Esta decisión llevó a los senadores de izquierda a terminar con la toma de la tribuna y permitir que la votación del proyecto de reforma energética se realizara. Los senadores aprobaron en lo general el dictamen que en los próximos días será discutido en el pleno de la Cámara de Senadores y que quita a Petróleos Mexicanos (Pemex) el monopolio de la exploración y de la explotación de los hidrocarburos.

“El acuerdo de hoy es que los diputados se reúnan con los senadores para que la aprobación de la consulta popular pueda llegar sin obstáculos”, ha explicado la senadora del PRD, Dolores Padierna. El senador del PRD, Manuel Camacho Solís, ha comentado que existen intentos por parte de los otros partidos para obstaculizar la reglamentación del artículo 35 de la Constitución que garantiza el plebiscito. Los legisladores de izquierda han anunciado que cuentan con un millón 740.000 firmas para convocar a una consulta popular sobre la reforma energética y que las usarán en cuanto la consulta popular sea un hecho.

Una vez que las reglas para convocar a consultas populares queden aprobadas por los diputados, la izquierda estará en condiciones de pedir el plebiscito para que, en caso de que la reforma energética se apruebe, ésta pueda ser respaldada o anulada popularmente en 2015. La propuesta sobre el referéndum fue planteada por el fundador del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, en agosto después de que se conociera la iniciativa del presidente, Enrique Peña Nieto. Cárdenas reconoció entonces que el Partido Revolucionario Institucional (PRI, en el gobierno) y el Partido Acción Nacional (PAN, de derecha) tienen los votos suficientes en el Congreso para sacar adelante la reforma energética, por lo que la consulta popular sería una importante herramienta para echarla abajo.

Después de que los senadores dieran a conocer el sábado el proyecto para abrir Pemex a la inversión privada, el fundador del PRD expresó que se trataba de “un grave retroceso” político y económico para el país. “Esta reforma abre la posibilidad de que toda la riqueza petrolera del país y las decisiones que tienen que ver con el desarrollo económico y general del país, queden influenciadas por los intereses de las grandes empresas petroleras que ya hemos visto en muchas partes del mundo, y que ya vio México en su larga etapa anterior de 1938”, dijo.