California no planea liberar a presos para desahogar las cárceles
El Tribunal Supremo exige que se resuelva la sobrepoblación carcelaria. El Estado apuesta por financiar a centros privados para que acojan a 9.600 reclusos
El Gobernador de California, Jerry Brown, ha dicho que no ve viable la idea de estudiar la liberación de más de 9.000 prisioneros para combatir la saturación de las cárceles. El Tribunal Supremo ha ordenado que se ponga fin a la sobrepoblación del sistema penitenciario californiano y que se acabe con las malas condiciones que aquejan a los presos.
La propuesta de Brown es destinar parte del presupuesto de los 1.000 millones de dólares del fondo de emergencia del Estado a pagar prisiones privadas y alojamientos alternativos. Estas dependencias acogerían a los 9.600 presos que sobran en las cárceles estatales con el objetivo de despejarlas y reducir su saturación del 150% actual al 137,7%.
Ello costaría a las arcas californianas 315 millones de dólares en el actual año fiscal y 415 millones cada uno de los dos próximos años.
La propuesta no ha gustado a todos en las filas del Partido Demócrata de California. El líder del Senado, Darrell Steinberg, ha manifestado a través de un comunicado que “el plan del Gobernador no encierra ninguna promesa ni ninguna esperanza”, ya que “a medida que la población de prisioneros de California vaya creciendo, los nuevos alojamientos se saturarán también”.
Steinberg es partidario de invertir ese dinero en programas de salud mental y en terapias contra la drogadicción para reducir el numero de prisioneros reincidentes y de encarcelados. California es el Estado con mayor cantidad de presos en la nación, con 120.000 personas recluidas actualmente.
Don Specter, un abogado penitenciario que ha demandado al Estado por las malas condiciones que soportan los prisioneros, opina que “gastar cientos de millones de dólares en habilitar nuevas prisiones no va a reportar beneficio alguno a la seguridad pública”. Su sugerencia es liberar a los prisioneros que han demostrado buen comportamiento y a los que están enfermos o tienen una edad avanzada.
Quienes están satisfechos son los republicanos. “Nuestra primera responsabilidad es la seguridad pública. No podemos permitir que delincuentes peligrosos queden libres en nuestras calles”, ha señalado su líder en el Senado, Bob Huff.
El gobernador Brown está de acuerdo en que en el futuro se van a tener que hacer cambios que aligeren el sistema penitenciario e impidan que tantas personas vayan a prisión, pero de momento cree necesario dedicar parte del presupuesto a alquilar prisiones privadas.
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