El riesgo de una Eurocámara antieuropea

Dice Enrico Letta que, la tarde del próximo día 28 de junio, las familias se sentarán frente al telediario para ver qué medidas prácticas ha decidido el Consejo Europeo para luchar contra el desempleo juvenil, uno de los dos grandes temas que se abordarán –el otro es la unión bancaria— y sin duda el que más preocupa a millones de ciudadanos. “Si el Consejo Europeo de los días 27 y 28”, añade el primer ministro italiano, “se salda con frases de circunstancias y compromisos genéricos, será un autogol que Europa no se puede permitir, sobre todo en estos momentos”. Y lo explica: “Si los ciudadanos perciben que Europa no da respuestas a sus verdaderos problemas, nos arriesgamos a que el próximo parlamento europeo —que se elegirá en junio del año próximo— sea el parlamento europeo más antieuropeo de la historia de Europa”.

El primer ministro Letta eligió un ejemplo muy claro, casi una parábola, para explicar de qué forma el miedo al futuro está contribuyendo a arruinar el presente: “Los padres de mi generación, aquellos que trabajan y tienen disponibilidad económica, están dedicando sus ahorros a proteger el futuro de sus hijos. En lugar de gastar o de invertir, su primera prioridad es garantizarles un colchón económico a sus hijos, unos fondos, una casa… Esta decisión, que desde el punto de vista del buen padre o de la buena madre es comprensible, se convierten en una dramática decisión económica colectiva cuando la toman a la vez millones de ciudadanos. Porque supone la inmovilización de los recursos del país. Y la falta de inversión y de consumo provoca unos efectos desastrosos. Por tanto, afrontar desde ya el problema del empleo juvenil es la mejor manera de decir a las familias: ‘Tu hijo podrá tener, si se compromete, si estudia, un trabajo adecuado a su capacidad y, por tanto, es inútil que inmovilices ahora todos tus recursos”.

Sobre la unión bancaria, Enrico Letta admitió que no se están respetando los tiempos y aseguró que hará todo lo posible para que se ratifique: “Es fundamental para los ahorradores, las empresas y la solidez del sistema bancario europeo”.