Rusia espera mantener los intereses creados en época de Chávez
El presidente ruso, Vladimir Putin, manda a sus hombres de confianza, veteranos del KGB a los funerales
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha calificado a Hugo Chávez como “una persona extraordinaria y fuerte” que “miraba hacia el futuro y siempre se imponía las metas más altas”. En un telegrama de condolencia difundido por la página de web del Kremlin, Putin califica al fallecido presidente de Venezuela de “ gran amigo” de Rusia. Gracias a él, señaló el líder ruso, se pusieron las firmes bases de la colaboración ruso-venezolana, se establecieron activos contactos políticos y se impulsaron amplios proyectos económicos y humanitarios”.
Putin expresó su confianza en que las relaciones continuarán desarrollándose por este camino y decidió enviar a los funerales de Chávez a su hombre de confianza Igor Sechin, quien en la actualidad dirige la petrolera estatal rusa Rosneft. Sechin procede como Putin de los servicios de Seguridad de la Unión Soviética (el KGB), dirigió la comisión mixta bilateral entre Venezuela y Rusia y es el artífice del actual esquema controlado por el Estado de las relaciones económicas entre ambos países. A finales de marzo, Sechin visitó Venezuela en lo que, según fuentes rusas vinculadas con Caracas, era una discreta misión de reconocimiento concertada con Putin con el fin de entender cuál era la situación en el país. Además, en la delegación rusa a los funerales estará Serguéi Chémezóv, otro veterano del KGB que actualmente dirige la corporación estatal Rostechnologia, que se dedica a exportación de armamento ruso. El servicio informativo Gazeta.ru calcula que los intereses rusos en Venezuela, contabilizando el sector energético, armas, industria aeronáutica y minera, superan los 30.000 millones de dólares.
“Se puede estar o no de acuerdo con la política socioeconómica de Chávez, pero hay que admitir que era una persona que servía a su pueblo y que no se metía el dinero en el bolsillo”, afirma Vladímir Semago, exmiembro de la comisión bilateral entre Venezuela y Rusia. Semago valora de forma crítica la política de Moscú respecto a Caracas, ya que, en su opinión, esta se centra en el desarrollo del sector petrolero y armamentístico tras reducir el ámbito de la colaboración a un estrecho segmento dominado por el Estado, lo que ha dejado fuera a numerosos pequeños y medianos empresarios rusos interesados en la colaboración con Venezuela. Sechin es el artífice del Consorcio Nacional del Petróleo, que en 2008 agrupó a varias empresas petroleras rusas (Rosneft, Lukoil, Gazprom Neft, TNK-BP y Surgutneftegaz) para colaborar con la compañía estatal venezolana Petróleos de Venezuela. En 2010 se creó la empresa mixta PetroMiranda, en la cual el consorcio ruso tiene un 40% y Petroleos de Venezuela, un 60%, con el fin de explotar el bloque Junin-6, en el delta del Orinoco. Sin embargo, la colaboración petrolera ruso-venezolana experimenta cierto estancamiento y la compañía Surgutneftegaz ha salido del consorcio, tras vender su participación a Rosneft.
Venezuela tiene las mayores reservas de crudo probadas del mundo, por delante de Arabia Saudí. Entre las petroleras rusas en Venezuela es pionera la empresa privada Lukoil, que mantiene sus proyectos propios al margen del Consorcio. En total se planea que las inversiones ruso-venezolanas en proyectos petroleros lleguen a 46.000 millones de dólares en 2019, y de esa cifra 17.000 millones de dólares serán aportados por las compañías rusas.
En el campo de la industria de armamento, Venezuela es uno de los principales clientes de Rusia, que suministra sistemas de misiles tierra aire S-300, tanques, cazas, helicópteros militares, fusiles y otros equipos. Chávez ha calificado el fusil Kálashnikov como “el símbolo de las Fuerzas Armadas de Venezuela”. El volumen de contratos firmados por Venezuela con la empresa de exportación de armamento Rosoboroneksport sumaba 11.000 millones de dóalres a principios de este año.
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