La Alianza del Pacífico gana su espacio propio en Iberoamérica

Mientras esperaban para hacerse una foto de grupo, el presidente de Chile hizo lo que pudo por mantener la conversación tirando de tópico. “Ustedes dicen ahorita, pero ahorita nunca llega. ¿Cuándo es ahorita?”, le dijo Sebastián Piñera al presidente de México. A Felipe Calderón no pareció que le hiciera especialmente gracia el chiste: “Ahorita es ahora. Ahora mismo”, contestó reforzando la idea con las dos manos apuntando al suelo. Junto a ellos, sonreían el peruano Ollanta Humala y el colombiano Juan Manuel Santos, a los que Piñera trató de interrogar sobre el mismo asunto.

Ahorita, tomando por buena la respuesta de Calderón, es también el momento de los países del Pacífico latinoamericano. Los presidentes de Chile, México, Colombia y Perú tuvieron en la Cumbre Iberoamericana de Cádiz su reunión aparte, su agenda aparte y su foto. Los presidentes de México, Colombia Perú y Ecuador quisieron hacer evidente el sábado en Cádiz que ya se sienten una comunidad económica con intereses específicos dentro de lo que, desde hace un año, se llama oficialmente Alianza del Pacífico.

“A comienzos del año que viene más del 90% de los bienes podrán circular sin aranceles entre los cuatro países”, dijo Piñera en representación del grupo. Ya es una realidad la ausencia de visados para turistas —México los imponía a peruanos y colombianos— en esta comunidad, aseguró. En un comunicado conjunto, los cuatro países se comprometieron reforzar instrumentos comerciales como ventanillas únicas de comercio exterior, cooperación aduanera, o la promoción de rutas aéreas en el pasillo del Pacífico latinoamericano.

La Alianza Pacífico surgió de una propuesta del anterior presidente peruano, Alan García, que recuperó Humala. Fue formalizada en Chile el pasado verano. Aspira a la “integración profunda” de un mercado de 205 millones de personas con las economías más abiertas del continente. Como Estados observadores incluye a Australia, España, Nueva Zelanda, Uruguay, Costa Rica y Panamá. La del sábado fue su quinta reunión en este tiempo, celebrada por la mañana en un hotel de las afueras de Cádiz.

La declaración conjunta de la Alianza del Pacífico sirvió también para ver juntos a los presidentes de Chile y Perú apenas dos semanas antes de que comience en La Haya la fase final de un contencioso que enfrenta a estos países desde hace más de 130 años. Perú y Chile se disputan una amplia zona marítima fronteriza, rica en recursos pesqueros, que se encuentra en uno u otro país según la forma de trazar la línea de la frontera. Chile considera que los límites fronterizos están fijados en un tratado internacional que Perú no reconoce.

El conflicto está en manos del Tribunal Internacional de Justicia de La Haya desde que en 2008 el Gobierno peruano decidió denunciarlo. El proceso oral, en el que se presentarán los alegatos finales, comienza en la ciudad holandesa el próximo 3 de diciembre.

La cercanía del juicio ha marcado la agenda de los dos presidentes. Piñera y Humala se reunieron con sus respectivos equipos de abogados en Londres y París antes de acudir a Cádiz. En la Cumbre estuvieron juntos 24 horas, incluyendo una cena, el desayuno de trabajo de la Alianza de Pacífico, la comparecencia conjunta y el almuerzo con el Rey. Fuentes diplomáticas aseguraron que ambas delegaciones no cruzaron “ni una palabra” sobre el contencioso, un asunto que, a pesar de levantar pasiones nacionalistas en ambos países y ser un importante argumento de política exterior, Chile y Perú han acordado sacar fuera de las relaciones bilaterales.

Recientemente, un grupo de intelectuales liderados por el premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa y el premio Cervantes chileno Jorge Edwards publicaron una carta conjunta llamando a la concordia entre los dos países y pidiendo mirar al futuro sea cual sea el veredicto de La Haya.

Información elaborada por Fernando Gualdoni, Miguel González y Pablo Ximénez de Sandoval.