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Una real pareja y una pareja real

Néstor Kirchner gobernó Argentina dos mandatos de 2000 a 2008; su esposa Cristina Fernández le sucedió en el actual que habría sido el tercero de la pareja y parecía probable que el marido volviera a ser candidato justicialista (peronista oficial) a presidente, pero un infarto que acabó con su vida el 29 de octubre pasado destrozaba no solo una pareja en la vida real sino el componente 'monárquico' -el tanto monta tanto- que les convertía en una real pareja para la gobernación del país. En los cables de la embajada norteamericana en Buenos Aires no en vano se les trataba de "pareja gobernante" y no sin algún sarcasmo de "primera pareja", aunque fuentes próximas pero no afectas de los Kirchner-Fernández aseguran que ella, como presidenta, seguía al pie de la letra las indicaciones de su esposo, pese a que no tenía cargo alguno en el Gobierno.

El 28 de junio de 2099 el peronismo oficial había perdido en las elecciones legislativas la mayoría en las cámaras, aunque con la tendencia natural a la partenogénesis de las fuerzas políticas argentinas, Cristina Fernández podía ir trampeando con los votos de unos u otros o la providencial ausencia de opositores en votos cruciales. Y aunque se verá obligada a gobernar sin presupuesto en 2011 podrá más que salir del paso prorrogando el de este año y sobre todo echando mano de fondos extraordinarios no sujetos al escrutinio del parlamento. Pero la consecuencia más directa de la viudez es la casi seguridad de que será candidata a repetir presidencia, tanto en nombre propio como del difunto.

En diciembre de 2010 Argentina se encuentra ya en virtual campaña para las presidenciales de 2011 y los pre-candidatos ya se van poniendo nombre. Ricardo Alfonsín, hijo del presidente Raúl Alfonsín, recientemente fallecido, anunció a principios de diciembre esa intención por el partido radical, en cuyas primarias podría tener que competir con Julio Cobos, vuelto al redil partidario tras una temporada de apoyo a la pareja en nombre de los llamados 'radical-K (de Kirchner); el peronismo disidente, a su vez dividido en dos o más facciones, lo tiene complicado para hallar un candidato de consenso habida cuenta de que el piloto de Fórmula-1 Carlos Reutemann, respetado por casi todos, no parece inclinado a presentarse, con lo que de momento el ex presidente -Argentina ha tenido siete presidentes en la última década- Juan Carlos Duhalde es el único que está en el ruedo; y aún queda una coalición de geometría variable en la que aparece Elisa Carrió como gancho electoral -normalmente insuficiente- entre otras agrupaciones menores.

Contrariamente a lo que en ocasiones pudiera parecer, Cristina Fernández no puede considerarse componente de la falange radical de Chávez, Morales y Correa, como demostró en la cumbre iberoamericana de Mar del Plata, del 3 al 5 de diciembre, cuando impidió con el concurso del presidente brasileño Lula y del mandatario mexicano Felipe Calderón que el bloque chavista pusiera en la picota a Estados Unidos y el "imperialismo norteamericano" por las filtraciones de Wikileaks.

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