Chávez "pone coto" al capitalismo con cortes de agua y de electricidad
El Gobierno venezolano establece racionamientos en los suministros
"Pongámosle coto al despilfarro, al enajenante consumo capitalista" dice una y otra vez en sus alocuciones el presidente venezolano, Hugo Chávez, y lo ordena a través de sus columnas de opinión desde que su Gobierno anunció que, a partir de noviembre, será oficial el racionamiento de los servicios de agua y electricidad en toda Venezuela, debido a la crisis que atraviesan ambos sectores.
Chávez ilustra el mismo mensaje cada vez con nuevas recomendaciones o amenazas. Llama al ahorro de agua, y aconseja a los venezolanos no excederse más de tres minutos en la ducha: "Tres minutos son suficientes...¡y no quedo hediondo!", ha dicho de sus propios baños. O llama al ahorro de electricidad, y amenaza con expropiar los centros comerciales que no reduzcan su consumo de energía, una energía que pertenece al "pueblo".
El argumento del Gobierno es que el fenómeno climatológico de El Niño tiene en parte la culpa de que estén tan deteriorados los servicios de agua y electricidad, hasta el extremo de que en el último año se han producido tres apagones en toda la nación y de que algunas comunidades pobres de Caracas han dejado de recibir agua potable durante tres meses seguidos.
El fenómeno climatológico, según dicen las autoridades de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), ha mermado las reservas de los embalses del complejo hidroeléctrico más importante del país, que aporta el 70% de la energía que consume Venezuela. Y la sequía también es responsable de que no haya suficiente agua disponible para dejarla correr sin restricción a través de las tuberías.
Chávez, además, culpa al capitalismo, que ha inoculado el germen del derroche en los venezolanos. "¿Con qué llenan las piscinas de las quintas de los ricos? ¿Ellos traen agua de dónde? Del agua que le niegan a los barrios pobres. Llenan piscinas, riegan con agua potable el césped. Lavan sus carros con agua potable. Ese es el capitalismo, es la falta de sentimientos, la falta de humanidad", afirmó el 23 de octubre el presidente sobre el problema del agua.
El mandatario también ha recomendado que no se desplieguen las decoraciones con luces en las calles en esta navidad para no agravar el déficit de electricidad, y anunció el 22 de octubre pasado anunció la creación de un nuevo Ministerio de Energía para hacer frente al problema.
El racionamiento de energía ya comenzó a aplicarse esta semana, con recortes programados del servicio hasta de cinco horas. Este plan también contempla el establecimiento de topes de consumo (de hasta 500 kilovatios/hora al mes) para comercios y residencias que, de ser superados, podrían acarrear penalizaciones económicas por cada kilovatio/hora adicional consumido. El servicio de agua comenzará a ser regulado a partir de este lunes y hasta el próximo febrero, con cortes de hasta 48 horas.
Las medidas del Gobierno han generado protestas en varias ciudades del país. El jueves, centenares de usuarios, que llevaban electrodomésticos averiados en las manos y se identificaron como el Comité de Víctimas de los Apagones, convocaron el jueves una manifestación frente a la sede de la corporación eléctrica, en Caracas. "Se nos culpa de despilfarrar la energía eléctrica, pero la verdad es una sola: el Gobierno no atendió las políticas públicas en materia de servicio eléctrico, no planificó, no invirtió y no hizo el mantenimiento en su momento", se quejó Aixa López, presidenta del comité.
Desde el año pasado, cuando se produjo el primer falló eléctrico que dejó a oscuras a un 70% del país, el presidente de la Corporación Eléctrica Nacional, Hipólito Izquierdo, había reconocido que el sector requería una fuerte inversión y que aspiraba a que en cuatro años volviera a funcionar con normalidad.
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