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El Senado de Brasil da luz verde al ingreso de Venezuela en Mercosur

Paraguay tiene ahora la última palabra en la ampliación del bloque comercial

Tras siete meses de discusiones, aplazamientos y amenazas de la oposición de bloquear la entrada de Venezuela en Mercosur, la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño ha aprobado -por 11 votos a favor y cinco en contra- el ingreso pleno de los venezolanos al bloque comercial formado por Argentina, Paraguay y Uruguay, además de Brasil.

En Caracas, el presidente Lula da Silva respiró aliviado. Hubiese sido un papelón que en plena visita a su homólogo venezolano, Hugo Chávez, el Senado brasileño hubiese dado un portazo a Caracas en su afán por entrar en Mercosur. Ahora sólo resta que la decisión del Comité sea ratificada por el pleno de las dos Cámaras brasileñas, trámite que no presenta problemas porque el Gobierno tiene los votos necesarios para hacerlo.

Los Parlamentos de Uruguay y Argentina ya han dado su visto bueno y sólo queda Paraguay, cuyos legisladores aún no han debatido el tema. Asunción no es un obstáculo menor, puesto que el presidente Fernando Lugo está en minoría en ambas Cámaras. Además, la cuestión de la legitimidad democrática de Chávez, que fue el punto caliente en el debate brasileño, tiene un significado aún mayor para los paraguayos. La claúsula democrática que aparece en los estatutos de Mercosur fue introducida tras el fallido golpe de Estado del general Lino Oviedo contra el ex presidente Juan Carlos Wasmosy en 1996.

Justamente las credenciales democráticas de Chávez es lo que más se cuestionó en el debate de los senadores brasileños. El senador socialdemócrata Tasso Jereissati, que encabezó el grupo opuesto al ingreso de Venezuela en Mercosur arguyó que Chávez comete en su país "una serie de actos que hieren la democracia". No es el único senador que tanto hoy como en los últimos meses ha criticado algunas medidas del presidente venezolano como la no renovación de la licencia del canal de televisión RCTV o la apertura de una investigación a Globovisión, aparte de la injerencia del Gobierno en la economía y en las restricciones a las libertades. Hubo incluso un rifirrafe a raíz de la invitación del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma -opositor a Chávez-, a visitar el país antes de votar. Los senadores afines al Gobierno se apresuraron a decir que su función no era la de "entrometerse" en los asuntos venezolanos.

El senador Antonio Valadares, del Partido Socialista Brasileño (PSB), dijo que la entrada de Venezuela en Mercosur servirá para vigilar más de cerca las políticas de Chávez, ya que las decisiones en el bloque son colegiadas y ningún país, por sí solo, puede imponer su voluntad. Valadares recordó también que será beneficioso para la oposición venezolana, que podrá acudir a los mecanismos del bloque para prefiere que Venezuela esté dentro del bloque, ya que en éste su voz tendrá más fuerza. Lamentablemente, si Mercosur ya falla bastante en su objetivo de garantizar el libre comercio, en el tema de asegurar la democracia aún tiene mucho que probar.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da SilvaEFE
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