Chirac nombra a Villepin como sustituto de Raffarin al frente del Gobierno francés

El presidente francés, Jacques Chirac, ha optado por su carismático ministro del Interior, Dominique de Villepin, para ocupar el cargo de primer ministro pocos minutos después de aceptar la dimisión de Jean Pierre-Raffarin. El rechazo de los franceses a la Constitución europea en el referéndum del pasado domingo ha obligado a Chirac a acometer una profunda remodelación de su Gobierno. En este contexto, ha nombrado ministro de Estado a Nicolas Sarkozy, líder de la Unión por un Movimiento Popular y con casi toda probabilidad el principal rival del presidente en las elecciones del 2007.

En una alocución televisada, Chirac ha dado a conocer esta noche los cambios en su Ejecutivo para retomar, según sus palabras, "una gran ambición" europea, pese al rechazo masivo de sus conciudadanos al modelo europeo que define el tratado constitucional de la UE.

Después de reconocer que la votación del domingo ha abierto "un periodo difícil", el jefe de Estado ha prometido aprovechar "todas las oportunidades posibles" para retomar "una gran ambición europea", junto a los otros 24 países miembros de la Unión Europea. "En el respeto del mensaje de los franceses, Francia debe actuar, ya que Europa multiplica nuestras fuerzas y no podemos pretender conservar nuestro modelo económico y social y defender nuestros valores en el mundo sin mantener todo nuestro lugar en Europa", ha subryado.

Raffarin abandona

Tras tres años en el cargo, Raffarin se ha convertido, como estaba previsto, en el chivo expiatorio del rechazo de los franceses a la Constitución europea, expresado con un rotundo no en las urnas. Raffarin ha llegado al Elíseo, residencia del presidente, a primera hora de la mañana, para presentar su renuncia, que Chirac ha aceptado mediante un comunicado emitido por el Elíseo minutos después de que Raffarin abandonara el Palacio presidencial después de casi una hora de reunión. Ambos se han despedido ante las cámaras con un largo apretón de manos.

Justo después, la presidencia ha anunciado el nombramiento de Dominique Villepin, de 51 años y hasta ahora titular de Interior, como su sustituto. Villepin era uno de los nombres que más sonaban para reemplazar a Raffarin junto a Nicolás Sarkozy, que sí estará en el nuevo Ejecutivo aunque como ministro de Estado y en la práctica número dos de Villepin. También aparecía en las quinielas la titular de Defensa, Michele Alliot-Marie. Con la elección de Villepin, considerado uno de los delfines del presidente, Chirac apuesta por la continuidad y le permite conservar sus prerrogativas en los 22 meses que le quedan en el Elíseo.

En una breve alocución desde el Palacio de Matignon, Raffarin se ha despedido de los franceses y ha asegurado que el proyecto europeo seguirá siendo su primera bandera de lucha. La caída de Raffarin se daba por hecho desde que se conoció el resultado del referéndum, que supone un importante palo en la rueda del proceso de construcción europea. La popularidad del primer ministro estaba ya por los suelos antes de la consulta, y, al margen del resultado de la consulta, su salida del Gobierno era inminente.

Un aristócrata liberal

Cuando EE UU se preparaba para invadir Irak, el aristócrata liberal Dominique de Galouzeau de Villepin se convirtió en uno de los políticos más admirados por la izquierda europea. Entonces era el brillante y apuesto ministro de Exteriores francés, portavoz del rechazo a la guerra en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Hasta hoy Villepin, nacido en Marruecos en 1953, dirigía la cartera de Interior y era una de las últimas cartas que le quedaban a Chirac para tratar de insuflar vida a su alicaído Gobierno e impedir al mismo tiempo el ascenso de Sarkozy. El hombre de confianza de Chirac es un producto de la prestigiosa Escuela Nacional de la Administración y un intelectual que ha publicado un ensayo de 800 páginas sobre poesía.