El FBI informó en 2002 de profanaciones del Corán en Guantánamo
Los guardas de la prisión usaban el libro "como un arma" en palabras de uno de los presos
Los guardas de Guantánamo martirizaron a los prisioneros islámicos de la cárcel de Guantánamo profanando su libro sagrado, el Corán. Así se desprende de un informe del FBI correspondiente a los años 2003 y 2004 y que ha sido hecho público hoy por varios medios de EE UU. Una información similar fue publicada hace unas semanas por la revista Neewsweek pero ante la debilidad de sus fuentes la publicación decidió rectificarla.
El escándalo se ha reavivado con la difusión de este informe, que recoge decenas de resúmenes de entrevistas de agentes de la policía federal con los presos, que tiene tachado los nombres y algunas secciones. Los documentos fueron obtenidos gracias a una orden judicial obtenida por la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU, en inglés) que ha demandado al Gobierno para que divulguen detalles sobre las presuntas torturas.
Los guardias mostraban especial regodeo en estas provocaciones. "Hace unos cinco meses los guardias dieron palizas a los detenidos. Tiraron un Corán por el inodoro. Los guardias bailan cuando los detenidos intentan orar", comentó un preso al FBI en agosto de 2002, según se recoge en uno de los resúmenes. Varios prisioneros denuncia ron que los guardias profanaban el libro sagrado del Islám, tirándolo al suelo, por ejemplo.
Daño a la reputación de EE UU
Otra de las prácticas habituales era usar el Corán "como un arma", en palabras de uno de los presos. Según su testimonio, los prisioneros recibían el libro sagrado como recompensa por su cooperación y se lo retiraban como castigo. "Lo único que resultará de estas acciones será el daño causado a la reputación de Estados Unidos una vez que lo ocurrido se sepa en el mundo", ha señalado uno de los detenidos al FBI.
La policía federal no ha corroborado estas alegaciones, pero los cientos de páginas hechas públicas hoy se añaden a otras denuncias realizadas por detenidos liberados y por abogados de presos. Además, la Cruz Roja comunicó al Gobierno de EE UU "información creíble" sobre presuntas profanaciones del Corán ocurridas en 2002 y principios de 2003.
La noticia de las profanaciones, publicada en la edición de Neewsweek correspondiente al 9 de mayo, provocó violentas manifestaciones en Afganistán, donde murieron 16 personas, y el rechazo de numerosos Gobiernos de países musulmanes. Luego la publicación se retractó, alegando que su fuente, un alto funcionario, afirmaba que no podía estar seguro de haber leído dichas informaciones. En respuesta, el portavoz del Pentágono, Scout McClellan afirmó que el artículo había causado un "daño irreparable a la imagen de EE UU en el mundo".
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