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ARRANCA EL SEGUNDO MANDATO DE BUSH

Bush: "La supervivencia de la libertad en EE UU depende del éxito de la libertad en otros países"

El presidente republicano promete extender "el fuego de la libertad" a cualquier "rincón oscuro del mundo"

Freedom, libertad en inglés, ha sido la palabra más empleada por George W.Bush durante su discurso de investidura en Washington. El presidente republicano ha proclamado que "la superviviencia de la libertad en nuestro país depende del éxito de la libertad en otros países". En este sentido, ha dicho que "apoyará el crecimiento de la democracia en cualquier nación con el objetivo de poner fin a la tiranía", aunque ha matizado que esa tarea "no es sólo de las armas", si bien "nos defenderemos y defenderemos a nuestros amigos cuando sea necesario".

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Con constantes referencias a Dios y a la historia de Estados Unidos, Bush ha querido hacer énfasis en la lucha para extender la democracia a cualquier "rincón oscuro del mundo". Así, Bush ha retrocedido 15 años, a la caída del muro de Berlín, para comenzar su discurso: "Después de la caida del comunismo hubo años de tranquilidad, años sabáticos...y luego llegó el día del fuego", ha dicho Bush con tono apocalíptico en clara referencia a los atentados del 11 de septiembre de 2001. Desde esa fatídica fecha, el objetivo de Estados Unidos es sembrar la libertad y la democracia en el mundo y derrocar a los regímenes tiránicos que fomentan el terrorismo, ha dicho. "Los interes y los ideales de EE UU, "logro de nuestros predecesores", se resumen, según Bush, en una cosa: "cada hombre y mujer de este mundo tiene derechos y dignidad [...] y a nadie se le puede permitir ser dueño y nadie merece ser esclavo". "No hay justicia sin libertad, no hay derechos humanos sin libertad", ha insistido.

"Aquel que viva en la tiranía y en la desesperanza debe saber que Estados Unidos no ignorará vuestra opresión ni excusará a vuestros opresores. Cuando defendáis vuestra libertad, estaremos con vosotros", ha proclamado entre aplausos del auditorio.

Bush también ha querido enviar un mensaje conciliador a sus aliados tras cuatro años en los que la agresiva política exterior estadounidense ha contado con escasos apoyos en Europa. Consciente de ello, el mandatario republicano ha reclamado de esos países "vuestros consejos y vuestra ayuda" para promover juntos "la democracia porque eso lleva a la derrota del enemigo".

Juramento de Cheney

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La solemne ceremonia ha comenzado pasadas las 17.30 en las escaleras del Capitolio, donde se ha instalado un enorme escenario por donde han desfilado los protagonistas de la cita presidencial. Las gradas de invitados han estado repletas de destacadas personalidades de la política y la sociedad estadounidense así como de ex presidentes y sus mujeres. También han acudido algunos personajes extranjeros. Antes que Bush ha jurado su cargo el que ha sido mano derecha del republicano los últimos cuatro años y seguirá siéndolo los cuatro siguientes: el vicepresidente Dick Cheney. Y lo ha hecho cumpliendo la tradición y jurando con su mano sobre la Biblia. Luego ha llego el turno de Bush, quien ha proclamado: "Juro solemenemte que con fidelidad ejecutaré el cargo de presidente de EE UU y mantendré y defenderé la Constitución de los EE UU con la ayuda de Dios".

En busca del consenso

El mejor aliado de Bush en Europa durante los últimos cuatro años, el británico Tony Blair, espera que su colega norteamericano adopte una actitud más "consensual" durante su segundo mandato, según ha dicho en una entrevista concedida al diario The Guardian. En este sentido, Blair reconoce que ha habido una evolución en la política de EE UU, de la que ha sido testigo en las últimas conversaciones que ha mantenido con Bush. "La evolución viene de la experiencia", asegura Blair a The Guardian, y, tras la invasión de Afganistán en octubre de 2001, "la Administración de Bush ha llegado a la conclusión de que la paz llega con la extensión de la democracia en el mundo", opina el primer ministro británico. "Al final, podemos tomar medidas militares y de seguridad contra el terrorismo, pero la mejor perspectiva de una coexistencia pacífica radica en la extensión de la democracia y los derechos humanos", puntualiza el jefe del Gobierno del Reino Unido.

Preguntado sobre si el presidente de EE UU ha adoptado una posición multilateral en política exterior, Blair manifiesta que no puede hablar por él, pero "es significativo, en mi opinión, que venga a Europa en su primera visita al extranjero" tras iniciar su segundo mandato. El líder norteamericano tiene previsto viajar al continente europeo a finales del mes de febrero.

El presidente estadounidense, durante su discurso en el Capitolio.
El presidente estadounidense, durante su discurso en el Capitolio.
George W. Bush y Laura Bush (dcha.), acompañados de sus hijas Barbara (izqda.) y Jenna (centro), acuden a misa en Washington horas antes de la toma de posesión del republicano.
George W. Bush y Laura Bush (dcha.), acompañados de sus hijas Barbara (izqda.) y Jenna (centro), acuden a misa en Washington horas antes de la toma de posesión del republicano.

"Paremos la guerra"

En paralelo a los flases y brillos de la ceremonia presidencial, miles de personas se han dado cita en Washington para protestar contra la guerra en Irak y expresar su rechazo al segundo mandato de Bush. A gritos de "Paremos la guerra" y "Llevémonos la Casa Blanca", los manifestantes se han concentrado en diversos puntos de la ciudad para marchar hacia la ruta del desfile inaugural y han abarrotado algunos de los puntos de registro establecidos por la policía. "Un montón de vidas estadounidenses e iraquíes se han perdido por una mentira", ha denunciado Maureen Whaley, una mujer de 40 años. "Han dicho esas mentiras en nuestro nombre", ha dicho, indignada, Tabitha Dallenbach, una joven de 19 años con los labios pintados de rosa brillante y una estrella pegada en la sien.

Se espera que éste sea el mayor acto de protesta durante la investidura de un presidente de Estados Unidos en las últimas décadas. No obstante, las extraordinarias medidas de seguridad hacen muy dudoso que la situación se escape del control de la policía. Miles de agentes se han desplegado en perímetros concéntricos alrededor del Congreso, la Casa Blanca y la ruta del desfile, que recorre los tres kilómetros que separan ambos edificios.

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