Sharon ordena proseguir la ofensiva en Gaza pese a que el Ejército cree cumplidos sus objetivos
Fuentes militares apuntan que el motivo es la falta de críticas en la comunidad internacional y el deseo de no mostrar signos de debilidad tras los atentados de Egipto
El Ejército israelí considera que la operación militar Días de Penitencia, que en 12 días ha acabado con la vida de al menos 92 palestinos en el norte de Gaza, ya ha cumplido con sus objetivos y debería suspenderse. Pero el primer ministro, Ariel Sharon, cree que hacerlo sería mostrar signos de debilidad tras los atentados en Egipto, y ha dado orden de continuar el despliegue militar. Según fuentes militares citadas por el diario Maariv: "Nuestros líderes se han enamorado de la operación y exigen que mantengamos la presión".
La operación militar israelí es la más sangrienta e implacable del Ejército desde el inicio de la Intifada. Cuando la media de muertos al mes en la franja de Gaza durante los cuatro últimos años era de 45, en apenas 12 días de penitencia han muerto 113 personas —40 de ellas, niños— y han resultado heridas otras 350 —120, menores de edad—, según las cuentas del alcalde de Yabalia, el palestino Jalil Samora.
El Ejército israelí decidió ayer prolongar diez días más la operación, que comenzó en el campo de refugiados de Yabalia como castigo por la muerte de dos menores en la ciudad israelí de Sderot el pasado 28 de septiembre. Los dos niños fallecieron a consecuencia de un ataque con misiles de fabricación casera denominados Kassam.
Sin embargo, los responsables militares están satisfechos porque los ataques con misiles se han reducido significativamente en el sur de Israel, y ahora "es necesario cambiar los modos y reducir la intensidad de la operación", según cita Maariv. Las fuentes militares citadas por el diario israelí deslizan una razón aún más preocupante para mantener el despliegue: la calma relativa con la que la comunidad internacional la ha encajado. Hace unos meses, Israel tuvo que poner fin a la operación Arcoiris en el sur de Gaza debido a la presión internacional.
Así, según fuentes militares citadas por la agencia británica Reuters, Sharon dio orden de continuar con la operación, para "no enviar el mensaje equivocado a los terroristas", y pese a la recomendación del Ejército de retirarse de la zona y las crecientes críticas del estamento militar por este motivo.
33 personas murieron y 124 resultaron heridas en la noche del jueves en los tres atentados casi simultáneos en el hotel Hilton de Taba (Egipto) y en la localidad de Ras al Satan, a unos 50 kilómetros de distancia. Además, otras 13 personas siguen desaparecidas tras el ataque, que Israel ha atribuido a la red terrorista Al Qaeda.
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