El Ejército israelí decide prolongar 10 días su ofensiva en Gaza
Un misil mata a un maestro palestino cuando iba a reabrir la escuela
El Ejército israelí ha decidido prolongar 10 días la penitencia impuesta al campo de refugiados de Yabalia, al norte de la franja de Gaza, como castigo por la muerte de dos menores en la ciudad israelí de Sderot el pasado 28 de septiembre. Lejos de finalizar como pronosticaban los vecinos más optimistas, la ofensiva militar, que ya suma 12 jornadas, se recrudeció ayer coincidiendo con el intento de imponer cierta normalidad en la zona.
Las autoridades palestinas han ordenado, entre otras medidas, reabrir las escuelas para impedir que los menores pululen por las calles y se conviertan en blanco de los soldados israelíes.
Maher Mohamed Zakd, de 39 años, maestro en una escuela de Naciones Unidas en el campo de refugiados de Yabalia, encontró ayer por la mañana la muerte cuando se dirigía a su puesto de trabajo, tratando de cumplir las consignas de las autoridades que desean reiniciar las clases cuanto antes, para mantener a los niños controlados y al abrigo de los disparos. La víctima falleció por el disparo de un misil israelí lanzado desde un avión no tripulado espía -zanana- contra un taller en el que se fabrican piezas ornamentales de cemento. Su cuerpo quedo descuartizado por la bomba. Su rostro, desfigurado.
Muy cerca de los restos de este maestro, al pie de un muro en el que se podía leer escrito en árabe "Gloria a los mártires", quedaron malheridos siete niños, que a aquella hora de la mañana se dirigían también a la escuela.
Cuatro de los menores, con edades comprendidas entre los 8 y los 16 años, se encuentran en un estado muy grave. Un número indeterminado de vecinos de esta zona de Yabalia donde se registró el ataque, la plaza de la mezquita de Jolfa, resultaron también malheridos. Al menos cinco casas quedaron destrozadas.
Los restos desperdigados del maestro Zakd fueron enterrados ayer en medio de los gritos y las banderas de Hamás. Paradójicamente, la víctima hacía pocas semanas que había llegado a Yabalia, huyendo de las bombas del campo de refugiados de Jan Yunes, al sur de la franja de Gaza. Había alquilado una casa y esperaba la llegada de su esposa y sus hijos. Los soldados impidieron ayer a sus familiares trasladarse a Yabalia para asistir al funeral.
Como si fuera un incidente casual, pocas horas antes el Ejército israelí había disparado un misil sobre el domicilio del catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad de Al Azar, Riad A. Elaila, de 52 años, padre de cinco hijos. El proyectil, lanzado a la una y media de la madrugada, iba dirigido contra un grupo de jóvenes que permanecían ociosos en una callejuela adyacente a la avenida Aluda, a espaldas de un hospital de Naciones Unidas, en el corazón de Yabalia. El misil impactó en el balcón de la casa, hizo saltar por los aires puertas y ventanas y provocó más angustia en la familia de este catedrático de nacionalidad hispano-palestina.
"La ofensiva se está recrudeciendo. Los tres primeros días de la operación entraron hasta donde querían entrar. Tomaron posiciones. Ahora se dedican a efectuar operaciones selectivas; sin hacer distinciones entre niños, mujeres, ancianos o combatientes", asegura el profesor Elaila, tratando de describir la estrategia de las tropas israelíes. Hoy ha suspendido su clase en la Universidad. Mañana tratará de explicar a sus alumnos los cimientos de la democracia.
Yabalia, dolorida, dudaba ayer al mediodía entre continuar levantando barricadas en las calles con las que detener el próximo ataque del Ejército israelí o ir al mercado para comprar los alimentos necesarios para festejar el inminente mes sagrado del Ramadán. Los titubeos apenas duraron unos instantes. La mayoría de los refugiados están de acuerdo: "Este año por Ramadán ayunaremos, pero no lo celebraremos", dijo uno de ellos.
Atentado en Taba
Por otro lado, los restos de todos los israelíes desaparecidos en el atentado de la noche del jueves en el hotel Hilton de Taba (Egipto) han sido hallados y ascienden a 13, según fuentes de la seguridad israelí. Un total de 33 personas murieron y 124 resultaron heridas en las explosiones casi simultáneas en el Hilton y la localidad de Ras al Satan, situada a unos 50 kilómetros, informa Efe. Según el diario israelí Haaretz, las autoridades egipcias han detenido a unas 150 personas, muchos de ellos beduinos de la península del Sinaí, y 50 de ellos han sido trasladados a El Cairo para ser interrogados.
Más de cien muertos
En los 12 primeros días de ofensiva israelí se han registrado 113 muertos en el norte de la franja de Gaza, según aseguraba ayer el alcalde de Yabalia, Jalil Samora. Según el responsable del Ayuntamiento palestino, 40 de las víctimas son niños. El número de heridos se eleva a 350, de los que al menos 120 son también menores de edad.
La cifra de víctimas recogidas en las oficinas municipales demuestran que la ofensiva Días de Penitencia, que ayer cumplió su duodécima jornada, es la más sangrienta e implacable que el Ejército israelí ha efectuado desde que se desencadenó la Intifada. La cifra de muertos de estos días en Yabalia pulveriza las estadísticas, que daban una media de 45 muertos al mes en la franja de Gaza en los últimos cuatro años.
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