La CIA no comunicó a Bush que Sadam había abandonado su programa de armas prohibidas
Blair admite por primera vez la posibilidad de que "nunca se encuentren" las armas de destrucción masiva
La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) supo antes de la guerra de Irak que el régimen de Sadam Husein había abandonado su programa de desarrollo de armas de destrucción masiva pero no comunicó esta información al presidente, George W. Bush. Ésta es una de las conclusiones que desvelará esta semana el comité de investigación del Senado, según informa hoy en su edición digital el diario The New York Times. En este sentido, el primer ministro británico, Tony Blair, ha admitido hoy por primera vez que es posible que "nunca se encuentren" dichas armas.
En un artículo publicado en primera página, que cita como fuente a funcionarios del Gobierno no identificados, el diario sostiene que algunos familiares de científicos iraquíes habían indicado, antes de la invasión de EE UU, que los programas de armamento nuclear, biológico y químico habían sido cancelados. La CIA, indica el periódico, no sólo no le dio esa información a Bush o a otros miembros del Ejecutivo sino que además "advirtió públicamente sobre la amenaza que representaban las armas de destrucción masiva de Sadam Husein".
Según The New York Times, "la existencia de una operación secreta prebélica de la CIA para obtener información de familiares de científicos iraquíes, y el hecho de que esas declaraciones no se comunicaron al presidente y otros funcionarios, fueron descubiertos por el Comité Selecto de Inteligencia del Senado". Esta semana, el comité divulgará el resultado de la primera fase de su investigación de varios meses acerca de qué sabía realmente el Gobierno de EE UU sobre el armamento de Irak antes de la guerra. "Se espera que el informe contenga una dura crítica a la CIA y a sus jefes porque no reconocieron que las pruebas que habían recogido no justificaban la evaluación que ellos hicieron de que Sadam Husein poseía armamento de destrucción masiva", añade la fuente. El comité no considera, en cambio, que existieran presiones políticas sobre la agencia para que cambiara sus informes.
Información deformada
La principal conclusión de la comisión del Senado es que la CIA y el resto de los servicios de investigación hicieron mal su trabajo al recolectar la información sobre el programa de armas de destrucción masiva iraquí pero lo hicieron aún peor a la hora de analizar los datos recogidos, afirma The New York Times. El informe, siempre según el diario, asegura además que en algunos casos se deformó la información para corroborar la tesis de que Irak tenía programas químicos, biológicos o nucleares. En este sentido la comisión ha descubierto que un tránsfuga iraquí que supuestamente había denunciado la existencia de armas biológicas en realidad ignoraba tal programa.
Según la Comisión, la CIA, más que comportarse como observador objetivo, actuó como abogado de una causa para reforzar la tesis de que Irak tenía o preparaba un arsenal de armas prohibidas. Así, el envío de un cargamento de tubos de aluminio a Irak fue interpretado como la prueba de que Sadam preparaba la fabricación de una bomba atómica. Desde el verano de 2002, cuando el Congreso de Estados Unidos claudicó de su prerrogativa constitucional para declarar la guerra y otorgó al presidente Bush la autoridad para decidir cuándo y cómo se atacaría a Irak, la Casa Blanca sostuvo que el régimen de Irak era peligroso por su armamento nuclear. En los meses que transcurrieron hasta la invasión, Bush y varios funcionarios de su Gobierno dijeron a todo el mundo que Irak poseía ese armamento.
Desde hace más de un año, un equipo de unos 1.700 soldados y expertos estadounidenses ha buscado sin éxito dicho armamento, o los laboratorios y fábricas que supuestamente los produjeron. En este sentido, Blair ha reconocido hoy, en su comparecencia semestral ante la Comisión de Enlace de la Cámara de los Comunes, que "es posible que nunca se encuentren" dichas armas, pero ha insistido en que el ex dictador las poseía, constituía una amenaza y que había violado varias resoluciones de la ONU. "No sabemos qué pasó con ellas, si fueron trasladadas o destruidas, pero no hay duda de que Sadam las tenía", ha añadido Blair.
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