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LA POSGUERRA DE IRAK

El jefe de los inspectores dimite y asegura que no hay armas de destrucción masiva en Irak

La CIA informa en un breve comunicado no de su renuncia sino del nombramiento de su sucesor, Charles Duelfer

La principal justificación de la guerra de Irak, las acusaciones del Gobierno de EE UU sobre la existencia de un arsenal de armas de destrucción masiva, ha sufrido un nuevo golpe con la renuncia de David Kay, el jefe de la misión estadounidense encargada de localizar ese armamento que, al día siguiente de su salida, ha declarado que no cree que Sadam Husein las tuviera. Los rumores sobre su dimisión estaban a la orden del día desde hace tiempo en Washington, donde el descontento de Kay acerca de los objetivos de su misión era un secreto a voces.

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Lo que supone toda una sorpresa ha sido la manera en que se ha producido su saliada: ayer, viernes, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) emitió un breve comunicado en el que se informaba no ya de la renuncia del experto, sino directamente del nombramiento del que será su sucesor, Charles Duelfer. En el comunicado, que se limita a precisar que Kay "renuncia" a su puesto, el director de la CIA, George Tenet, alaba al hasta ahora jefe de la misión de búsqueda de armas, que "prestó con entusiasmo sus conocimientos al Gobierno cuando los necesitaba". Además, le agradece su "extraordinaria labor en circunstancias difíciles y peligrosas".

En sus primeras declaraciones publicadas hoy en la prensa estadounidense tras su dimisión, Kay ha soldado otras bombas: no sólo no cree que existan armas no convencionales en suelo iraquí sino que opina que los datos que se han manejado hasta ahora corresponden a la primera guerra del Golfo, que se produjo en 1991. Kay ha subrayado que, tras la búsqueda iniciada con la invasión estadounidense de Irak, no considera que haya ningún arsenal de armas químicas o biológicas en el país. Durante sus ocho meses al frente de la misión, no ha logrado encontrar pruebas concluyentes de la presencia de estas armas, uno de los principales argumentos utilizados por el presidente estadounidense, George W. Bush, para justificar la guerra.

Su sustituto, de la misma opinión

Su sustituto, Duelfer, de 51 años, es un ex vicepresidente ejecutivo de la comisión especial de la ONU responsable de destruir las armas de destrucción masiva iraquíes. Antes de su nombramiento, el nuevo responsable de la misión expresó también sus dudas acerca de que alguna vez se lleguen a encontrar las supuestas armas. A comienzos de este mes, en unas declaraciones a la cadena NBC, indicó: "Kay y su equipo han buscado muy bien. Creo que la razón de que no las hayan encontrado es que probablemente no estén allí". Aunque el Gobierno de EE UU insiste en la existencia de ese armamento, considera ahora que la principal responsabilidad de Duelfer será descubrir cómo fueron eliminadas.

Según Tenet, Duelfer aprovechará el trabajo desarrollado ya por Kay para "seguir logrando progresos en los meses por delante a fin de determinar la situación de los programas de armas no convencionales del antiguo régimen iraquí". En una entrevista publicada el pasado lunes por el periódico USA Today, el vicepresidente de EE UU, Dick Cheney, consideraba "prematuro" afirmar que no existen esas armas y, en su discurso anual sobre el Estado de la Unión del pasado martes, Bush reiteró que el ex presidente iraquí, Sadam Husein, había mantenido activos sus programas para la producción de armas de destrucción masiva hasta el comienzo mismo de la guerra, el 19 de marzo.

La renuncia de Kay se produce cuando Washington atraviesa por momentos delicados en su proyecto de reconstrucción del país y cuando arrecian las críticas demócratas a la información elaborada por los servicios de espionaje para justificar el ataque. Mientras continúa aumentando la cifra de soldados de EE UU muertos en Irak -ya son 505-, dentro del país árabe crecen los llamamientos, en particular de la comunidad chií, para la celebración de elecciones antes de que EE UU devuelva la soberanía, el 30 de junio. Incluso el dirigente iraquí más cercano a Washington, Ahmed Chalabi, líder del partido Congreso Nacional Iraquí, pidió el viernes que se convoquen. "No hay que buscar las razones para decir que no se pueden llevar a cabo las elecciones. Hay que buscar la manera de celebrarlas y se puede hacer antes del 30 de junio", dijo Chalabi en Washington.

David Kay, que será sustituido por Charles Duelfer, en una imagen de octubre de 2003.
David Kay, que será sustituido por Charles Duelfer, en una imagen de octubre de 2003.AP

Cook exige a Blair que reconozca su error

Tras la dimisión de Kay, el ex ministro británico de Asuntos Exteriores Robin Cook ha pedido al primer ministro, Tony Blair, que admita que la guerra fue un error. Cook, que abandonó el Foreign Office precisamente por su oposición al ataque, ha insistido en su exigencia de responsabilidades a Blair en la BBC: "Está empezando a ser poco digno que siga insistiendo en que tuvo razón, cuando todo el mundo puede ver ahora que se equivocó".

Según Cook el jefe del Gobierno británico apoyó la invasión anglo-estadounidense "para demostrar al presidente Bush, que era un aliado fiable".

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