La resistencia iraquí mata a cinco soldados estadounidenses en una oleada de ataques

Insurgentes iraquíes han lanzado hoy una oleada de ataques con bomba en el conflictivo triángulo suní, la zona donde se concentran la mayoría de los atentados contra las tropas ocupantes. Al menos cinco soldados estadounidenses y cuatro civiles iraquíes han muerto en tres ataques separados.

La localidad de Jaldiya, al oeste de Bagdad, ha sido el escenario del último atentado en el que han perecido tres soldados estadounidenses y otros seis han resultado heridos. Según el relato de los testigos, un coche bomba se ha empotrado contra la barrera de control, que vigilaba el acceso a un acuartelamiento de las fuerzas de ocupación en esta ciudad. El mando estadounidense en Bagdad se ha limitado a señalar que los dos heridos más graves han sido trasladados a un hospital de campaña en la capital iraquí.

Atentados en Faluya y Samarra

Esta misma tarde, otros dos soldados estadounidenses han perdido la vida al hacer explosión un artefacto de fabricación casera al paso de su convoy cerca de la conflictiva ciudad de Faluya, a unos 50 kilómetros al oeste de Bagdad. También hoy, siete uniformados estadounidenses han resultado heridos de diversa consideración en un atentado con coche bomba frente a la principal comisaría de la ciudad de Samarra, atentado en el que han perdido la vida cuatro policías iraquíes. Los militares estadounidenses heridos en el atentado pertenecen a una unidad de asuntos civiles y se encontraban trabajando en el interior del edificio. Otras fuentes aseguran que se disponían a patrullar la zona para contactar con los cuarteles policiales que se encuentran en la zona.

La noche del viernes, dos pilotos norteamericanos perdieron la vida al estrellarse, por causas aún desconocidas, el helicóptero OH-80 Kiowa Warrior que pilotaban, a unos 50 kilómetros al sur de la ciudad septentrional de Mosul.

Con estas nuevas muertes asciende a siete el número de soldados de EE UU muertos en las últimas 24 horas, la cifra más alta en las últimas dos semanas. Un total de 512 soldados del Pentágono han perdido la vida en Irak desde que el pasado 1 de mayo George W.Bush anunciara el fin de las grandes operaciones de guerra en el país árabe.

Esta cadena de atentados se produce cuando la ONU estudia regresar nuevamente a Irak, tras la retirada decidida por el sangriento atentado contra la sede de Naciones Unidas en Bagdad, el pasado 19 de agosto. Precisamente, ayer llegaron a Irak dos enviados del secretario general de la ONU, Kofi Annan, para negociar el regreso de Naciones Unidas.