Una ola de viento y frío extremo congela hasta la muerte a siete personas en el este de Canadá

Al menos siete personas han muerto congeladas en las regiones orientales de Canadá a consecuencia de la ola de intenso frío polar que ha colocado los termómetros en los últimos días por debajo de los 30 grados centígrados bajo cero. Mientras tanto, a casi 8.000 kilómetros de distancia, los habitantes de Volgogrado (Rusia) se han quedado sin electricidad y a merced de temperaturas inferiores a los 13 grados bajo cero.

En la ola de frío que asola Canadá, el último fallecimiento se produjo en la localidad de Alma (Québec), donde una mujer de 93 años fue encontrada congelada en la entrada de la residencia de ancianos en la que vivía. La policía indicó que la anciana fue incapaz de encontrar la entrada, lo que la expuso durante demasiado tiempo a las gélidas condiciones que se viven en la provincia francófona. Con temperaturas inferiores a los 30 grados centígrados bajo cero, el cuerpo humano se puede congelar en diez minutos provocando efectos similares a las quemaduras.

En total, las autoridades han informado de la muerte de siete personas en todo el país desde que el jueves se empezó a sentir la ola de frío. Los meteorólogos canadienses confían en que las temperaturas volverán en las próximas horas a las cifras habituales para estas fechas, ligeramente por debajo de los cero grados, pero advierten de que a finales de la próxima semana otra ola de frío ártico volverá a golpear amplias áreas del país.

111 muertos en 1997

Mientras tanto, las altas presiones en la costa del Pacífico están empujando masas de aire polar desde las regiones árticas del país hacia el centro y este de Canadá, lo que ha hecho que en las últimas horas Toronto haya padecido temperaturas inferiores a las de Yellownife, en el Yukon. El sábado, los habitantes de la mayor ciudad del país disfrutaron de un pequeño respiro con respecto a los 35 grados centígrados bajo cero (con el efecto viento) que se vivieron las noches del jueves y el viernes. En 1997, 111 canadienses murieron por los efectos del frío, 92 de ellos a causa de hipotermia y uno como consecuencia de la congelación de una mano.

En Toronto, las autoridades municipales han abierto las puertas del ayuntamiento hasta el lunes para permitir que las personas sin techo puedan refugiarse por la noche, cuando se espera que las temperaturas desciendan hasta los 30-35 grados bajo cero. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, numerosos vagabundos se resisten a acudir a los albergues incluso en las noches más frías.

Por otro lado, más de 22.000 habitantes de 11 ciudades y aldeas de la región rusa de Volgogrado, en la cuenca del río Volga, se encuentran hoy a merced de temperaturas inferiores a los 13 grados bajo cero tras sufrir cortes de energía que las autoridades se ven incapaces de solventar. La ciudad que está sufriendo la peor cara del invierno ruso en esta región del sur del país es Dubovka, donde el termómetro cayó a los 14 grados bajo cero y sus habitantes no pueden encender ni estufas ni calefacciones. Los cortes son atribuidos a los impagos por parte de las autoridades locales a las empresas de suministro energético y también a la falta de dinero para arreglar las frecuentes averías de unas instalaciones obsoletas. Tras una noche de caídas de tensión, al menos 200 estaciones de suministro resultaron dañadas, según el Departamento de Emergencias de Volgogrado.