Los colombianos propinan un duro golpe a Uribe al no refrendar ninguna de sus 15 propuestas

El referéndum contra la "politiquería y la corrupción" convocado por el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, ha fracasado a falta de menos del 3% de mesas por escrutar. La abstención, tanto de los que no marcaron la papeleta como de los que decidieron no acudir a las urnas, ha superado el 75% y ninguna de las 15 preguntas planteadas por Uribe ha alcanzado el umbral de participación del 25% necesario para ser aprobada. Con esta consulta popular, el presidente Uribe pretendía llevar a cabo una profunda reforma de la administración. Pese a que su popularidad ronda el 70%, según las últimas encuestas, los colombianos le han dicho que no y le han propinado su primer gran varapalo desde que asumió la Presidencia en agosto de 2002.

La directora la Registraduría Nacional del Estado Civil, Almabeatriz Rengifo, organismo encargado del recuento, ha declarado a las 7.00 hora peninsular española, con el 97,32% de los sufragios escrutados, que el cómputo se suspende hasta las próximas horas o incluso hasta el lunes. Así, quedan por contar 2.012 mesas de departamentos alejados y con problemas de comunicación, como el Chocó y La Guajira. En el momento de la suspensión, ninguna de las 15 preguntas había llegado al umbral establecido en el 25% del censo, es decir 6.267.443 sufragios de los 25.069.773 de potenciales votantes. La abstención ha sido muy alta, incluso para un país acostumbrado a niveles superiores al 50%. Sin embargo, la gran mayoría de los colombianos que han votado lo ha hecho por el sí.

Nueve preguntas superan el 24% y, de ellas, sólo cuatro, las que están por encima del 24,5%, podrían tener una remota posibilidad de sobrepasar el umbral. La primera pregunta, que versa sobre muerte política de los corruptos, está a 45.809 votos de obtener la validez, la más cercana al umbral, mientras que la que establece la vigencia del referendo, la última, se encuentra a 521.348 votos del mínimo requerido, al que no llegará. Las propuestas que han quedado más cerca del mínimo tienen que ver con la corrupción, el voto nominal y público, la eliminación de los suplentes en las corporaciones de elección popular, los límites a las altas pensiones y la eliminación de los regímenes especiales de jubilación en el sector público.

Una nueva reforma tributaria

En la otra cara de la moneda, la propuesta sobre la reforma al Congreso ha sido la que más abstenciones activas ha registrado en las urnas y una de las que menos votos positivos ha tenido. Las propuestas con efecto fiscal, que fueron introducidas en el texto del referendo después de que se hubiera presentado al Legislativo para la aprobación de la convocatoria, obtienen, en promedio, una mayor votación que las destinadas a combatir la corrupción. El presidente Uribe, que presentó el referendo el 7 de agosto de 2002, día en que asumió la Jefatura del Estado, esperaba reformar la Carta Política de 1991 por vía consulta popular y que los ciudadanos dieran su visto bueno a unos nuevos mecanismos contra la corrupción en el Estado y al ajuste fiscal acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Según los analistas, el hecho de que las reformas que buscan un ahorro fiscal no pasen el referendo implicará que el Gobierno, que anunció una nueva reforma tributaria adicional a la consulta, deberá replantearla para compensar lo que se dejara de ahorrar. Para consuelo para el mandatario, en la capital colombiana, Bogotá, la mayor concentración de sufragantes del país, se aprobaron las 15 propuestas con una votación del 30%, al igual que en la tierra natal de Uribe, el departamento de Antioquia. Esta jornada antecedía a los comicios que se realizan hoy domingo, en los que los 25 millones de colombianos con derecho a voto están lllamados a elegir a las autoridades de los poderes legislativo y ejecutivo en los departamentos y municipios.

Más de 75.000 candidatos están inscritos para estos comicios, que se celebran cada tres años -mientras que las legislativas y presidenciales son cada cuatro-, y renuevan los alcaldes de más de mil municipios, los gobernadores de 30 de los 32 departamentos del país, así como concejales y diputados regionales. La abstención no será en esta ocasión determinante.