El Gobierno cubano reacciona con un tono incendiario a la condena de Naciones Unidas

Cuba ha calificado hoy de "lacayos" de EE UU a los países que ayer votaron a favor de una tibia resolución en la que se insta al Gobierno de La Habana a colaborar con el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, pero no dice una sola palabra sobre el procesamiento de 75 disidentes ni la ola de ejecuciones. El Gobierno cubano la considera una "victoria moral de la revolución", pese a que el texto, presentado por Nicaragua, Perú y Uruguay, recibió 24 votos a favor -dos más que el año pasado-, 20 en contra y 9 abstenciones.

Costa Rica había presentado una enmienda para endurecer el texto con una referencia a las condenas por un total de 1.454 años a 75 disidentes y la ejecución de tres secuestradores de una lancha para huir a EE UU, que fue rechazada por 31 votos en contra, 15 a favor y siete abstenciones. Para La Habana, fue una derrota "abrumadora" del intento costarricense "para condenar a Cuba por juzgar a un grupo de mercenarios al servicio del imperio y sentenciar a la pena máxima a tres terroristas".

Según Cuba, la resolución fue secundada por "la Europa de la OTAN, un Canadá dependiente en lo económico, algunos países ex socialistas de repugnante conducta y deseosos de hacer méritos ante el imperio". El régimen de Fidel Castro agrega que también fue respaldada por "varios gobiernos latinoamericanos, serviles vasallos de la gran potencia, y un grupo de países del tercer mundo que no pueden resistir las terribles amenazas de los amos del mundo".

Posible endurecimiento de las sanciones

La propuesta fue respaldada por sus patrocinadores y por Chile, Costa Rica, Guatemala, México y Paraguay, mientras que Argentina y Brasil se abstuvieron. Venezuela fue el único país latinoamericano que votó en contra, junto a Cuba. Además, el ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Allan Wagner,ha anunciado que solicitará explicaciones a Cuba por los duros calificativos lanzados por La Habana contra su país. Para Wagner, llamarles "lacayos del imperio" es "una incapacidad de reconocer que los derechos humanos son universales".

Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado de EE UU, Richard Boucher, ha asegurado que la resolución "envía un mensaje claro de apoyo a los valientes cubanos que luchan diariamente para defender sus derechos". Sin embargo, Boucher no se ha pronunciado sobre la posibilidad de que Washington imponga nuevas sanciones a Cuba, como informaba el jueves el diario The New York Times. Según este diario, EE UU estudia prohibir el envío de remesas de dinero en efectivo de los cubanos residentes en EE UU a sus familiares en Cuba y suspender los vuelos fletados entre ambos países.

Mientras tanto, la disidencia interna cubana ha recibido la condena con satisfacción. Así, Vladimiro Roca, del movimiento Todos Unidos, ha reconocido que debería haber sido más dura, pero ha señalado que "supone una derrota para el Gobierno cubano". Elizardo Sánchez, líder de la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional ha manifestado que era "absolutamente necesaria y justa", porque Castro "está violando todos los derechos civiles, políticos y económicos de los ciudadanos". En opinión de la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada y el movimiento Corriente Socialista Democrática, también ilegales, la resolución "no es ni contra Cuba ni contra el Gobierno. Es una resolución a favor de los derechos humanos".