Los soldados de la coalición entran en territorio iraquí y Bagdad sufre fuertes bombardeos
Tras los ataques de artillería, las tropas estadounidenses y británicas toman la ciudad de Um Qsar
Menos de 24 horas después de que las primeras bombas cayesen sobre Bagdad, la capital ha vuelto a estar bajo el fuego de los aviones estadounidenses y las alarmas aéreas suenan en Mosul. Mientras tanto, la segunda fase del ataque sobre Irak se ha puesto en marcha: ha comenzado la ofensiva por tierra por el sur, donde la artillería y nuevos ataques aéreos han abierto hueco para que unidades de las fuerzas especiales del Ejército estadounidense comienzan el despliegue terrestre para reconocer el terreno de cara a una ofensiva a gran escala.
Desde la frontera kuwaití, los miles de marines estadounidenses desplegados en la zona han iniciado un ataque de artillería contra las fuerzas iraquíes. Se trataba de una forma de allanar el terreno para ulteriores operaciones. Así, poco más tarde, soldados estadounidenses y británicos han comenzado una ofensiva por tierra y, según fuentes militares citadas por varias cadenas de EE UU, han logrado cruzar la línea divisoria entre ambos países. Incluso la agencia de noticias kuwaití asegura que los soldados americanos y británicos han tomado la localidad de Um Qasr en lo que parece ya una invasión a gran escala. Irak niega que haya caído esta ciudad, clave para la posterior toma de Basora.
Paralelamente, hacia las 19.00 horas (hora española, dos horas más en Irak), se ha iniciado la segunda noche de bombardeos sobre Bagdad. Los aviones americanos están golpeando la parte sureste de la ciudad mientras las unidades antiaéreas iraquíes iluminan el cielo con sus disparos. Las imágenes de televisión muestran al menos un edificio en llamas. Según la agencia Reuters, se trata de varios edificios oficiales situados en el centro de la capital.
Se trata del inicio de la segunda oleada de bombardeos sobre la capital. Menos de 24 horas antes, a las 3.35 de la madrugada (hora española), mientras amanecía, las alarmas antiaéreas comenzaban a ulular en Bagdad y las baterías de defensa contra aviones atronaban la ciudad desierta. El ataque había comenzado con una primera oleada de al menos 40 misiles de crucero Tomahawk disparados desde los barcos anclados en el Golfo, con el apoyo de un escuadrón de aviones invisibles que sembraba de bombas una serie limitada de objetivos seleccionados. Entre ellos, una reunión de altos cargos del Gobierno iraquí. El objetivo de este ataque era la "decapitación" el régimen de Sadam, incluso acabando con la vida del líder iraquí y la cúpula de su Gobierno, según el Pentágono. Al poco, desde la televisión, el líder iraquí llamaba a los árabes a resistir el ataque del "eje del mal", mientras las alarmas volvían a aullar y se escuchaban nuevas explosiones.
Los resultados de este primer acto de la guerra están siendo analizados a estas horas por el Pentágono, según ha declarado el secretario estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld. No obstante, el optimismo reina entre las autoridades de EE UU. Así, Rumsfeld ha anunciado que "se han alcanzado instalaciones importantes" del régimen de Sadam, al que advierte de que "tiene sus días contados". No obstante, Rumsfeld ha informado de que, pese a las advertencias lanzadas por su Gobierno, algunos pozos de petróleo han sido incendiados.
Por su parte, según la televisión iraquí Al Bandar, Sadam Husein ha presidido una reunión con sus ministros y Altos mandos de su Ejército y, en una mezcla de reunión y arenga, ha vuelto desafiar a EE UU, asegurando que "las fuerzas militares y civiles están preparadas para resistir al enemigo norteamericano", que tratará de engañarlos.
Las víctimas
En cuanto al balance de víctimas, el Comité Internacional de la Cruz Roja ha anunciado que su equipo en Bagdad ha tenido confirmación de un muerto y 14 heridos. En un primer momento, el ministerio de Información iraquí cifraba en 10 las víctimas mortales, aunque después ha rebajado su balance a un civil muerto y decenas de heridos. Según esta fuente los ataques se han centrado en los edificios de la radio y la televisión pública y en algunos barrios periféricos. El Gobierno de Bagdad ha invitado a los periodistas que quedan en la ciudad a visitar los hospitales a donde han sido trasladados los heridos.
La primera reacción pública del Gobierno iraquí tras el bombardeo ha provenido de Uday Husein, el hijo mayor de Sadam, que ha instado a la población civil y al Ejército a defender el país de la intervención estadounidense. En su discurso, radiado por las emisoras locales, Uday ha instado a sus conciudadanos a no tener miedo y confiar en la victoria. Antes y después de esta alocución, las ondas sólo han transmitido canciones patrióticas y marchas militares.
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