Robertson cancela por sexta vez la reunión de la OTAN horas antes del informe de los inspectores
Schröder afirma que su país ayudará a sus socios de la Alianza Atlántico "si uno de ellos fuera atacado" pero que no hay necesidad de resolver esta cuestión antes de que se reúna el Consejo de Seguridad el viernes
Tampoco a la sexta ha ido la vencida. El secretario general de la OTAN, George Robertson, se ha visto obligado a suspender, por sexta vez, el Consejo Atlántico que debía afrontar la defensa de Turquía ante un ataque a Irak, ante las discrepancias entre los aliados. Este podría haber sido el último intento de acuerdo, habida cuenta de que mañana los inspectores presentan su crucial informe ante Naciones Unidas.
Tras los sucesivos fracasos que desde el lunes han puesto de manifiesto la profunda división de los miembros de la Alianza con respecto a la crisis de Irak, Robertson hacía un nuevo intento esta mañana, al convocar por sexta vez el Consejo Atlántico en busca de un acuerdo para la defensa de Turquía, que EE UU quiere activar inmediatamente y que Francia, Alemania y Bélgica prefieren posponer para no interferir con la ONU y no imponerle una "lógica de guerra". Las discrepancias todavía existentes han obligado a esta nueva suspensión y la propuesta de compromiso presentada ayer por Robertson, que rebajaba a la mitad las exigencias americanas, tampoco ha sido aceptada.
Según ha anunciado el portavoz de la OTAN, Yves Brodeur, "Robertson decidió cancelar la reunión porque después de las consultas ha considerado que no podía esperarse un avance sustancial en una reunión formal", por lo que "es más oportuno proseguir las consultas entre los aliados y sus capitales con carácter informal".
Las posibilidades de llegar a un acuerdo antes de que mañana los inspectores presenten su informe ante el Consejo de Seguridad de la ONU parecen ya escasas, máxime cuando un responsable de la Alianza ha anunciado que no se producirá reunión alguna a lo largo de esta tarde. Así, si no se convoca al Consejo para mañana a primera hora, habrá que esperar al informe de los inspectores -que hablarán por la tarde, hora española- para decidir en un sentido u otro.
Firmeza alemana
Esta mañana el canciller alemán, Gerhard Schröder, ha asegurado que su país defenderá a sus aliados en caso de guerra pero que no hay necesidad de decidir esta cuestión antes de que se reúna el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el próximo viernes. Schröder ha reafirmado además que la resolución 1.441 no contempla el recurso automático a una acción armada.
"Si uno de nuestros socios de la OTAN fuera atacado, entonces le defenderíamos", ha declarado Schröder, quien ha recordado que su país ha desplegado cerca de 10.000 soldados en todo el mundo "para defender y preservar la paz", es decir, el segundo despliegue en importancia por detrás de Estados Unidos.
"Pocos países miembros de la OTAN se implican en el mundo tanto como nosotros, y eso no debe olvidarse", ha señalado, dirigiéndose a Estados Unidos. Esta responsabilidad internacional asumida por Berlín le da "el derecho y la confianza en sí misma para defender su punto de vista", consideró el canciller en un discurso consagrado a la crisis iraquí, en vísperas de la reunión crucial del Consejo de Seguridad de la ONU.
También en el Bundestag el ministro de Exteriores, Joschka Fischer, ha pedido por su parte "un régimen internacional de control y de destrucción de armas de destrucción masiva" para superar la crisis iraquí. Según el jefe de la diplomacia alemana la supuesta posesión por parte de Irak de misiles balísticos revelada ayer por una comisión de la ONU no supone una violación de la 1.441.
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