_
_
_
_
_
LA AMENAZA TERRORISTA

El Pentágono cree que Al Qaeda fabrica armas químicas en Afganistán

La organización terrorista posee varios laboratorios para construir un arsenal químico y biológico, según 'The New York Times'

La organización terrorista Al Qaeda posee fábricas de armas químicas y biológicas en Afganistán, según han manifestado fuentes del Pentágono al diario The New York Times. De hecho, según estas fuentes la organización de Bin Laden tiene un laboratorio en Derunta, una aldea cerca de Jalalabad, en el que se han fabricado pequeñas cantidades de gas de cianuro, el compuesto químico empleado por los nazis en sus cámaras de gas.

Más información
laberinto
Bush teme que Al Qaeda use armas químicas o nucleares en futuros ataques
El ántrax ya mató en Rusia
Bin Laden dice que tiene armas químicas y nucleares para responder a EE UU
Muere una periodista francesa en una emboscada talibán
Al menos tres periodistas mueren en una emboscada talibán contra fuerzas de la Alianza
Tema:: Bioterrorismo
Gráfico animado:: La amenaza bioterrorista
Tema:: La primera crisis del siglo
Protagonistas:: Osama bin Laden

Este gas puede ser empleado para matar a un número reducido de personas, pero no puede ser producido al por mayor, puesto que en grandes cantidades explota al contacto con el aíre. Causa la muerte por asfixia al ser aspirado, aunque también es mortal al entrar en contacto con la piel.

Según fuentes militares, los experimentos realizados en Derunta son la mejor prueba de que Al Qaeda tiene capacidad para producir armas químicas, aunque también de que, pese a su voluntad de adquirir armas de destrucción masiva, aún no cuenta con el potencial suficiente como para llevar a cabo un atentado de este tipo.

Además del laboratorio de Derunta, Al Qaeda tenía una planta fertilizante en Mazar-i-Sharif, ciudad conquistada el pasado viernes por la Alianza del Norte. Esta fábrica se encontraba cerca de una base de la organización terrorista, por lo que el Pentágono sospecha que era usada para investigar en la fabricación de armas químicas, algunos de cuyos componentes son compartidos por los fertilizantes.

Las sospechas del Pentágono se extienden también a un centro de vacunación contra el ántrax (carbunco), que pese a que parecía controlado por la Cruz Roja, en realidad es dirigido por el ministro de Agricultura talibán, que recibe eso sí los fondos para su labor de la organización internacional, según el Pentágono.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Indemnes a las bombas

Pese a todo, durante los bombardeos sobre Afganistán no se han destruido estos laboratorios, aunque los servicios secretos estadounidenses conocen su posición exacta. El Pentágono no ha querido aclarar los motivos de esta conducta, y tampoco ha explicado si se debe a una decisión del presidente en persona.

La causas tienen que buscarse, según fuentes militares, en la extrema cautela con la que se reciben en el Gobierno estadounidense las informaciones de este tipo de los servicios secretos, y a las posibles consecuencias políticas y diplomáticas que traería bombardear estas bases, que además de su posible uso militar también pueden ser empleadas como fábricas de medicinas.

Aun permanecen en la memoria los problemas causados por la destrucción de un presunto laboratorio de armas químicas en Sudán, que fue bombardeado por orden de Bill Clinton en 1998. Poco después se supo que se trataba en realidad de una fábrica de medicamentos, aunque el Pentágono mantiene aún que era usada por Al Qaeda para otras labores menos bondadosas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_