Londres sigue hoy con la demolición de instalaciones militares en el Ulster
El Reino Unido renuncia a pedir la extradición o encarcelar a los miembros del IRA que abracen el proceso de paz
Un día después de felicitarse por el desarme del IRA, el Gobierno británico ha activado un plan para desmilitarizar el Ulster que empezó ayer con la demolición de varias instalaciones militares. El ministro para Irlanda del Norte, John Reid, informó a la Cámara de los Comunes de que entre ayer y hoy se habrán tomado las primeras medidas para reducir la presencia militar del Ejército británico en Irlanda del Norte.
Como decisión inmediata para acompañar la iniciativa del IRA, ayer empezaron a ser demolidas dos torres de observación en el condado de Armagh (concretamente, en las montañas de Sturgan y Camlough), y hoy se hará lo propio con unas instalaciones militares en Newtonhamilton y en Magherafelt (sureste y noreste del Ulster).
Además, el Gobierno británico se ha comprometido a seguir reduciendo sus efectivos militares en la provincia "en la medida en que mejore la situación con respecto a la seguridad".
A partir de ahora, Londres también se ocupará de reformar la Policía norirlandesa siguiendo las recomendaciones recogidas en el Informe Patten (1999), documento que elaboró una comisión independiente presidida por el ex gobernador de Hong Kong y hoy comisario de Exteriores de la UE, Chris Patten.
El Gobierno británico ha decidido, además, renunciar a pedir la extradición o a encarcelar a los miembros de las organizaciones terroristas que han abrazado el proceso de paz y que tuvieran causas pendientes con la Justicia anteriores al 10 de abril de 1998, fecha en la que se firmó el ya famoso acuerdo de paz de Viernes Santo.
Como hiciera el martes el primer ministro británico, Tony Blair, Reid volvía a pedir ayer a las organizaciones paramilitares protestantes a que sigan el ejemplo del IRA.
El papel clave de Trimble
En paralelo al Gobierno británico, el líder unionista de Irlanda del Norte, David Trimble, continuó preparando la próxima asamblea de su partido, que debe decidir cómo y cuándo volver a ocupar sus responsabilidades en las instituciones de la provincia.
Trimble, que considera la decisión del Ejército Republicano Irlandés como "un paso importante" aunque "no el final del camino", ha pedido que vuelvan al Gobierno los tres miembros de su partido que -junto al resto del gabinete- dimitieron la semana pasada para presionar al IRA.
También este miércoles, los inspectores independientes encargados de supervisar los arsenales del IRA -el sudafricano Cyril Ramaphosa y el ex presidente de Finlandia Martti Ahtisaari- anunciaron que había acabado su misión en el Ulster.
Ambos expresaron su complacencia por el anuncio del IRA de que había empezado a inutilizar su arsenal bélico, cosa que confirmó, casi de inmediato, la Comisión Internacional de Desarme que preside el general canadiense John de Chastelain.
Ramaphosa y Ahtisaari han señalado en un comunicado que "a la luz de estos acontecimientos y de los continuos contactos entre el IRA y la comisión internacional, nos complace anunciar que nuestra misión como inspectores de armamento ha terminado".
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