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LA CASA DE ENFRENTE
Columna
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Juzgar el feminismo de Rosalía es agresión

Exigimos a la cantante que nos aclare su ideología, pero a ningún creador varón se le ha preguntado nunca si es machista

Rosalía

Si eres un artista, lo que seas y lo que pienses y tienes que decir al mundo está en tu obra y al alcance de todos. Y además, eso que piensas y sientes no puede esconderse: una vez que la obra ha sido expuesta, la artista está desnuda, su obra la delata. Lo que tenía que expresar Rosalía ya lo ha hecho. No lo ha improvisado en una entrevista, al contrario, le ha llevado tres años de composición, trabajo y entrega incesantes. El resultado es público y se llama Lux. Y yo me pregunto ¿es lícito juzgar a una artista (incluso su obra) en función de su posicionamiento feminista? ¿Con qué derecho y desde qué lugar podría hacerse algo así? ¿Acaso no es una agresión?

Como ya sabrán, Rosalía ha recibido muchísimas críticas por no declararse rigurosamente feminista en la larga y consistente entrevista de Leyre Guerrero para Radio 3 sobre su último disco. Habrán visto y leído ya sus palabras fuera de contexto, pero se las recuerdo: “Me rodeo de ideas feministas. No me considero moralmente lo suficientemente perfecta como para considerarme dentro de un ismo, pero sí, me inspiran y me rodeo de ideas feministas”. El hate se ha desatado y le han dado por todas partes. Lo que desde luego no se ha juzgado es con qué derecho se pregunta a una creadora sobre el contenido más o menos feminista de su obra. Y desde qué lugar se juzga su respuesta fuera de contexto. Yo digo que hacerlo es indignante, injusto y además machista.

Queremos saber si Rosalía es o no feminista para valorarla como artista cuando a ningún creador varón se le ha preguntado jamás si es o no machista para juzgar su trabajo. Al contrario, se nos ha entrenado para entender que la obra de los creadores machistas es del todo independiente de sus ideas. El machismo es secreto, igual que el voto. Todas y todos tenemos derecho a que nuestro voto sea secreto para que nadie pueda ejercer presión sobre nosotros debido a nuestras ideas. En cambio, el feminismo de las artistas ha de ser público, empezamos de hecho a exigir que lo sea. Porque el hecho es que las creadoras feministas recibimos estigma y presión precisamente por serlo. Y ahora también por no serlo del todo o no tanto como se espera.

Un creador puede haber agredido a mujeres y firmar arte que seguimos considerando universal porque no hay que confundir la creación con la persona. Pero una artista no puede ser abiertamente feminista y aspirar a tener un público universal que juzgue su trabajo con independencia de su activismo o sentimiento feminista. Hasta el punto de que la defensa explícita del feminismo es un estigma para la obra de una mujer mucho mayor que la violación para la obra de un varón. Pero ahora, además, también va a ser un estigma para las creadoras no ser lo suficiente feministas. Por eso a Rosalía, que no dedica su energía vital a defender los derechos de las mujeres y tiene un compromiso mayor con el arte que con ningún “ismo”, le ha caído la del pulpo.

Si Rosalía es feminista o no lo es, es un asunto suyo. Juzguemos a las artistas por sus obras de una vez. Es fácil, estamos todos muy entrenados para hacerlo. Solo hay que valorar su creación con independencia de sus ideas, declaraciones o acciones, un poco como si Lux lo hubiera creado un tío.

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Sobre la firma

Nuria Labari
Es periodista y escritora. Ha trabajado en 'El Mundo', 'Marie Clarie' y el grupo Mediaset. Ha publicado 'Cosas que brillan cuando están rotas' (Círculo de Tiza), 'La mejor madre del mundo' y 'El último hombre blanco' (Literatura Random House). Con 'Los borrachos de mi vida' ganó el Premio de Narrativa de Caja Madrid en 2007.
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