El regreso discreto de Mario Testino: “A mi edad, no creo que mi percepción de la moda sea la correcta ni la que el mundo necesita”

Hasta hace cinco años, Mario Testino (Lima, Perú, 68 años) era uno de los fotógrafos de moda más cotizados y solicitados del mundo. También era uno de los favoritos de Anna Wintour, la todopoderosa editora de Vogue, para quien incluso tomó la foto de su pasaporte. Celebridades y miembros de la realeza querían ser retratados por él: desde Madonna hasta la princesa Diana de Gales, pasando por Rania de Jordania, Beyoncé y Angelina Jolie. Todo cambió el 13 de enero de 2018, cuando The New York Times publicó un reportaje en el que 13 modelos masculinos y antiguos asistentes le acusaban de conducta inapropiada y supuesto acoso sexual.

El fotógrafo negó las acusaciones a través de sus abogados. El caso no llegó a los juzgados (los denunciantes no iniciaron acciones legales contra él, ni este contra ellos), pero sí hubo una condena pública. Condé Nast, el imperio editorial que publica cabeceras como Vogue y Vanity Fair, dejó de trabajar con él, al igual que casas de moda como Burberry, Michael Kors y Stuart Weitzman. Sin embargo, Testino sigue siendo uno de los retratistas de cabecera de los ricos y famosos. En el verano de 2019 fotografió a Carlota Casiraghi, hija de la princesa Carolina de Mónaco, el día de su boda; y al artista británico Damien Hirst pintando sus característicos círculos sobre el cuerpo de su novia, la modelo Sophie Amber Cannell. En noviembre de ese año también publicó un retrato que le encargó la influencer Kim Kardashian junto a su hija North; e inauguró una exposición en la galería Hamiltons de Londres, arropado por los modelos Kate Moss y David Gandy y el músico Nick Rhodes, entre otros.

La cuenta de Instagram de Mario Testino tiene casi seis millones de seguidores, entre los que se encuentran Carla Bruni, Naomi Campbell, Mick Jagger, Sharon Stone, Demi Moore y Penélope Cruz. Sus publicaciones reciben miles de Me gusta. Hace unas semanas, comunicó a través de esta red social el lanzamiento de un nuevo libro. El anuncio acumuló más de 50.000 Me gusta. El libro, titulado I Love You (editorial Taschen), recopila algunas de las fotos de bodas que hizo para sus amigos a lo largo de las últimas cuatro décadas. En esas páginas aparecen algunas de las novias más icónicas de los últimos tiempos: las top models Kate Moss y Claudia Schiffer, las actrices Elizabeth Hurley y Salma Hayek, la diseñadora Margherita Missoni, Carlota Casiraghi, Tatiana Santo Domingo o la influencer Giovanna Battaglia. I Love You es una prueba de que Testino sigue siendo venerado por la jet set. “Todas las imágenes de este libro las hice en colaboración con las novias, fueron en muchos casos mi regalo de matrimonio para ellas. No fueron fotos tomadas para ser publicadas, así que es natural que al trabajar una publicación se pidan los permisos. Lo bueno es que casi todos estuvieron más que felices de participar”, explica el fotógrafo a EL PAÍS. La entrevista se desarrolla a través de correos electrónicos y con una única condición: no preguntarle por las acusaciones contra él.

I Love You surgió casi por accidente. En 2018, tras perder sus contratos en la industria editorial, el fotógrafo empezó a ordenar su extenso archivo. Revisando el ingente material acumulado durante los últimos 40 años, se dio cuenta de que había documentado de manera íntima las bodas de muchos amigos. “Viendo las fotos pensé que este era un buen momento para compartir emociones positivas, darle un poco de amor al mundo”, dice. Ahora está promocionando el libro en Europa, donde algunos de sus títulos anteriores están agotados y son considerados objetos de deseo. Ya ha firmado ejemplares de I Love You en las tiendas de la editorial alemana en Londres y Milán. El pasado jueves lo hizo en Madrid, acompañado por amigos como la exmodelo sevillana Naty Abascal. Unas 200 personas hicieron cola durante una hora en la calle Barquillo para conocerle y conseguir un autógrafo. Luego, se dio una pequeña fiesta privada en su honor.

El hecho de que personajes como Salma Hayek o Kate Moss hayan accedido a participar en el libro se puede interpretar como un respaldo de parte del star system de la moda al fotógrafo tras las acusaciones de acoso. La diseñadora venezolana Carolina Herrera firma uno de los textos introductorios de I Love You. “En general, creo que las amistades se hacen fuera del trabajo, y la moda es un negocio profundamente competitivo”, reconoce Testino. “Conocí a gente maravillosa que continúa en mi vida hasta hoy, y también a personas llenas de talento con las que no compartimos más que un momento. Diría que la moda es un poco como las instrucciones de seguridad en los aviones: ‘Primero asegure su mascarilla de oxígeno y solo cuando esté bien ayude a los demás”, continúa. “La vida no está hecha solo de rosas, tiene de todo. Pero tengo la suerte de tener amigos maravillosos que siempre han estado a mi lado”. Kate Moss es uno de sus apoyos incondicionales. “Es una persona sumamente especial. Inteligente, sofisticada, con un gran sentido del humor, carisma, bondad y un gusto exquisito”, dice él.

Durante los últimos cuatro años, también ha estado volcado en un proyecto llamado A Beautiful World, en el que está documentando tradiciones alrededor del mundo, con énfasis en la artesanía y los trajes típicos. Ha viajado a Etiopía, Mongolia, Myanmar y a otros destinos exóticos. “La producción ha sido un reto en el sentido de que puedes trabajar durante 40 años con modelos que saben lo que requiere hacer una foto, y de repente te ves dirigiendo a personas que no se imaginaron nunca siendo fotografiadas así”, explica. Dice que A Beautiful World tiene un punto antropológico. La génesis fue Alta Moda, una serie fotográfica que inició hace 12 años y que documenta la diversidad y complejidad del diseño de Los Andes peruanos. Esas fotos se expusieron en MATE, el museo que fundó Testino en Lima en 2012, y en el Queen Sofia Spanish Institute de Nueva York, con la propia reina Sofía invitada a la inauguración. “Decidí que quería hacer lo mismo por más lugares y comunidades. En medio de una globalización que, a veces, busca uniformizar, es difícil apreciar aquellos rasgos de identidad que nos definen”.

Asegura que guarda muy buenos recuerdos de sus 40 años de trayectoria, aunque no parece echar de menos su vida pasada. “Ahora trabajo para mí mismo”, apunta. “Con 68 años es muy difícil vivir al ritmo que vivía antes. Ya no me veo en un avión cada tres días o trabajando todos los días del año. Ahora me doy mi tiempo, disfruto de las pausas”, afirma. Tampoco aspira a volver a trabajar para las revistas que le dieron fama y fortuna. “Viví el mundo de la moda en una época maravillosa y estoy agradecido. Los años noventa fueron los más extraordinarios para mí. También conozco la moda y sé que está basada en el cambio. A mi edad, no creo que mi percepción de la moda sea la que necesita el mundo, ni la correcta. Necesita de jóvenes creadores”, reconoce.

Gran parte de su obra se compone de imágenes que exaltan la belleza y la sensualidad. Sus códigos estéticos parecen no encajar en estos tiempos, en los que la industria textil y del diseño gira en torno a la inclusividad y la normalidad. Sin embargo, afirma ser defensor de la diversidad. “Es esencial para toda industria, creativa o no. La multiplicidad de percepciones siempre nos dará mejores resultados. Cuando llegué a Europa me crucé con gente que no estaba abierta a trabajar moda con un peruano. La moda es un lugar muy diferente de cuando yo empecé, se va abriendo más”, reflexiona. No obstante, no descarta que el negocio vuelva a sus viejos hábitos. “Es como un péndulo en su búsqueda constante de la diferencia. En los años ochenta, Helmut Newton era el fotógrafo al que todos mirábamos, pero cuando llegó el grunge de los noventa la gente ya no quería imágenes tan lujosas o sensuales. Unos años después se dio un gran regreso a este lenguaje y mucha gente empezó a inspirarse en él. Así pasa en la moda”, apunta.

En octubre, Mario Testino cumplió 68 años. No tiene planes de retirarse. “Creo que jubilarse de un trabajo que realizas sin especial emoción es esencial, pero para alguien que adora lo que hace no tiene mucho sentido”, dice. Si pudiera cambiar algo de su vida y carrera, ¿qué sería? ¿Haría algo de una manera diferente? “No”, responde. “He tratado de dar lo mejor, de ser la mejor versión de mí mismo”.