La gran boda española de Laura Chaplin, nieta de Charles Chaplin

Laura Chaplin (Vevey, 35 años) lleva tatuado a su famoso abuelo, Charles Chaplin, en su muñeca derecha. Desde hace unas semanas, la artista y amazona también lleva un anillo de pedida en el dedo anular de esa mano. La hija del ingeniero de sonido Eugene Chaplin, quinto hijo del legendario Charlot y de la actriz Oona O’Neill, acaba de comprometerse con el abogado suizo Etienne Monnier, según ha confirmado un portavoz de la familia a EL PAÍS. Laura nació y se crio en Manoir de Ban, la enigmática mansión a orillas del lago Lemán, en la ciudad suiza de Vevey, donde Charles Chaplin pasó los últimos 25 años de su vida y donde escribió los guiones de Un rey en Nueva York y La condesa de Hong Kong. Sin embargo, la heredera ha elegido la localidad de Vinaròs como escenario para su boda.

Según han explicado a EL PAÍS, Chaplin y Monnier se darán el “sí, quiero” el próximo verano en una finca de este municipio de la provincia de Castellón. La pareja es gran amante de los caballos —ella es amazona y él es presidente del Club de Salto Internacional de Verbier y jefe de Salto de Obstáculos en la Federación suiza— y planea pasar temporadas en la Comunidad Valenciana para dedicarse a los deportes y actividades ecuestres. La boda reunirá a la familia Chaplin, una de las dinastías más famosas de Hollywood. Charles Chaplin tuvo ocho hijos con Oona O’Neill, 36 años más joven que él e hija del dramaturgo y premio Nobel Eugene O’Neill: Geraldine, Michael, Josephine, Victoria, Eugene, Jane, Annette y Christopher. Todos ellos están vivos y se dedican a la industria del cine, la música y el entretenimiento. Eugene, padre de Laura, ha trabajado como ingeniero de sonido para The Rolling Stones, David Bowie y Queen, mientras que Geraldine, su tía carnal, es una leyenda de la interpretación que ha participado en superproducciones y películas aclamadas como Doctor Zhivago, de David Lean; Buffalo Bill y los indios, de Robert Altman; Recuerda mi nombre, de Alan Rudolph; o La edad de la inocencia, de Martin Scorsese.

El portavoz de Laura Chaplin confirma que la familia de la novia estará presente en su boda española. Geraldine Chaplin, su tía, no es una extraña en España, ya que lleva más de 20 años trabajando bajo las órdenes de algunos de los directores de cine más importantes de nuestro país. En 2002 ganó el Goya a Mejor Actriz de Reparto por su papel en En la ciudad sin límites, de Antonio Hernández; y ha participado en cintas de éxito como Hable con ella, de Pedro Almodóvar; El orfanato, de Juan Antonio Bayona; o La mosquitera, de Agustí Vila. En 2006, recibió la Medalla de Oro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas por su contribución al cine español.

Laura Chaplin, al igual que su hermana, Kiera, ha seguido los pasos de sus abuelos, su padre y todos sus tíos en el mundo de las artes y el show business. Con solo 13 años debutó como modelo para el diseñador estadounidense Tommy Hilfiger y con 16 protagonizó una campaña publicitaria para la marca de vaqueros Seven Jeans. Estudió Cine y Arte en Inglaterra y luego cursó Moda y Diseño en la Escuela Canvas, en Lausana (Suiza). Desde 2011 se dedica al arte y muchas de sus obras están inspiradas en los elementos visuales que definen a su icónico abuelo: el bigote, el sombrero y el bastón. En 2016, tras dos años de trabajo e investigación, publicó Reírse es el primer paso hacia la felicidad, un libro en el que narra su vida como miembro de la realeza del cine y desvela anécdotas familiares.

La futura novia es ciudadana suiza, al igual que su marido, que dirige su despacho de abogados, Etude Monnier, de Mestral, Bercher & Gilliéron, en la ciudad de Nyon, a pocos kilómetros de Ginebra. La familia Chaplin se instaló en Suiza en 1952, en pleno auge del macartismo, la caza de brujas que lideró el senador republicano Joseph McCarthy contra personalidades de todos los ámbitos por su supuesta simpatía hacia el comunismo. Ese año, mientras realizaba un crucero con su familia por Europa, Charles Chaplin se enteró de que tenía prohibido regresar a su hogar en Norteamérica, sin antes someterse a un interrogatorio respecto a sus “posturas políticas y morales”. Durante los años previos, el FBI y el Comité de Actividades Antiestadounidenses de la Cámara de Representantes de Estados Unidos habían estado investigando sus vínculos con el comunismo. “Soy un traficante de paz”, les dijo el humorista de origen británico durante la purga en Hollywood de 1947. En 1953, Charlot compró Manoir de Ban, la mansión a orillas de Lemán donde se criaron sus hijos y nietos, incluida Laura. Allí solía recibir a sus amigos famosos, como Winston Churchill, Marlon Brando, Sophia Loren o Truman Capote. Hoy la propiedad de 15 hectáreas está abierta al público y alberga un museo del cine dedicado a los logros profesionales del actor y un restaurante en el que se sirven fish and chips para recordar su infancia en Londres.