La última casa de Chaplin, nuevo museo
La ciudad suiza de Vevey inaugura el primer espacio dedicado a la vida y obra del inolvidable Charlot
La pequeña ciudad de Vevey, con apenas 20.000 habitantes, se encuentra a orillas del lago Leman, entre paisajes que quitan el aliento. Al llegar a la estación de tren, una gigantesca silueta de Charles Chaplin señala la dirección de la nueva gran atracción de la región. Se trata de la casona a la que el 7 de diciembre de 1952 llegó uno de los más grandes creadores de la historia del cine. En la Mansión de Ban (ese es su nombre), Chaplin pasó los últimos 25 años de su vida, en compañía de su mujer, Oona, y de sus hijos.
Chaplin’s World abrió sus puertas al público el pasado 17 de abril, tras 16 años de espera. El museo es un espacio ideal para los admiradores del personaje. Permite redescubrir su vida y obra a través de recuerdos históricos, fragmentos de películas, dispositivos multimedia, partes de los decorados de sus películas más conocidas y nada menos que 36 estatuas de cera representando a Chaplin, pero también a Woody Allen o Michael Jackson. Chaplin’s World es obra del Museo Grévin, de París, conocido por sus representaciones en cera de las celebridades más diversas. El proyecto fue lanzado en 2010 por el admirador de Chaplin Yves Durand y el arquitecto François Merlan.
El flamante museo ocupa 3.000 metros cuadrados edificados entre los 60.000 de parque natural e incluye un restaurante y el hotel Tiempos modernos. La visita completa está estimada en unas tres horas y comienza en la primera planta con caricaturas de Chaplin, incluyendo un dibujo de Picasso, fotos suyas con amigos como Albert Einstein o el político indio Nehru, y un nuevo edificio anexo completamente dedicado a sus películas. El visitante puede incluso entrar en la habitación donde el genio murió el 25 de diciembre de 1977, o en el salón comedor donde la cena familiar era ritualmente servida a las 18.45 todos los días.
Pero no todo es color de rosa en esta nueva propuesta cultural que se añade a la exclusiva Riviera suiza. Abrir Chaplin’s World no ha sido cosa fácil. Para empezar, dado que la Mansión de Ban se hallaba en un estado calamitoso, fueron necesarios 28 millones de euros en renovación y restauraciones. A ello se suman los casi 10 invertidos por el Museo Grévin en decorados y contenidos. Al final, la inversión está cerca de los 60 millones de euros, de los que el Cantón del Vaud ha contribuido con 10. Recuperar esta inversión no será fácil de no cumplirse las previsiones de 300.000 visitantes anuales.
Chaplin’s World deberá competir por la atención de un turismo cada vez más escaso en la carísima Suiza con otros eventos de la región como ser el festival de jazz de Montreux, o un proyecto que comienza a hacer ruido mediático: el Nest, o museo de la alimentación que Nestlé (cuyo cuartel general mundial está también en Vevey) piensa abrir en junio en estos mismos parajes.
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