Cerezas, melocotón, sandía, melón, mango... ¿tú también sucumbes a las recetas de sopas frías con fruta para refrescarte en verano, o crees que gazpacho solo hay uno y a los demás los encontramos en la calle?
Con un buen caldo como base y un picadillo de pocos ingredientes puedes obtener una sopa espectacularmente sabrosa. Prepara el caldo el día anterior, y te quedará de lujo.
¿Es una tapa? ¿Un desayuno? ¿Un avión? Esta receta sirve para un roto y para un descosido, porque tiene todo lo necesario para alegrarnos el día: verduras, huevos y una sospecha de embutido.
Este plato clásico del oriente andaluz y Murcia consiste en un sofrito de cebolla, ajo, pimiento y tomate con patatas, alguna proteína y, cómo no, los andrajos: jirones de masa de harina de trigo duro, agua y sal.
Recreamos un plato de María Rosa Calvillo de Teruel, de un siglo, el XVIII, en el que las cantidades en los recetarios se consideraban minucias (así que nos las hemos tenido que inventar)
El nombre de este postre típico de las islas Canarias no puede estar mejor puesto: está muy bueno, y además se puede preparar en casa sin mucha dificultad. Otra razón más para irse allí a vivir.
Aunque suene a receta de casquería, el cojondongo de gañán es comida vegetariana tradicional. Tomate, pimiento verde, pan y huevo se juntan en una combinación fantástica para el verano
Este aperitivo a base de harina de garbanzo cocida en agua y posteriormente frita es una sabrosa herencia de la cocina de posguerra, perfecta para disfrutar con una copa de buen vino.
Esta sopa fría típica de Andalucía y Extremadura suele prepararse con almendra y uvas, pero admite variaciones la textura final, el fruto seco empleado y una guarnición que puede ajustarse a la temporada.
En Andalucía se aprovechan las carnes del puchero para preparar un aperitivo tan delicioso como contundente: el montadito de pringá. Aunque la receta admita variaciones, aquí te damos una guía con lo imprescindible.
Un clásico del tapeo gaditano que también puedes preparar en casa: solo necesias una buena patata, algo de cebolla, perejil y un sencillísimo aliño. Las playas aún no podemos acercártelas, pero estamos en ello.
Este dulce es tan típico de Semana Santa que en muchos lugares es casi es imposible encontrarlo en otra época del año. Su tamaño va a gusto del consumidor: os enseñamos a hacerlo más pequeño o grande.