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Ensalada de pepino aplastado

Una refrescante ensalada china con una técnica que saca lo mejor de esta hortaliza, y un potente aliño de ajo, cilantro y sésamo fácil de preparar. Rápida y sabrosa.

El pepino puede ser sabroso
El pepino puede ser sabrosoALFONSO D. MARTÍN
Alfonso D. Martín

Bang bang no es solo una canción de Cher o la conocida versión de Nancy Sinatra; en China también describe una técnica de cocina que consiste en golpear un alimento para quebrarlo, conservando cierta integridad pero consiguiendo grietas para que las salsas o vinagretas tengan más recovecos por los que dar sabor. También se utiliza para relajar las carnes magras, como en el caso de la deliciosa bang bang ji si, que usa la técnica con pechugas o contramuslos de pollo.

A la hora de preparar una ensalada en la que el pepino sea el protagonista, creo que se plantean algunos problemas. El primero es que el pepino no tiene, per se, demasiado sabor. Nos sirve más como elemento crujiente, verde y fresco, por lo tanto necesitamos un aliño potente que compense. El segundo problema es su estructura y cantidad de agua: es liso y extremadamente húmedo, por lo que no agarrará bien un aliño líquido y fluido. Para solucionar esto tenemos dos opciones: o añadimos un agente más denso al aliño -tahini, yogur, mantequilla de cacahuete, etc- o intentamos crear más superficie por la que este pueda penetrar. Justamente, para este último caso, es la técnica citada al principio. Otra posibilidad es salar previamente el pepino para que suelte parte del agua de su interior y así pueda absorber otros sabores, pero en este caso con la primera tendremos suficiente.

Para dar sabor a nuestra ensalada vamos a preparar un aliño sencillo y potente con ajo, jengibre, soja, vinagre y azúcar. Para seguir la estela asiática, activaremos los aromas añadiendo aceite caliente por encima, consiguiendo un rápido y corto cocinado que reste potencia al ajo crudo para que sea más agradable. Finalizamos con unas hojas de cilantro, cebolleta china o cebollino y listo. A tomarlo muy frío.

Dificultad: Ir a la velocidad de un pepino.

Ingredientes

Para dos personas

  • 8 pepinos persas (o 1 pepino holandés, unos 400-500 g en total)
  • 2 rabanitos
  • 6 tallos de cilantro (con sus hojas)
  • 1 cebolleta china (u 8 tallos de cebollino)

Para el aliño

  • 2 dientes de ajo
  • Un trozo de jengibre de unos 2 cm
  • 1 cucharadita colmada de semillas de sésamo
  • 1 cucharada de salsa de soja
  • 1 cucharada de vinagre de arroz (o cualquier vinagre blanco que tengáis)
  • 1,5 cucharaditas de aceite de sésamo
  • 2,5 cucharaditas de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de azúcar blanco
  • 1/2 cucharadita de sal fina
  • ¼ de cucharadita de glutamato (opcional)
  • Copos de chile al gusto

Instrucciones

1.
Lavar y secar los pepinos. Con ayuda de un mazo, un mortero o un cuchillo grande, golpearlos para que se quiebren. Cortarlos en rodajas al bies -en diagonal- y llevar all congelador.
2.
Mientras se enfrían, pelar y picar los ajos y el jengibre. Ponerlos en un cuenco junto a las semillas y el aceite de sésamo, el azúcar, la sal, el glutamato -si se quiere usar- y los copos de chile.
3.
Calentar el aceite de oliva hasta que humee y verter directamente en el cuenco. Remover y añadir la soja y el vinagre.
4.
Una vez esté muy frío, retirar el pepino del congelador y aliñar. Añadir el cilantro picado, el rábano y la cebolleta china. Servir al momento antes de que se caliente.

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Sobre la firma

Alfonso D. Martín
Es cocinero, asesor gastronómico y fetichista de especias y fermentados. De pequeño gateaba al bar de al lado de casa para pedir un huevo duro y después empezó a tener dolor abdominal continuo por echarle picante a todo a escondidas de su madre. Si profanar recetas clásicas fuese un pecado, ya habría pasado los nueve círculos del Infierno de Dante.

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