Crumble de frutas de hueso
El pastel más fácil que se pueda imaginar, perfecto para aprovechar la maravillosa fruta de hueso del fin del verano y dar vidilla a esos melotocones o nectarinas que amenazan con eternizarse en el frutero.
Si no conocéis el crumble de frutas, se trata de un pastel que se prepara poniendo fruta troceada en una fuente y cubriéndola con una capa de masa desmigada, parecida a la de galleta. Esta masa de migas es lo que le da el nombre de crumble al pastel; un verbo que en inglés significa desmoronarse o deshacerse, por lo que podríamos traducir su nombre como “desmoronado de frutas”. Aunque no suena conveniente para hacerle un buen márketing, a pesar de su factura sencilla el resultado es excelente.
Parece que los crumbles se popularizaron en el Reino Unido después de la Segunda Guerra Mundial por la sencillez de sus ingredientes y preparación; además la costra de masa se podía variar sustituyendo la harina por lo que se tuviera a mano. Tengo la impresión de que con la globalización recetera actual -potenciada “gracias a” o “por culpa de” Internet-, el crumble de todo tipo de fruta se ha popularizado por el mundo, y podemos encontrar incluso versiones saladas.
La masa de cobertura se prepara en su versión más sencilla con azúcar, mantequilla y harina, aunque admite otros añadidos como copos de avena y almendras fileteadas, añadido que me gusta especialmente pues cualquier fruto seco aporta un contraste crujiente muy agradable con la fruta blandita. Esta masa está emparentada con el streusel , esa otra cobertura típica de la repostería alemana, que emplean no solo en pasteles de frutas, sino también en todo tipo de tartas y bizcochos.
Para el relleno he usado fruta de hueso, que combina a la perfección con la masa crujiente y galletosa. Prefiero no agregar azúcar al relleno -sobre todo cuando se trata de frutas bastante dulces- porque la cobertura ya lleva bastante, pero si os apetece, podéis espolvorear la fruta con algo de azúcar adicional. Si quieres hacer crumbles cuquis puedes dividir la receta en varias cazuelitas o moldes individuales en lugar de hornearlo todo en una única fuente. Es frecuente servir los crumbles con algo de crema inglesa; como unas natillas claritas, o con una buena bola de helado de vainilla: yo no digo nada, ahí lo dejo.
Dificultad: Muy escasita.
Ingredientes
Para 4 personas
- 100 g de azúcar
- 125 g de harina o 65 g de harina + 60 g de copos de avena o almendra fileteada
- 1 pellizco de sal
- 110 g de mantequilla fría
- 800 g de fruta de hueso al gusto: albaricoques, melocotones, nectarinas...
- El zumo de 1 limón
- Crema inglesa o helado para acompañar (opcional)
Instrucciones
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