Judiones salteados con mantequilla y cebolla encurtida
Elegimos una legumbre de buen tamaño y la tostamos ligeramente en una sartén con ajo, especias y mantequilla. La acompañamos de arroz aromático con cebolla cítrica para refrescar.

Sobre las legumbres poco se puede decir que no sepamos todos ya: son una fuente nutricional completísima, baratas e increíblemente fáciles de preparar, además de ser tan versátiles que podemos usarlas en guisos, salteados, ensaladas, cremas e, incluso, repostería vegana. Si estoy obligado a sacarles una pega, sólo puedo mencionar que requieren muchas horas para rehidratarse -si este paso da pereza, es más por el cansancio y el ritmo de vida que estamos obligados a llevar que por la pobre legumbre, que no tiene culpa de nada-; pero gracias a que hoy día podemos encontrarlas cocidas y listas para su uso directo, es absurdo querer buscarle tres pies al gato.
Para la siguiente receta vamos a tirar de comodidad y rapidez: usaremos judiones de bote. ¿Quieres utilizar cualquier otra legumbre? Pues adelante, pero deben tener suficiente superfície para conseguir un tueste adecuado con la mantequilla, por lo que descartaría garbanzos y lentejas. Para cortar con lo graso, acompañaremos el plato con una cebolla encurtida con zumo de limón, y lo serviremos todo con arroz y bien de hierbas aromáticas, que redondearán el plato con su frescor.
Este plato se prepara en menos de media hora, y cualquier sobra nos puede servir para darle otra vida y así solucionarnos una cena. Por ejemplo, lo que me sobró de judiones salteados lo reutilicé para preparar una ensalada con cogollos de lechuga, pepino, aceitunas Kalamata, cebolla morada encurtida, cilantro y vinagreta de limón y salsa de soja. Por posibilidades, que no sea.
Dificultad: Mucho más sencillo que seguirle el ritmo a la política de Madrid.
Ingredientes
Para 2 personas
- Unos 350 g de judiones cocidos
- 4 dientes de ajo
- 1 cucharada rasa de pimentón dulce
- 1 cucharada rasa de comino en polvo
- Media cucharadita de pimienta negra molida (o al gusto)
- 2 cucharadas bien colmadas de mantequilla sin sal
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharadita rasa de sal (o al gusto)
Para la cebolla encurtida
- Una cebolla morada
- 2 cucharaditas de sal
- 2 cucharaditas de azúcar blanco
- El zumo de un limón (reservar su ralladura para presentar el plato)
- 4 cucharadas de agua
- Un chile fresco picado (opcional)
Además
- Unos 100 g de arroz al gusto
- La ralladura del limón
- Cilantro, cebollino o cualquier aromática que guste
Instrucciones
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Sobre la firma

Es cocinero, asesor gastronómico y fetichista de especias y fermentados. De pequeño gateaba al bar de al lado de casa para pedir un huevo duro y después empezó a tener dolor abdominal continuo por echarle picante a todo a escondidas de su madre. Si profanar recetas clásicas fuese un pecado, ya habría pasado los nueve círculos del Infierno de Dante.