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Berenjenas al miso

Si eres berenjenófilo como nosotros, este plato que combina su melosidad con la potencia del miso, un toque de cerveza negra y cebolleta para refrescar te volverá tarumba. Tómalo tibio y ya verás.

El culmen berenjenero
El culmen berenjeneroSTOMAKO

La berenjena es un fruto con bastante suerte -aunque tenga sus detractores, siempre hay gente con ganas de ver el mundo arder-, ya que muchas culturas gastronómicas la cocinan con bastante clase. Como muestra, el baba ganush o mutabal de judíos y árabes, la melanzane alla parmigiana o la caponata de los italianos o las berenjenas fritas con miel cordobesas.

Y entonces llegan los japoneses y se ponen a cocinarla con miso. Por su alguien no lo conoce aún, el miso es una pasta de soja fermentada muy usada en el país nipón. Un condimento bastante fácil de encontrar en tiendas de comida asiática que además dura una barbaridad en la nevera. Como hay varios tipos, aquí os dejamos una guía para no perderos: nosotros nos decantamos por el blanco porque es más suave. Es un condimento bastante salado de por sí, por lo que prescindiremos de la sal cuando lo utilicemos, y evitaremos cocinarlo demasiado para que no se vuelva aún más potente.

No vamos a proponer la tradicional receta japonesa que incluye sake y mirin: los cambiaremos por cerveza negra, aún más fácil de encontrar. Si alguien experimentar con la receta tradicional, solo tiene que sustituir esta bebida por dos cucharadas de sake y dos de mirin, pero antes os pedimos que probéis esta variación más sencilla y con un sabor bastante curioso.

Este plato se sirve templado: es casi dulce, un poco salado, con la berenjena melosa que se deshace en la boca. Vamos, que es adictivo. Si sois demasiado vagonetas para hacerle en casa pero queréis probar la receta tradicional, podéis hacerlo en el Naomi en Madrid o el Kak Koy en Barcelona (y seguro que muchos otros sitios que desconocemos). Ir a estos dos restaurantes y no haber pedido las berenjenas al miso es como no haber ido a comer allí.

Dificultad: La de hacerle una foto decente, es un plato poco fotogénico.

Ingredientes

Para 2 personas

  • 2 berenjenas pequeñas
  • Aceite de girasol
  • 6 cucharadas soperas de cerveza negra
  • 2 cucharadas de café de pasta de miso blanco
  • 2 cucharadas de café de azúcar
  • El tallo verde de una cebolleta

Instrucciones

1.
Cortar la berenjena en rodajas de 2cms. Si tienen muchas semillas, salarlas abundantemente y dejarlas reposar durante media hora. Después aclararlas con agua y secarlas con papel absorbente. Así reduciremos su amargor.
2.
Freirlas a fuego muy bajo con abundante aceite de girasol (que las cubra hasta la mitad) durante unos 10 minutos por cada lado. Tiene que quedar confitada por dentro sin dorarse mucho por fuera. Retirar del fuego y escurrirlas en papel absorbente.
3.
En un cazo añadir la cerveza negra y el azúcar. Diluir a fuego lento. Añadir el miso y remover formando una pasta. Apagar el fuego y seguir removiendo. Añadir un poco más de cerveza si vemos que espesa demasiado.
4.
Servir las berenjenas con la salsa por encima y el tallo de la cebolleta cortado. Servir templado.

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