Sopa de miso con fideos y champiñones
Engordamos un fondo vegetal triturando setas, verduras y un fruto seco con resultados erótico festivos y una textura muy parecida al tradicional caldo de ramen (pero sin ningún cerdo de por medio).
Cuando incluso la Barcelona tropical en la que vivo está para ponerse guantes, la solidaridad con los que vivís en los sitios donde hace frío de verdad me hace pensar sin parar en recetas que sirvan tanto para alimentar como para calentarse las manos y acabar con los mofletes rojos como Heidi. Esta sopa cumple todos esos requisitos, además de ser apta incluso para los que no comen animalitos.
El caldo base es fruto de uno de esos I+D en los que intento reproducir en versión vegetariana una textura o alguna característica que normalmente aportan a un plato la carne y derivados. En este caso buscaba la textura del tonkotsu, un caldo hecho con huesos de cerdo que se caracteriza por ser espeso, lechoso, dorado y sabrosísimo (además de pegarse en los labios, algo bastante chungo de conseguir con vegetales por la ausencia de colágeno en los mismos).
Lo del tofu normal que usamos como guarnición puede sonar como cuando vas a servirle comida a alguien y te dice que tiene “normal de hambre” –personalmente, me dan ganas de agradecer ese tipo de ayuda con una colleja–, pero en este caso se llama así de verdad (y regular o non-silken en inglés). Lo importante es que tenga una cierta consistencia, que nos permitirá cortarlo en dados, marinarlo para darle alegría y ponerlo en la sopa sin que se convierta en un papilla. La técnica del marinado-en-miso-con-lo-que-sea admite infinitas variaciones y puede ayudarte a mirar con mejores ojos un alimento cuyo sabor tiende a la nada más absoluta (al menos en las versiones fáciles de encontrar por aquí).
Usé fideos udon porque la combinación de su grosor y su textura me vuelven tarumba combinados con un buen caldo, pero podéis usar de arroz, de boniato, de trigo e incluso unos de esos instantáneos guarrindongos. Pero sin los polvos infames que los acompañan, por favor, que para eso nos hemos currado un buen caldo.
En lugar de champiñones podéis usar shiitake, pero me parece que la textura prieta y el aroma del champiñón crudo que se añade justo antes de servir merecen que lo probéis al menos una vez. Uso Portobello porque tiene más sabor y puedo acceder a ellos fácilmente, pero cualquier champiñón sirve, no hace falta complicarse la vida.
Dificultad: Tiene algo de curro, pero vale la pena.
Ingredientes
Para 4 personas
- 1,2 l de caldo de verdura (o pollo, o carne)
- 1 puerro
- 1 cebolla
- Fideos al gusto (yo usé 3 sobres de udon)
- 300 g de champiñones (yo usé Portobello)
- 80 g de cacahuetes tostados
- 1 cucharada sopera de miso
- 1 cucharada de sésamo
- 1 chorro de salsa de soja
- 200 gramos de tofu normal (que no se deshaga)
Para servir
- Sésamo al gusto
- La parte verde del puerro a tiras muy finas o cebollino
- Cilantro (opcional)
- Sriracha o chile al gusto (opcional)
Instrucciones
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