
Cinco cremas frías del mundo para salirse del gazpacho por un día
Del ‘borsch’ a la sopa persa de yogur, aquí tienes unos cuantos platos líquidos frescos y suaves venidos de Europa y Asia, perfectos para abrir un menú veraniego

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Arroz con garbanzos y carrillera con all-i-oli de membrillo.

Esta sopa de pollo y verduras es hija de la carestía de alimentos que hubo en Estados Unidos en los años treinta. Las bolas de masa hechas con harina, algún lácteo y huevo son parte esencial de este plato.

Usamos tinta para dar color a unos fideos finos que tostamos previamente en la sartén y rematamos en el horno. La técnica, además, cocinará los gambones en su punto justo.

El almidón cumple su función en esta receta y consigue que este plato de pasta seca quede muy meloso, casi como un risotto. La mantequilla y el queso, que se añaden al final, ponen aún más suavidad.

Hay un plato típico de la costa levantina que hace referencia a una ‘fideuada’ –una gran cantidad de fideos– hecho con marisco y pescado. Esta nada canónica versión, en cambio, usa las setas como acompañamiento.

Arroz con setas y pimiento verde.

Le damos un par de vueltas a la crema de calabaza definitiva para llevarla a Japón, gracias al sabor del miso y el sésamo, y a Tailandia, con los aromas característicos de la lima y el curry.

Arroz con sepietas y guisantes.

Kamimura Toshiyuki es uno de los mayores expertos en ramen de Japón. El bloguero protagoniza un capítulo del libro 'Sushi, ramen, sake', en el que el periodista Matt Goulding retrata la peculiar gastronomía de aquel país.

Segundos para Navidad tajín de rape, lubina con setas y vino tinto y pularda rellena de higos y trufa.

Un sencillo plato marinero a base de fideos y fumet que podemos enriquecer con diferentes tipos de pescado, moluscos o marisco, y finalmente servir con un poco de 'all i oli' para acompañar.

Si no te gusta esta combinación de alcachofas, caldo vegetal, menta y pasta es que no tienes corazón (o que eres la reencarnación de Mafalda, en cuyo caso sería perfectamente comprensible).

Un plato de cuchara sencillo, reconfortante y que puedes preparar en menos de una hora aunque no te hayas acordado de poner ninguna legumbre a remojo. Además, es barato y apto para todos los comensales (veganos incluidos).

Preparamos una de las dos versiones del plato típico que divide a los brasileños, un guiso de pescado blanco con salsa que se acompaña de harina de mandioca tostada y cocida en caldo.

Ternera estofada con vino y setas.

Existen pocos platos más reconfortantes que la sopa de legumbres y pasta. Nuestra versión multiplica el sabor con un ‘majaíllo’ de estilo andaluz