Arroz a la cazuela: la receta tradicional con la que es difícil fallar
Si no te animas a hacer arroces por miedo a que queden duros, pasados o insípidos, prueba con la fórmula de la cazuela. Es apta hasta para los más torpes
Probar recetas modernas, cuquis o virales es divertido, pero no hay que perder de vista los clasicazos reconfortantes de siempre. Y más cuando son tan fáciles de hacer como el arroz a la cazuela, una manera de cocinar el cereal bastante popular en Cataluña que se distingue por su escasa probabilidad de fallo. Si no te lanzas a hacer arroces o paellas por miedo a que queden pasadas, pastosas o insípidas, deberías probar este método: es apto hasta para los más torpes
El arròs a la cassola, también conocido como arroz de montaña o de payés, y suele llevar un sofrito, distintas carnes y alguna hortaliza o setas. Nuestra versión apuesta por una pequeña dosis de costilla de cerdo, unas salchichitas frescas y unos rebozuelos, que se pueden sustituir por pollo, conejo, butifarra, otras setas o las verduras que te plazcan. También lo puedes rematar con una picada de ajo, perejil y azafrán añadida junto al caldo, cosa que nosotros no hemos hecho por preservar la sencillez de la receta (y un poco por vagancia, no nos vamos a engañar). Todo está en el vídeo de arriba.
Ingredientes
- 400 g de un arroz redondo de buena calidad
- 200 g de setas (rebozuelos o cualquier otra)
- 200 g de costilla de cerdo en trozos pequeños
- 200 g de salchichas frescas
- 2 cebollas
- 2 dientes de ajo
- 2 tomates maduros rallados o 200 g de tomate triturado (unas 8 cucharadas)
- 1 ramita de romero fresco o 1 cucharadita rasa de sus hojas secas
- 1,2 litros de caldo de pollo o de verduras
- Aceite de oliva
- Sal
Instrucciones
Calentar un chorro de aceite en una cazuela baja y ancha. Dorar a fuego medio alto las costillas y las salchichas divididas en trozos pequeños (ver vídeo).
Mientras las carnes se doran, picar la cebolla y el ajo.
Cuando los trozos de carne estén bien dorados, retirarlos a un plato y poner la cebolla y el ajo en la cazuela. Bajar el fuego a medio, salar, añadir una ramita de romero fresco o una cucharadita rasa de seco y dejar que se cocine unos 15 minutos removiendo de vez en cuando.
Si se usa tomate fresco, aprovechar este tiempo para rallarlo.
Cuando la cebolla esté blanda, añadir el tomate a la cazuela y salar ligeramente. Poner el caldo a calentar y dejar que el sofrito se haga unos cinco o 10 minutos más, o hasta que el tomate haya perdido casi todo su líquido y esté espeso.
Añadir a la cazuela las setas y rehogar uno o dos minutos.
Sumar el arroz y rehogar un minuto.
Añadir las carnes, remover, mojar con el caldo bien caliente y dejar que el conjunto se cocine durante unos 15-18 minutos a fuego medio removiendo de vez en cuando para que el arroz suelte su almidón. Lo mejor es ir probando a partir de los 15 minutos: cuando el grano del arroz esté casi a punto, retirar del fuego, tapar y dejar reposar cinco minutos más.
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