Gyozas para aprovechar restos
Las croquetas están muy buenas, pero las empanadillas asiáticas se preparan en un pispás, sobre todo si compras la masa ya hecha. Admiten como relleno cualquier resto de asado navideño o guiso a base de carne, pescado o verdura
Las croquetas siempre han sido, son, y probablemente serán, las reinas de la cocina de aprovechamiento. Es muy sencillo picar todo finito, mezclarlo con una bechamel, hacer bolas, empanarlas y freírlas. No solamente es sencillo: están deliciosas y pueden congelarse para tenerlas disponibles siempre que quieras.
Sin embargo, hoy os proponemos una nueva forma de utilizar los restos de una de esas cenas que te llena la nevera de tápers, ese cocido del que te ha sobrado un kilo de verduras y medio de carne, lechazo o cochinillo, la pechuga un poco seca del pavo asado navideño todo el mundo mira de reojo o los restitos de salmón ahumado y langostinos del aperitivo: las gyozas. Si lees esto pasadas las fiestas, sirve cualquier sobra: pollo asado -con piel, que tiene mucho sabor-; guisantes, calabaza o espárragos trigueros; lechuga, tomate o zanahorias.
Tampoco tienen ningún misterio: picas todos los ingredientes bien finito, los salteas para evaporar un poco el exceso de agua -si lo tienen-, los sazonas con salsa de soja, y las montas. Si tienes alguna salsa por ahí, como los jugos del pollo, puedes añadirlos a la sartén y reducirlos; y también puedes ponerle encurtidos, o unas cuantas especias para darle el sabor que te apetezca: tú pones el límite.
Para montarlas lo más cómodo es utilizar masa de gyoza congelada, la venden preparada en cualquier supermercado asiático -ya que vas, puedes hacerte con otros ingredientes interesantes-; por si no tienes uno cerca, os dejamos también una receta. Cerrarlas tiene un poco de truco al principio, pero cuando lleves un par de docenas lo tendrás por la mano: este método de la web Serious Eats puede ayudarte mucho.
Tiempo: 90 minutos
Dificultad: La de cerrar las gyozas al principio, pero se le coge el tranquillo rápido
Ingredientes
Para unas 32 empanadillas
Para la masa
- 300 g de harina de trigo
- 150 ml de agua hirviendo
- Una pizca de sal
Para el relleno
- 500 g de sobras cocinadas (carne, verduras, legumbres…)
- Aceite suave
- 1 chorrito de salsa de soja
- Pimienta blanca (opcional)
Además
- Cualquier cosa para salsear: eceite de chiles, salsa picante, vinagre negro Chinkiang...
Instrucciones
Para la masa, mezclar en un bol el trigo y la sal. Añadir el agua hirviendo y mezclar con una espátula, hidratando toda la harina. Con cuidado de no quemarse, transferir la mesa a una superficie y amasar siete minutos, hasta que sea lisa y elástica.
Cubrir la masa con un trapo húmedo y dejarla reposar una hora a temperatura ambiente.
Mientras, preparar el relleno: picar todas las sobras bien finito y añadirlas a una sartén con un poco de aceite sobre fuego medio-alto. Sofreír unos minutos, hasta que todo esté caliente y pochado. Añadir salsa o jugo si el relleno lo tiene, la salsa de soja y la pimienta blanca. Mezclar y cocinar hasta que la salsa se haya integrado por completo con el relleno.
Transferirlo a un bol y aplastar con un cazo o cualquier utensilio, hasta que las fibras de la carne se hayan deshilachado, las verduras se hayan triturado un poco y se haya formado un relleno que se mantiene pegado al cogerlo con una cuchara.
Cortar la masa en dos trozos y darles forma de churro con un diámetro de dos centímetros. Envolver los churros y dejarlo reposar 20 minutos.
Cortar un churro en 16 trozos de igual tamaño. Poner uno de los trozos con el lado del corte mirando hacia arriba y aplastarlo con la palma de la mano. Con un rodillo, estirar la masa desde fuera hacia adentro, girando el disco poco a poco y dándole forma circular.
Cuando mida 10 centímetros de diámetro, colocar una cucharadita de relleno en el centro. Cerrarla siguiendo el método del vídeo que hemos compartido más arriba.
Repetir con el resto de trozos y con el otro churro: una vez formadas, si están hechas con masa fresca las gyozas pueden congelarse.
Para cocinarlas: en una sartén antiadherente con un poco de aceite, colocar las gyozas y freír sobre fuego medio-alto durante dos minutos, o hasta que estén doraditas.
Verter un chorro de agua fría en la sartén y cubrirla inmediatamente. Bajar el fuego a medio bajo y dejar que se hagan al vapor durante cinco minutos. Servir, si se quiere con aceite de chile, salsa picante, vinagre...
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