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Nuestros productos comestibles y bebibles favoritos de 2020

En un año tan regulero, algunas conservas, dulces o bebidas nos han dado una alegría. Recopilamos nuestros placeres gastronómicos preferidos de este 2020 que se marcha (por fin).

Los panes de la panadería Máximo son uno de nuestros productos preferidos
Los panes de la panadería Máximo son uno de nuestros productos preferidosCARLOS MATOSO
Carlos Doncel

En este 2020 de mierda, algunos productos comestibles o bebibles nos han convencido de seguir vivos. "Por fin una alegría", hemos dicho dejando caer en la mesa la cuchara o el vaso, al tiempo que olvidamos durante varios minutos esa visión nihilista que nos acompaña desde marzo. En El Comidista queremos compartir esa efímera felicidad con todos, y por eso hemos seleccionado nuestros artículos gastronómicos favoritos de este año. Para nosotros, ya digo, fue como encontrarse un cupón tirado en la calle, imaginarte con un yate en las Bahamas y después comprobar que solo tiene el dinero vuelto, así que esperamos que a vosotros os produzca la misma sensación. Comidisters, he aquí nuestra recopilación de placeres culinarios:

PARA COMER

Conservas túnidas, de HERPAC

Durante el confinamiento quise darme algunos homenajes conserveros. Siendo tan gaditano como una racha de levante, las latas eran, claro, de atún rojo de almadraba. Concretamente de la marca HERPAC, una empresa barbateña que lleva desde 1986 en esto del salar y enlatar pescados. De su sección túnida destacaría el tarantelo y la ventresca en aceite de oliva, y el lomo en manteca de cerdo ibérico (una combinación que casi hizo que me metiera a butronero para así llevarme todos los botes que tuvieran en la fábrica). Precio: en la página de HERPAC, la lata de ventresca de 125 g está a 4,75 euros, la de tarantelo en el mismo formato a 7,05 euros y el kilo de lomo en manteca ibérica a 18,30 euros.

Huevas de erizo, de Conservas de Cambados

La editora comidista Mònica Escudero se decanta por estas huevas de erizo gallegas como uno de sus productos del año: “Cualquiera de los amigos a los que doy la turra para ir a comer erizos puede dar fe de mi fascinación por este producto. Durante el confinamiento descubrí en Ego Galego la versión enlatada de Conservas de Cambados, que me dejaron turulata”, afirma Mònica aún con la fascinación casi psicotrópica vívida. Según define Escudero, “conservan al 100% su profundo sabor, y con una sola gota de su líquido de conserva -el mismo jugo del interior de erizo- te montas una fiesta marinera en la boca”. Precio: en la web Amaiketako puedes comprar por 14 euros un bote de 80 g.

Proteína de soja Rebeldes del Corral, de The Vegetarian Butcher

Este producto vegano es la primera recomendación que nos hace la nutricionista comidister Raquel Bernácer: “Si hay algo que se ha quedado en mi cocina este año es la proteína de soja que vende The Vegetarian Butcher en sustitución del pollo”. Según cuenta Raquel, prepara este alimento bien condimentado de chile en polvo, orégano y pimentón ahumado para hacer burritos. “Esta comida fue unos de mis comfort foods durante la cuarentena”, confiesa Bernácer. Precio: en los supermercados La Sirena, una caja de 160 g cuesta 3,99 euros.

Lenteja de La Armuña y otras legumbres secas nacionales, de De Nuestra Tierra (Carrefour)

“Destaco las lentejas de La Armuña, pero podría alabar igual cualquiera de las legumbres secas que vende Carrefour bajo la marca De Nuestra Tierra, como las alubias de La Bañeza o el garbanzo lechoso blanco, el pedrosillano o el de Fuentesaúco”, comenta el patriarca comidista Mikel López Iturriaga. Destaca que todas son “españolas y mucho españolas”, aunque dice Mikel que no hace falta echarse la rojigualda a los hombros para defenderlas: “Simplemente funcionan mejor que las estadounidenses en cualquier plato, son más sostenibles porque no vienen del quinto pino y comprándolas apoyas a los agricultores que aún las cultivan aquí. La diferencia de precio es mínima, y si te da pereza remojarlas y cocerlas, también las venden embotadas”. Precio: el kilo de lentejas de La Armuña sale a 3,35 euros en Carrefour.

Jamón ibérico añada 2016, de Monte Nevado

“Con sede en Carbonero el Mayor (Segovia) y cerdos por dehesas de varias regiones, esta empresa centenaria ganó el premio al mejor jamón ibérico de Alimentos de España en 2018, y ha quedado finalista en 2020”, comenta Mikel López Iturriaga. Para el emir comidista, Monte Nevado, junto a Arturo Sánchez y Señorío de Montanera, es una de sus marcas preferidas de chacinas ibéricas, y asegura que se podría alimentar en exclusiva de los jamones de su añada de 2016 hasta que acabara el año 2022. Aunque aclara que lo haría si fuera millonario, claro, porque no es precisamente barato: 464,95 euros la pata. Precio: ya lo ha dicho Mikel, y puedes comprarlo en la web de Monte Nevado.

Entrecot de vaca gallega, de Cárnicas Luismi

No nos vamos todavía de la sección cárnica de esta lista, porque Mikel López Iturriaga recomienda un entrecot de vaca gallega: “En las contadísimas ocasiones que tomo carnes rojas, intento apostar por piezas de calidad. Mi descubrimiento de 2020 en este terreno son los entrecots de Cárnicas Luismi, un distribuidor que surte a chefs como Martín Berasategui y que maneja también chuletas, solomillos, carrilleras o rabos de primerísima”, dice el gerifalte comidista. Según describe Mikel, las carnes que vende esta empresa de Guipúzcoa “tienen sabor profundo, se cortan como mantequilla y entusiasman hasta a los verdurófilos convencidos como yo”. Precio: en la tienda online Amaiketako el kilo de entrecot de vaca gallega sale a 34 euros.

Queso al whisky con nueces, de Lidl

Para la encargada de las redes comidisters, Patricia Tablado, una de las sorpresas culinarias de este año es el queso al whisky con nueces que venden en los supermercados Lidl. “Se puede comer hasta solo; el sabor al whisky es muy sutil y encontrarte trocitos de nuez le da mucha enjundia. Lo peor es que lo vendan en cuñas pequeñas porque me tengo que contener para no comérmela entera de una sentada”, confiesa Patricia. Habrá que probarlo. Precio: puedes comprar una cuña de 100 g por 1,89 euros en los supermercados Lidl.

Masa para pizzas fina con aceite de oliva, de Casa Tarradellas

Este año también ha sido el de la locura por las masas y harinas. Una fiebre culinaria que también sufrió Patricia Tablado, aunque reconoce que en ocasiones le pudo la vagancia: “Sí, admito que durante el confinamiento duro me lancé al frenesí panificador pero lo cierto es que si alguna noche nos apetecía pizza prefería una de estas bases que ya vienen preparadas y que no tienen ingredientes raros”. De entre todas, Patricia se queda con la de Casa Tarralledas, “a la que le añades tomate, mozzarella y otros ingredientes y tienes una supercena en un pispás”. Precio: en supermercados como Carrefour venden 260 g de masa a 1,56 euros.

Molletes y torta de chicharrones, de Panadería Máximo

“Los dos productos estrella de este obrador de Benaoján (Málaga) son de lo mejor que he probado este año en panadería”, afirma Mikel. ¿Las razones que aporta para aseverar sin el menor resquicio de duda? “Los molletes de agua tamaño boina te dan todo lo que se le puede pedir a este pan: una fina capa exterior crujiente y un interior jugoso y más mullido que un sofá. La torta es un peligro público: empiezas y te cuesta la vida parar. Pedro Heras y los suyos no hacen ni una sola trampa y aplican la sabiduría acumulada en más de 100 años de existencia del negocio familiar”, apunta Mikel. Precio: envían a toda España si les llamas o les escribes al 661 22 56 44.

Helados varios, de Gelats de Territori

Para el apartado postrero tenemos la recomendación del goloso Jordi Luque, el encargado de los vídeos comidistas: los helados de la firma catalana Gelats de Territori. “Esta gama de helados se elabora con productos de un territorio concreto de Catalunya. Por ejemplo, hay un helado de xuixo de Girona –dulce al que le dedicamos un vídeo–, otro de avellanas de Reus y Tortosa con chocolate –mi favorito–, está el de anís de Badalona –ahí se fundó Anís del Mono– o el de fresones del Maresme (son tan típicos como las de Huelva). Hay una quincena de recetas y algunos sabores de temporada que se venden por Navidad. Lo de hacer un mapa helado catalán me parece meritorio pero es que además los helados están re-que-te–buenos”, comenta Jordi dejando mucho espacio entre sílabas para destacar su sabor. Precio: en su página tienen un pack para Navidad con cuatro helados por 29,50 euros.

Cuajada, de Goshua

Patricia Tablado, adicta confesa a las cuajadas, decide quedarse con las que produce la empresa navarra Goshua: “Es una cuajada muy fina con un sabor lácteo que no encuentras con la misma intensidad en otras cuajadas más industriales”. Y además de este producto se aprovecha hasta el envase, tal y como apunta Patricia: “Como bonus, el vasito de barro es bastante bueno y yo luego le doy mucho uso para manualidades con los peques”. Precio: puedes encontrarla en muchos supermercados por un precio aproximado de 1,15 euros.

PARA ADEREZAR

Salsas Veneno del bueno con mango y Roasted Rocoto Peppers, de Salsas Sierra Nevada

Conocía esta marca granaína pero nunca les había hecho un pedido, así que hace un mes di un picante paso al frente y compré la Veneno del bueno con mango -hecha con chiles habaneros- y la de rocoto y tomate asados. La primera, con un nivel de picor medio y un punto afrutado fantástico; la segunda, más suave y de sabor ahumado. Las dos riquísimas a su forma. Ahora mis pobres papilas salivan de pena al ver que los botecitos de 125 ml que pillé están a punto de acabarse. Creo que me pasaré a los de un litro. Precio: la Veneno del bueno con mango en formato de 125 ml sale a 6,68 euros en la página de la marca; la Roasted Rocoto Peppers, a 6,33.

Pimentón del Padrón, de A Pementeira

“De los pimientos del Padrón -estos, concretamente, del municipio de Herbón- tenía bastante claro que unos pican y otros non, pero no sabía que con ellos se podía hacer un condimento tan delicioso como este”, cuenta Mònica Escudero. Este producto se prepara con los pimientos madurados en la misma planta -por eso es rojo, y no verde como los pimientos que nos comemos- y después secado y ahumado ligeramente con roble, laurel y castaño. “El resultado, un polvillo adictivo, con un picante muy moderado pero a tope de sabor, perfecto para aderezar hummus, lentejas o darle vidilla a cualquier escabeche”, aconseja Mònica. Precio: se vende en dos formatos, pero Mònica dice que el bote grande sale más a cuenta. En la web de A Pementeira cuesta 20 euros el de 60 g.

Pasta de ají amarillo, de GOYA

Para el recetero comidister Alfonso D. Martín este producto se ha convertido en un básico en su cocina. “Tiene el punto justo de picante, y cuenta con ese aroma floral tan guay del ají amarillo. Mezclándolo con lima, cilantro y soja consigues aliños increíbles para pescado y ensaladas”, dice de él Alfonso. Además, comenta que se encuentra muy fácilmente en supermercados, “lo que ha sido un punto importante durante todo lo ocurrido este año”, finaliza. Precio: puedes encontrar el bote de 213 g en tiendas de gastronomía sudamericana por un precio de 3,50 euros, aproximadamente.

Salsa Yondu

“Yondu es una especie de salsa worcesterhire a base de soja mezclada con cebolla, rábano blanco, puerro, col, zanahoria, shiitake, jengibre y ajo y extracto de levadura. Todo se deja fermentar más de 100 días para conseguir un chute de umami vegetal”, explica Mònica Escudero. Según la editora de El Comidista, con esta salsa puedes hacer un montón de cosas: “Improvisar una sopa -con una cucharada y medio litro de agua te montas un buen caldo-, sustituir la sal en salteados y ensaladas o aportar profundidad a guisos o poner una gota en un tartar de pescado o una hamburguesa y esperar a que el sabor te ponga los ojos en blanco”. El verdadero éxtasis vegetal. Precio: la botella de 275 ml sale por un precio aproximado de 7,50 euros, y puedes comprarlo en estas tiendas online.

PARA BEBER

Bebida de avena, de Oatly

En el apartado líquido empezamos con una bebida de avena, que recomienda la dietista-nutricionista Raquel Bernácer: “Yo soy muy de prepararme infusiones con leche -sobre todo la de cúrcuma y el típico té chai- y en mi empeño de consumir menos lácteos, este año me las preparo con bebida de avena. Me he vuelto superfan y me encanta la de Oatly, la versión entera, nada de desnatados y semis, que este año ya nos lo han desnatado bastante”. Además de verdad, Raquel. Precio: el brick de un litro de esta bebida de avena cuesta en Carrefour 1,99 euros.

Soda de jengibre fermentado con ginger bug, de Rudo

“Me quedo con esta soda porque necesito algo picante hasta para beber. Es intensa, y te proporciona ese calorcillo en el cuerpo que te calma las penas unos minutos”, argumenta Alfonso D. Martín, que dice no entrar “por el argumentario de los probióticos”. “Es una bebida bien rica y muy recomendable para los que quieran huir un poco de las sodas comerciales”, comenta Alfonso. Precio: si quieres pillar un botellín por tres euros de esta soda de jengibre, puedes pedirlo al correo hola@ruuudo.es o en su Instagram, aunque de momento solo reparten en Madrid.

Kombucha Bat Sencha, de Ama Brewery

“Mi producto revelación del año ha sido una kombucha. Pero, claro, una kombucha pija, que yo lo soy”, declara Jordi Luque. La elaboran en Euskadi gente que ha salido del departamento de I+D de Mugaritz, y ofrecen dos tipos: Bat Sencha y Bi Lemongrass. “La primera es una kombucha aromatizada con té verde de altísima calidad. La segunda, está aromatizada con lemongrass, como su nombre indica. Ambas tienen en común algo excepcional y es que son las únicas kombuchas con crianza en botella, lo que hace que las burbujas y los aromas sean muy finos”, ilustra Jordi. Y aunque promete que ambas están ricas, él se queda con la Bat Sencha, que tiene “un punto seco, aromas marinos y es perfecta para tomar en lugar de vino”. Precio: puedes pillar una botella de 750 ml de kombucha Bat Sencha en la web de Ama Brewery por 28,20 euros.

Cervezas 1906 Black Coupage (Estrella de Galicia) y Reserva Esencia Citra IPA (Alhambra)

Oscura y dorada, con dos lúpulos distintos -Nugget y Sladek- y monovarietal -solo Citra-, lager y pale ale, café y cítricos. Dos cervezas diferentes entre sí pero que demuestran una cosa: que cuando alguna gran marca pone empeño e interés, puede elaborar un buen producto (al menos para mí, claro, a lo mejor a vosotros no os gusta ninguna y empezáis a increparme). Además, tienen otro gran punto a su favor: son económicas y fáciles de encontrar, lo que permite que cualquier cervecero o cervecera harto de pilseners pueda beber cuando quiera algo asequible y de calidad. Precio: en El Corte Inglés cuesta 1,43 euros el tercio de la de Alhambra y 6,09 euros el pack de seis de la Black Coupage.

Sidra, de Exner

Cerramos esta selección de alegrías gastronómicas con una sidra tipo cider -para entendernos, las que no se escancian- que recomienda el ayatolá comidista López Iturriaga: “La Exner es una cider artesanal asturiana que para mí tiene un buen punto de acidez y una burbuja nada cargante. Y lo más importante: sabe a manzanas de verdad, no como la de cierto "ladrón" de dichas frutas”, comenta remarcando las comillas en una suerte de guiño, guiño literario que solo entenderán aquellos zorros expertos en marcas. Precio: el estuche con cuatro tercios de sidra Exner sale a 12 euros en su tienda online.

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Sobre la firma

Carlos Doncel
Periodista gastronómico en El Comidista, doble graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla y alto, muy alto. Le encanta el picante, la cerveza, el cuchareo y las patatas fritas de bolsa. Cree que el cachondeo y el rigor profesional son compatibles y que los palitos de cangrejo deberían desaparecer.

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