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Este es el método científico para lograr el huevo cocido perfecto

Un equipo de investigadores italianos idea la forma de cocinar de forma óptima tanto la yema como la clara, cuidando además los nutrientes

Huevos cocidos
Un huevo cocido. Parece fácil, pero no lo es tanto.waranya_photo (Getty Images)

Cocer un huevo puede parecer a priori algo sencillo: llevar agua a ebullición y sumergirlo. Habrá sido fácil, pero seguro que es mejorable. Ahora, un equipo de investigadores italianos propone una forma de lograr el huevo cocido perfecto. Este nuevo método es conocido como “cocción periódica” y, según los científicos, que han publicado sus resultados en la revista Communications Engineering, consigue que tanto la yema como la clara del huevo, que requieren dos temperaturas distintas, lleguen a su cocción perfecta.

Como escriben los autores: “Los cocineros de huevos se enfrentan al reto de la estructura bifásica: la albúmina y la yema requieren dos temperaturas de cocción”. Si se cuecen a la vez por ebullición, la yema se cuaja por completo; si lo hacen al vacío (en un baño de agua durante una hora), la clara queda poco hecha.

La ciencia del huevo

Ahora, este equipo de científicos italianos ha descubierto que se puede cocinar la albúmina (una proteína que se encuentra en la clara) y la yema a dos temperaturas a la vez, logrando un huevo cocido de manera uniforme y con mayor contenido nutritivo que los cocinados por los métodos convencionales.

Su sistema consiste en alternar el huevo entre una cacerola de agua mantenida a cien grados y un cuenco a 30 grados, pasándolo de una a otro cada dos minutos durante de 32 minutos. Según señalan los investigadores, el método “no solo optimiza la textura y los nutrientes del huevo, sino que es prometedor para aplicaciones culinarias y tratamiento de materiales innovadores”.

Para desarrollarlo, el equipo simuló primero el proceso en un programa informático de dinámica de fluidos computacional, que sugirió el método de la cocción periódica.

Después, se pusieron manos a la obra y probaron a cocer huevos con esta nueva técnica. Comprobaron la textura y las cualidades sensoriales de los huevos y evaluaron sus propiedades químicas mediante resonancia magnética nuclear y espectrometría de masas de alta resolución.

Los huevos cocinados periódicamente tenían una yema blanda similar a la de un huevo al vacío y la consistencia de la clara era intermedia entre la de un huevo al vacío y uno pasado por agua. Los análisis químicos indicaron que las yemas cocidas periódicamente también contenían más polifenoles, micronutrientes estudiados por sus beneficios para la salud.

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