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Laurie Woolever, biógrafa de Anthony Bourdain: “Tras su muerte muchos pensaron que iban a ser los nuevos Bourdain pero es imposible, era único”

La que fue mano derecha del cocinero, fallecido en 2018, publica ‘La biografía oral definitiva’ con casi un centenar de entrevistas con amigos y familiares del chef

Anthony Bourdain
Woolever y Bourdain conversan sentados en un estadio en Queens, Nueva York, en una imagen proporcionada por la autora.Helen Cho
Rosa Rivas

Bourdain. La biografía oral definitiva (Planeta Gastro) es una visión caleidoscópica del famoso cocinero, viajero y comunicador neoyorquino Anthony Bourdain servida por la escritora gastronómica Laurie Woolever, quien fue su mano derecha durante casi una década, en un largo menú degustación de casi un centenar de entrevistas con amigos y familiares del autor de Confesiones de un chef. Tras la guía Comer, viajar, descubrir (Planeta Gastro), se trata del segundo libro tras la muerte del chef firmado por Woolever.

Anthony Bourdain se suicidó a los 61 años en junio de 2018, durante el rodaje en Francia de la serie televisiva Parts Unknown, rematando una imagen de malditismo, del chef más punki. Y como demuestra La biografía oral definitiva, que Planeta Gastro lanza ahora en España, la realidad es que el triunfador era realmente un sufridor. La redacción de este libro, con una objetividad periodística no exenta de cariño, le ha supuesto a la autora un ejercicio sentimental de memoria. Aún le afecta recordar que Bourdain ya no está “para comentar con él la actualidad, la vida, cómo se ha enfrentado la gente a la pandemia”… “Le echo de menos todos los días”, confiesa en una conversación vía Zoom desde Nueva York sobre quien fue su jefe y amigo.

Pregunta. ¿No era en realidad el tipo duro que hacía comentarios ácidos de restaurantes?

Respuesta. No, era un tipo amable. Efectivamente, al leer Kitchen Confidencial (Confesiones de un chef) percibías un lado áspero que en verdad tenía, pero eso era una pose. Como decir “ese es el pirata o el cow boy que me habría gustado ser”. Cuando le encontré por primera vez me sorprendió tratar a un hombre de voz suave, un punto tímido. A diferencia de lo que aparentaba en su escritura, no era un pirata en su vida diaria, era una persona empática. Era único. He tenido muchos más jefes y nunca encontré uno tan generoso, tan amable, tan democrático. Creo que el que hecho de que conociera el éxito en una edad madura, que se convirtiera en un personaje famoso a los cuarenta y pico años, le hizo crear una narrativa de cómo le gustaba ser percibido. Pero sabía que era muy afortunado y entendía a la gente muy bien. No puedo hablar de cómo era como jefe en la cocina, probablemente actuaba como otros chefs, en plan tirano, pero nunca experimenté esa sensación con él.

P. ¿Y tenía un lado oscuro?

R. Hizo feliz a mucha gente, pero también hirió con sus malas decisiones.

P. Usted dice en el prólogo de su libro que no pretende hacer una hagiografía llena de alabanzas, y que al entrevistar a tantas personas relacionadas con Bourdain conoció más aspectos de su personalidad. ¿Qué se van a encontrar los lectores que no sepan?

R. La gente verá su complejidad como ser humano, un retrato completo de un hombre con profunda inseguridad, vulnerable, con una tristeza profunda. Por supuesto, cuando una persona se quita la vida es porque tiene dentro una tristeza inmensa, pero creo que el público lector comprobará la complicada relación con las adicciones que sufría Bourdain. Es muy conocida su adicción a la heroína cuando era joven. Quizá muchos pensaban bueno, ya lo dejó, estaba sobrio, pero el que fuera capaz de dejar esa droga no significaba que ya no luchara contra otras adicciones. Otro aspecto de su personalidad que descubrirán es su sentido tan romántico del amor; por la búsqueda de un amor verdadero era capaz de sacrificar cualquier cosa. Y verán también su obsesión por las cosas bien hechas, su perfeccionismo extremo. Era un hombre que no practicaba la moderación en nada. Y así era desde que era un niño, me lo confirmaron amigos suyos de infancia. Hay detalles interesantes sobre la relación con su hermano Christopher y con su madre y su padre. Tenía una relación complicada con su madre, ella murió en 2020, pero tuve oportunidad de hablar con ella en 2018.

Laurie Woolever
Laurie Woolever, biógrafa de Bourdain, en una imagen proporcionada por ella misma.David Scott Hollowa

P. ¿Qué piensa la familia de esta biografía?

R. El hecho de que sus exesposas, Nancy y Ottavia, y su hija Ariane, quisieran participar en el libro fue muy importante para mí, muestra su aprobación al proyecto. Mostraron mucha confianza y respeto hacia mi trabajo. Me he esforzado mucho en guardar un equilibrio, porque a veces tenía que plantear cuestiones muy difíciles y sensibles. Me he esforzado en mantener un nivel de respeto. Ha sido muy emotivo hablar con su familia. Es una cuestión muy delicada que lo que escribes no afecte a sus seres queridos. Cuando murió dejó a una hija que tenía 11 años. Para lo bueno y para lo malo, todo lo que aparece en el libro es la imagen de su padre. Fue clave para mí obtener su punto de vista, es una chica muy inteligente y ella tiene la última palabra en el libro, creo que esto era necesario.

Y estas son las palabras de Ariane Busia-Bourdain: “Quiero que la gente recuerde a mi padre como a una persona que supo presentar a los demás el mundo que existía más allá de sus hogares. Como alguien que les decía que no tuvieran miedo de explorar y aventurarse a conocer cosas nuevas. Cuando salía en televisión actuaba como si fuera tu mejor amigo, llevándote por el mundo de la mano. Siempre procuró mostrarme el mundo que me rodeaba, ayudándome a experimentar otras maneras de comer a través de sus viajes”.

“Creo que Ariane ha comprobado cuánto amor le tenía su padre y el impacto que su figura ha tenido en el mundo”, subraya Woolever.

P. ¿Y cómo cree que le ven los foodies de ahora y los jóvenes cocineros?

R. Confesiones de un chef es un libro mítico. Escrito a finales de los años noventa, es una reflexión del mundo culinario que contiene ideas que trascienden las décadas y la evolución de los chefs. Bourdain demostraba que el mal comportamiento y consumir esas drogas que inflamaban la creatividad no era el mejor camino a seguir. No recomendaba esa vida de animar el éxito con cocaína. Pero si una persona joven que se introduce en la cocina lee los libros de Anthony, puede encontrar una pasión y un entusiasmo desbordantes. Era un gran trabajador que respetaba a todos los que intervienen en el negocio de hostelería, eso sí es ejemplar. Era capaz de reconocer sus errores y encontrar que siempre hay algo que aprender. Tanto en sus escritos como en sus programas de televisión constantemente demostraba su interés por conocer algo nuevo. Aprendió mucho en sus viajes por el mundo. Dejó de ser cocinero y se convirtió en un viajero, un explorador. Demostró que cuanto más viajas, cuanto más hablas con la gente y escuchas, más aprendes.

P. Se pasaba más de 200 días al año de gira. Sus programas televisivos (No reservations, Parts unknown) fueron revolucionarios, abrieron la puerta a los documentales de turismo y aventura gastronómica, ¿no?

R. Sí. He hablado con un montón de ejecutivos de televisión, directores, productores, y cuentan que tras su desaparición muchos decían ‘yo voy a ser el nuevo Anthony Bourdain’, pero siempre se encontraban la respuesta: “Solo ha habido un original e inimitable Bourdain”. Era único en su especie. Rompió el molde. Creó un nuevo estilo de programas de viajes y gastronomía. El protagonismo lo tenía la gente que elabora y sirve la comida. Y él no se plegaba a las exigencias comerciales. Le interesaba lo auténtico, lo que se come cada día en distintos países.

P. ¿Está orgullosa de haber trabajado con Bourdain tanto tiempo?

R. Absolutamente. No era alguien perfecto, pero era muy generoso y justo. Me gustaba su interés en decir siempre la verdad a pesar de las consecuencias personales que le suponía. Hay una sección en el libro que refleja su ética, cómo no se plegaba a las exigencias comerciales o reclamos de audiencia. Quería enfocarse en enseñarle al público experiencias nuevas y atractivas. Es un enfoque de autenticidad que yo siempre he asumido en mi trabajo.

Woolever y Bourdain
Woolever y Bourdain esperan a que les preparen comida en un mercado en Hue, Vietnam, en 2014, en una imagen proporcionada por la autora.David S. Holloway

P. En los testimonios de conocidos de Bourdain recogidos en la biografía no sale bien parada su última pareja, Asia Argento. ¿Por qué no opina ella?

R. Fue una decisión editorial no incluirla. Ella ya realizó numerosas entrevistas y declaraciones sobre su relación tras la muerte de Bourdain, no aportaba nada nuevo.

P. Este libro, editado en Estados Unidos en 2021, es el complemento de la “guía irreverente de viajes” que publicó con lo recopilado en los viajes junto a Bourdain que incluía también opiniones de amigos y colegas que vivieron momentos gastronómicos con él. Tras estos dos libros póstumos, ¿queda más material para otro?

R. Estos son los únicos y últimos libros centrados en la figura de Anthony Bourdain. Ya he contado todo lo que quería contar. Estoy escribiendo mis memorias, en las que evidentemente sale él, porque ha sido parte esencial de mi carrera profesional, pero quiero reflejar mi propia perspectiva sobre el mundo de la gastronomía y cómo he vivido mi trabajo de periodista gastronómica, cómo es ser mujer en la industria culinaria. Desde que yo empecé han cambiado mucho las cosas. Antes había muchas oportunidades para escribir y de repente Internet se llevó por delante revistas, periódicos… Los libros de cocina se han convertido en algo antiguo, casi obsoleto, porque ahora puedes tener fotos y vídeos de forma instantánea. Los periodistas gastronómicos vivimos una época fascinante y a la vez muy difícil, porque nuestra escritura no nos da para vivir. Pero soy optimista, a la gente le encanta que le cuenten cosas de comida, las plataformas están evolucionando constantemente y hay que seguir planteando asuntos interesantes a la audiencia.

Sobre la firma

Rosa Rivas
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 1981. Premio Nacional de Gastronomía 2010. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Master en Periodismo Audiovisual por Boston University gracias a una Beca Fulbright. Autora del libro 'Felicidad. Carme Ruscalleda'. Ha colaborado con RTVE, Canal +, CBS Boston y FoolMagazine.

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