Enfermeras de neonatología de La Paz denuncian que la falta de personal llega a fase crítica: “No podemos dar una buena atención”

Las enfermeras de neonatología del hospital La Paz de Madrid se encuentran ante un dilema: la falta de personal las hace dudar de la calidad del servicio que están dando a sus pequeños pacientes y, al mismo tiempo, temen denunciar a situación por temor a posibles represalias de la administración. Sin embargo, el panorama es tal que Comisiones Obreras ha dado a conocer la denuncia presentada por el colectivo en un juzgado de guardia a principios de enero, en la que aseguran que la situación del servicio es “de alto riesgo e insostenible” debido a la merma de la plantilla. “No nos quejamos de que tengamos mucho trabajo, sino de que en estas condiciones no podemos dar una buena atención a nuestros pacientes”, dice una enfermera de este centro hospitalario, que ha preferido no revelar su nombre. Un portavoz de la Consejería de Sanidad asegura que en La Paz “se cubren la totalidad de las bajas de alta duración cuando estas se producen”, pero también reconoce que las bajas de este tipo de personal de alta especialización son de difícil cobertura, “lo que supone una dificultad añadida a la contratación”.

La Consejería de Sanidad destaca que, “de cara a garantizar la correcta atención a los menores, y valorando la ocupación y la actividad, se intenta cubrir si fuera posible con profesionales de otras unidades del hospital infantil”. Aun así, las enfermeras sufren y aseguran que, sobre todo, lo hacen los pacientes. La respuesta de la administración del hospital y de Consejería de Sanidad a las peticiones de más personal en la planta de neonatos, según manifiesta la enfermera consultada, han ido variando desde que, a principios de 2023, las trabajadoras comenzaran a trasladar su malestar. Sin embargo, en ningún caso la situación ha mejorado.

Esta profesional cuenta que, el pasado junio, la dirección del centro concluyó que “la ratio era buena porque se dividía la cantidad de pacientes entre la cantidad de trabajadoras”. Para ellas, sin embargo, no se trata de que todas tengan a su cargo la misma cantidad de personas, sino de que cada una pueda atender a sus pacientes de manera correcta. “Es como si nos les importara la calidad de la atención”, concluye.

Los quirófanos deberían tener a dos enfermeras de reanimación a neonatos disponibles para cualquier urgencia, pero la trabajadora asegura a este diario que muchas veces ocurre que no hay suficiente personal para atender una incidencia en planta, por lo que una de aquellas dos debe asumirla. CC OO resalta que ya han ocurrido incidentes como “con un recién nacido de cuidados intensivos que tuvo una pausa respiratoria sin que ningún profesional sanitario lo pudiera detectar, y que fue la madre la que dio la voz de alarma”, o tres noches en las que se dejó a una sola enfermera en la unidad de reanimación y “se produjeron varias reanimaciones de grandes prematuros y dos reanimaciones cardiopulmonares avanzadas con necesidad de masaje cardíaco, administración de adrenalina y canalización umbilical”.

La Consejería de Sanidad asegura que “no costa actualmente ninguna reclamación en el servicio de Atención al Paciente” referente a eventos de gravedad. “Todos los niños están monitorizados y cada profesional de enfermería cuenta con dispositivos móviles con los que vigilar esta monitorización, aunque en ese momento se esté realizando otra tarea”, argumenta el portavoz de la administración regional.

“Estos no son bebés a los que das de comer y se van a dormir”, aclara la enfermera, quien además resalta que La Paz es un hospital de referencia en toda España, al que llegan casos de gran complejidad. “Tenemos, por ejemplo, a bebés prematuros que han nacido en la semana 24 de gestación y que pesan 600 gramos”, explica. Sanidad informa que en la UCI neonatal de ese hospital actualmente hay 11 enfermeras para las 23 cunas disponibles, lo que supone una ratio de dos pacientes por trabajadora aproximadamente, “que son las cifras estándar para una unidad de estas características”.

CC OO, sin embargo, señala que la ratio recomendada no se está cumpliendo y destaca que también ocurre en casos de pacientes conectados a maquinaria de alta tecnología, que requerirían a una profesional en exclusividad. La enfermera consultada destaca que también hay algunos pacientes con ECMO, es decir, un soporte externo para aquellos que tienen patologías cardíacas o respiratorias extremas, que incluso necesitarían a dos enfermeras para su cuidado. Pero eso, aclara, es “en teoría”.

“El verano psado fue terrible y luego la Navidad fue terrible también”, recuerda. El portavoz de la consejería la contradice y señala que, de las 23 cunas de la UCI neonatal, “de media durante los meses de noviembre y diciembre han estado vacías cinco, llegando a estar sin ocupación 11 puestos en alguna ocasión”.

El miedo a las represalias por denunciar esta situación no es gratuito ya que, según la enfermera, el equipo de matronas también denunció ante el juzgado de guardia la precariedad con la que estaba trabajando la noche del 7 de enero en dicho hospital, en ese caso para atender a las madres. En aquel momento, las matronas contaron a la prensa que las ratios de pacientes por enfermera se habían superado de tal manera que “no podían garantizar la seguridad maternofetal”, tras lo cual la administración del hospital “las coaccionó” y les pidió explicaciones por su decisión de hacerlo público.

Pero no es solo falta de personal, dice la trabajadora, sino también de recursos. Las enfermeras de la planta de cuidados intermedios y básicos están cansadas de crear huecos en habitaciones que no tienen ni una toma de oxígeno disponible, un requisito fundamental para atender a esos recién nacidos. “Se basa en improvisar sobre la marcha”, comenta la enfermera. Pero esos son los casos menos comprometidos. Afirma que se han llevado a tres bebés a una habitación de la UCI donde solo hay dos pantallas de monitoreo. Aunque es fácil entender la gravedad de la situación, la trabajadora recalca: “Eso significa que uno se queda sin monitorear”.

La denuncia de las matronas sobre la situación de la noche del 7 de enero incluía el caso de algunas gestantes que habían tenido que dar a luz sin recibir epidural porque no había suficiente personal para administrarla, y otras que parieron en la habitación en lugar del paritorio debido a la congestión. “Lo único que queremos es que se contrate”, resume la enfermera de neonatología de La Paz. “Si una compañera está de baja, sea por la razón que sea, no nos podemos quejar porque sabemos las condiciones en las que trabajamos”. Lo peor, destaca, es que en la atención “se están cometiendo errores que no se saben y que, quizás, no se sabrán nunca”.