La Comunidad de Madrid rectifica y oferta un aumento del 25% para los comedores de las residencias

Las quejas de las familias, las denuncias sindicales y las críticas políticas han surtido efecto. En lugar de prorrogar, como estaba previsto, el contrato de suministro de alimentos a los 83 centros de la Consejería de Políticas Sociales que ofrecen comida, entre comedores sociales, residencias de mayores y centros de menores, ocupacionales o para discapacitados, el Gobierno de Madrid volverá a sacarlo a concurso con un aumento del presupuesto del 25%. En esta nueva licitación, según explica un portavoz, “primará la calidad frente al precio”, al contrario de lo que estableció la administración en la anterior convocatoria, en la que otorgó 70 puntos de 100 al mejor postor. El nuevo concurso, que el Gobierno regional achaca no a las protestas sino a la subida del IPC, saldrá “en breve” con el fin de que “entre en vigor en enero de 2024″. En los cinco meses de lapso entre el anterior y el nuevo contrato cubrirán el servicio las actuales empresas suministradoras.

La Comunidad de Madrid “está ultimando” la licitación, que la consejería “enmarca en el proceso de continua mejora que se está desarrollando en las residencias” públicas. El actual contrato de suministro de alimentos, que arrancó el 6 de septiembre de 2022, “se calculó con los precios de 2021, que es necesario actualizar con un nuevo contrato que permita compensar el incremento de los costes laborales y la subida del IPC para seguir manteniendo y mejorando la calidad del servicio”, sostiene la Consejería. La inflación subió de media en 2021 un 3,1%, en 2022 un 8,4% y, en los tres meses que van de este año, un 5%. Y los costes laborales se incrementaron una media del 4,2% en 2022.

Así, el precio de salida del nuevo contrato, que no será el precio final ya que los aspirantes lo pueden recortar, ascenderá a 26 millones de euros al año, frente a los 20,8 que puso encima de la mesa la Comunidad en 2021, que se quedaron en 16.918.330,58 de gasto tras las rebajas de las empresas. Además de aumentar la cuantía, en su adjudicación “primarán los criterios relacionados con la calidad de los suministros, especialmente en los productos frescos, frente al precio ofertado por los licitadores”. En el nuevo contrato, el que presente la oferta más baja logrará “menos del 50% de la valoración frente al actual 70%”.

La contrata de las 58 cocinas que abastecen a los 83 centros está dividida en nueve lotes. Cinco de ellos se los adjudicó la empresa sevillana Plataforma Femar, que rebajó lo presupuestado en todos los casos, en el que más en el lote 4, que afecta a cinco residencias de ancianos, donde el recorte fue de 878.613 euros, un 22%. En total, Femar sirve 50.000 menús diarios a 37 centros con capacidad para 5.235 personas: nueve residencias de mayores, 22 de menores y seis centros sociales. En una de estos centros de mayores, la Francisco de Vitoria de Alcalá de Henares, los familiares denunciaron en febrero que sus padres pasaban “hambre”, con pérdidas de hasta 14 kilos. La Fiscalía de Alcalá ha abierto dirigencias para investigar las condiciones de residentes y trabajadores tras admitir a trámite una demanda presentada por Podemos y familiares.

El 29 de marzo, la Comunidad destituyó al director del centro, donde según las familias se ha llegado a servir “comida podrida”, y nombró en su lugar a la hasta ahora directora de la Gran Residencia, María José Mena, que ya trabajó en la Francisco de Vitoria como enfermera y como jefa del área asistencial.

A ellos se han sumado esta semana el sindicato CSIT Unión Profesional, que cuenta que la residencia de Arganda del Rey recibió por ejemplo el Viernes Santo 600 kilos de patatas podridas y que, cuando se quejaron, les mandaron una segunda partida igual. En las 22 residencias infantiles, CC OO clamó ya en enero contra la ”mala calidad, estado pésimo y escasez” de los alimentos. Alessa Catering Services tiene dos lotes y uno Fructícolas Ateca, SL. El lote restante es de la consultora Quimicralm, que vigila la calidad del suministro.

Al concurso podrán presentarse las actuales contratas. Es más, en los pliegos de prescripciones técnicas se tendrá en cuenta “la experiencia de gestión acumulada en estos meses para adaptarlos de manera más eficiente a las necesidades de los distintos centros”. De momento, Femar, que asegura haber tenido pérdidas de 400.000 euros en los primeros cuatro meses por el IPC y por el “elevado nivel de demanda y exigencia del cliente”, prefiere no pronunciarse sobre si optarán de nuevo al nuevo concurso, pero Eliseo Vidal, gerente de Ateca, avanza que ellos sí lo harán y opina que “se presentarán todos los demás, fijo, y algunos más”.

“A nosotros nos preguntaron si queríamos renovar y les dijimos que sí, pero exigimos un 25% de subida y hasta ahora la Comunidad daba un 20%”, añade Vidal. A Femar, según su gerente, Ignacio Muñiz, nadie los consultó y les llegó la comunicación para prorrogar con siete meses de antelación, lo que les ataba a continuar.

“No es mucho, pero menos da una piedra”

La consejería no ha querido cifrar cuánto supondría a efectos prácticos una eventual subida de un 25% en el presupuesto, porque alega que una cosa es lo que propone la Comunidad y otra, en cuánto salgan finalmente adjudicados los lotes. Por ejemplo, como recordó Julia Martínez, la hija de una mujer ingresada en la residencia Francisco de Vitoria, a la propia presidenta, Isabel Díaz Ayuso, allí sirven cinco comidas al día por 4,60 euros (5,06 con IVA, 152 al mes), por lo que un 25% más sería pasar a 6,32 euros diarios con IVA. Y eso sin contar con una eventual rebaja de las adjudicatarias. La media de los ocho lotes de comida es de 5,54 euros al día, con lo que subiría a 6,92 euros.

“No es mucho, la verdad, pero menos da una piedra”, celebra al enterarse de la noticia Julia Martínez. “Es un pasito, pero no me conformo, voy a seguir luchando y dando guerra porque los menús estaban en cerca de 11 euros en 2018”, promete esta hija coraje, que no dudó en abordar a Ayuso para denunciar la situación de las residencias. Para los familiares, el jarro de agua fría es que la situación de carestía y de mala calidad en los comedores apenas mejore, porque acaben ganando la licitación las mismas contratas y con las mismas rebajas finales. “Y tendrán valor de darles más puntos a los que están ahora, con lo mal que lo están haciendo”, opina Martínez.

Además, el aumento del 25% también iría a la partida de auditoría, ya que “se ampliarán los controles para la comprobación de la correcta ejecución del suministro por parte de la empresa que resulte adjudicataria, que realizará al menos una visita semanal a los almacenes de cada proveedor y dos controles analíticos mensuales”. Además, “se endurecerán las penalidades por cumplimiento parcial o defectuoso del contrato, así como las causas de resolución” de este, con el objeto de poder revocarlo ante eventuales deficiencias. Femar fue penalizada entre septiembre y octubre con seis multas por un total de 43.000 euros por “incidencias en la cantidad y calidad de algunos productos”, según el Gobierno regional.

Se espera que el nuevo acuerdo entre en vigor en enero de 2024. Hasta entonces, “se realizará una prórroga técnica del actual”, como ya avanzó el portavoz regional, Enrique Ossorio, tras el Consejo de Gobierno del jueves. Pero, según promete Políticas Sociales, “se mantendrán y reforzarán todos los controles que se llevan a cabo para garantizar que los actuales proveedores cumplen con los estándares de calidad exigidos por la Comunidad de Madrid”.

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