La estación de Atocha se llamará Almudena Grandes

El Gobierno central se suma a los homenajes que está recibiendo Almudena Grandes, que a finales de febrero fue nombrada hija predilecta de Madrid a título póstumo. En breve, se añadirá el nombre de la escritora, fallecida el 27 de noviembre a los 61 años víctima de un cáncer, a la estación de ferrocarril Puerta de Atocha, que pasará a llamarse Puerta de Atocha-Almudena Grandes. Así, no se eliminará la nomenclatura anterior, sino que se le incorporará, como ya se hizo en 2014 con el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y, en septiembre de 2020, con Chamartín-Clara Campoamor. La capital también dedicará a la escritora un homenaje público a lo largo de este año, dará su nombre a una calle y se colocará una placa para recordar a la escritora en su domicilio de la calle de Larra.

Así lo ha anunciado este jueves la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, en un desayuno informativo organizado por Europa Press, en el que ha explicado que ya se ha iniciado el proceso para renombrar la estación, la de mayor tráfico de pasajeros del país, y ha expresado su confianza en que el cambio se pueda completar este mismo año.

Su viudo, el poeta Luis García Montero, ha celebrado el anuncio en Twitter con un conmovedor mensaje dirigido a la propia escritora: “Querida Almudena, oigo a la ministra de Transportes decir que la estación de Atocha se llamará Puerta de Atocha Almudena Grandes. Es una emoción que los trenes, como nuestros recuerdos, sepan cuál es su punto de partida y de llegada”. Poco antes había participado en la sede del Cervantes en un acto dedicado a la memoria de Fernando Fernán-Gómez, donde ha asegurado que le ha hecho “mucha ilusión” el anuncio, informa Efe.

“El corazón de Madrid llevará el nombre de una de sus ciudadanas más ilustres: Estación Puerta de Atocha Almudena Grandes. Un reconocimiento a una escritora que hizo de la capital una protagonista más de sus obras, que nos descubrió con sus relatos el Madrid más íntimo y sincero”, ha aplaudido también el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su cuenta de Twitter.

Pero, según ha recordado la ministra Sánchez, este cambio no es el único. La intención del Gobierno es modificar la nomenclatura de algunas de las principales estaciones ferroviarias de España a lo largo de este año para pasar a ponerles nombres de mujeres a las que la historia “ha invisibilizado”. De hecho, ya hay algunas estaciones dedicadas al recuerdo de mujeres: la de Chamartín a Clara Campoamor, la de Málaga, a María Zambrano, y la de Burgos, a Rosa de Lima. Se trata, ha dicho, de “un gesto muy importante y cargado de simbolismo”, con el que se quiere “visibilizar el compromiso del Gobierno con la igualdad y las políticas de género”.

Preguntadas fuentes del ministerio por la lista completa de estaciones a las que se prevé cambiar el nombre, plazos previstos y el coste de la medida, una portavoz ha indicado que, de momento, no tienen nada que añadir a lo dicho ya por la ministra y se ha remitido a una nota de prensa que no detalla estas cuestiones.

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Almeida y Almudena Grandes en 5 actos

En el Ayuntamiento de Madrid, donde tras meses de rifirrafe político a cuenta de la declaración de hija predilecta en los que el alcalde Almeida llegó a decir que no se lo merecía pero se lo concedió finalmente gracias un acuerdo para sacar adelante los presupuestos municipales, la decisión ha sido acogida con frialdad. La portavoz municipal, Inmaculada Sanz, ha dicho al ser preguntada por el asunto en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno: “La verdad es que no hay mucho que decir. La competencia es del Gobierno de España y, por tanto, está entre sus competencias renombrar, si así lo desea, esa estación. Por nuestra parte, respetar ese cambio de nombre”.

También ha sido preguntada al respecto la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, que se encuentra de viaje en Marsella. “Lo que sabemos es que el Gobierno quiere dar nombre de mujer a otras estaciones y ponerles el nombre de una mujer y yo lo que creo es que la Virgen de Atocha ya era mujer”, ha replicado, entre muecas.

Una estación de 1851 que ya fue del Mediodía, del Sur y Embarcadero

Atocha es un complejo ferroviario de hierro y cristal en la plaza del Emperador Carlos V, en el que confluyen la estación de Atocha-Cercanías, la estación Puerta de Atocha, la zona del invernadero y la antigua estación. Surgió como un simple embarcadero y lo inauguró el 9 de febrero de 1851 la empresa ferroviaria MZA (Compañía del Ferrocarril de Madrid a Zaragoza y Alicante). Fue la primera estación de tren de la capital y debe su existencia al empeño de la Casa Real en conectar la ciudad de Madrid con el Real Sitio de Aranjuez. De hecho, en su inauguración estuvo presente la reina Isabel II, que realizó ese primer viaje Madrid-Aranjuez en un tren por dos coches de primera y dos de segunda, arrastrados por una máquina bautizada como Madrileña.

Tras un incendio, en 1888 comenzaron las obras de la nueva estación, una nave de 154 metros de largo y 27 de altura, bajo la dirección del arquitecto Alberto de Palacio, discípulo de Gustave Eiffel, y del ingeniero Henry Saint James. Las obras duraron cuatro años y se inauguró el 8 de diciembre de 1892 con el nombre de Estación del Mediodía, aunque también se la conocía como Estación del Sur o Embarcadero de Atocha. Entre 1985 y 1992, fue ampliada y reformada por Rafael Moneo para acoger el AVE, cuya primera ruta unió Madrid con Sevilla. Desde ese año, Atocha se compone de dos estaciones. Convertida en un auténtico símbolo de la capital, ha compartido su historia en los buenos y malos momentos, el peor de los recientes el 11 de marzo de 2004, cuando la cadena de atentados islamistas mató a 191 personas.

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