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Siete meses de lista de espera para el tratamiento preventivo del VIH

El número de peticionarios de la PrEP se dispara y la clínica Sandoval, el único centro que lo distribuye en la región, no da abasto para atender toda la demanda

F. Javier Barroso
PrEP Madrid
Dos usuarios salen del centro Sandoval el pasado jueves.Olmo Calvo

Raúl —nombre ficticio—, de 38 años y residente en la zona norte de la capital, acudió una mañana a finales de junio al centro Sandoval y se encontró con otros hombres que esperaban a la puerta. Cuando le tocó el turno, pidió cita al igual que el resto para ser usuario de la PrEP (profilaxis preexposición), una pastilla que se toma para prevenir el contagio del VIH si se mantienen relaciones sin condón. El auxiliar que le atendió le dijo que hasta finales de enero de 2022 no había hueco en la lista de espera. Raúl no salía de su asombro cuando comprobó que tendría que esperar siete meses para conseguirla.

Este hombre salió decepcionado del centro y acudió a las páginas web extranjeras que venden la PrEP. “Te hacen perder una mañana y te encuentras con que tienes que esperar tanto tiempo. Y eso si al final te lo dan”, afirma este madrileño. Raúl tuvo que pagar 70 euros por 28 pastillas, cuando el tratamiento en Sandoval es gratuito. Además de confiar en que el tratamiento que ha comprado por Internet sea igual de eficaz que el dispensado por Sanidad madrileña.

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El centro Sandoval se encuentra en el número 7 de esta calle, situada muy cerca de la glorieta de Bilbao. Se abrió en 1928 para tratar de forma monográfica la sífilis. Con el paso del tiempo, sus 42 profesionales atienden todo tipo de infecciones de transmisión sexual (ITS), además de ser pioneros en la gestación de parejas en las que uno de los integrantes es seropositivo. En diciembre de 2018, la Consejería de Sanidad, con Enrique Ruiz-Escudero al frente, diseñó un “plan de choque” para erradicar el sida en la región. Uno de sus pilares era precisamente la profilaxis preexposición.

La PrEP está formada por dos fármacos (Emtricitabina y Tenofovir disoproxilo) que se utilizan junto con otros medicamentos para tratar el VIH. A través de estudios, se ha demostrado que su uso regular y previo a mantener relaciones sexuales sin protección evita el contagio del virus que produce el sida. Existen dos formas de tomarlo: una pastilla al día ingerida a la misma hora o la denominada a demanda. Esta última consiste en tomar dos pastillas entre dos y 24 horas antes del coito sin protección y luego una pastilla durante los dos o tres días siguientes. La toma diaria tiene una efectividad superior al 99%, según numerosos estudios.

El director del centro Sandoval, el doctor Jorge del Romero, reconoce que existe lista de espera pero se debe a que durante la pandemia no se han podido coger a usuarios nuevos y a que el personal y las instalaciones tienen unas capacidades limitadas. “Durante el estado de alarma solo se siguió con los casos que ya estábamos tratando y se priorizaron y atendieron los casos urgentes con infecciones de transmisión sexual”, afirma el facultativo.

En la actualidad, ya hay más de 1.700 usuarios de la PrEP y el número crecerá de manera exponencial en los próximos meses. El centro, dependiente del hospital Clínico San Carlos, tiene previsto aumentar los recursos en farmacia —la que da al final el medicamento—, habilitar algunas horas por la tarde —ahora cierra a las tres— e incorporar más profesionales, sin que se conozca el número exacto.

Medicamento utilizado para evitar el contagio del VIH facilitado en el centro Sandoval de Madrid.
Medicamento utilizado para evitar el contagio del VIH facilitado en el centro Sandoval de Madrid.Olmo Calvo

Sin embargo, las dimensiones del centro se quedan a veces pequeñas para tantos usuarios que tienen que esperar en los pasillos para hacerse los análisis de sangre o pasar consulta con los sanitarios. Y más ahora que se han limitado los aforos en los centros sanitarios. “Las previsiones que nos dio el Ministerio de Sanidad de posibles usuarios del PrEP han resultado muy inferiores a la realidad”, añade Del Romero. Su centro ya lleva cuatro años con este tratamiento y uso habitual ha demostrado el frenazo en el contagio del VIH. La dispensación gratuita de la PrEP comenzó en noviembre de 2019.

Para ser usuario de la PrEP, es necesario cumplir en teoría unos criterios fijados por el Ministerio de Sanidad. En el caso de hombres que tienen sexo con hombres y transexuales negativas, deben tener al menos dos de los siguientes criterios: más de 10 parejas sexuales diferentes en un año, practicar sexo anal sin protección en el último año, participar en las llamadas sexchems —fiestas sexuales u orgías en las que se consumen drogas como cocaína y mefedrona—, haber tenido que tomar la profilaxis post-exposición al VIH en el último año y haber sido contagiado de una ITS bacteriana en los últimos 12 meses.

Criterios amplios

En el caso de las mujeres prostitutas, no utilizar de manera habitual el preservativo. Eso sobre el papel, porque en realidad en el centro se facilita a casi todos los que lo solicitan, según el director del centro: “En definitiva de lo que se trata es de que no se transmita el VIH, no de aplicar criterios restrictivos”, resume.

Hasta hace unos meses se podía pedir cita por teléfono, pero esto cambió porque se incumplía la ley de protección de datos y se corría el riesgo de posible suplantación de personalidad. Eso le ocurrió a José —nombre ficticio—, de 38 años y residente en un distrito del sur de la capital, que, tras estar llamando varios días al teléfono del centro, le dijeron que tenía que pasar por allí a partir de las 11 de la mañana. “En mi caso, he tenido suerte porque esta semana estoy de turno de tarde, pero habrá mucha gente que tenga que pedir permiso en el trabajo y que le frene que la empresa sepa que viene a esto”, critica este comercial, que tiene cita para finales de diciembre. Durante esta semana ya se han dado fechas para marzo del año próximo.

Un problema añadido para los usuarios es que, al ser el único centro de la región, las personas que viven lejos tienen que hacer desplazamientos largos. A veces desde los extremos de la Comunidad como Somosierra, Aranjuez, Villarejo de Salvanés o San Lorenzo del Escorial. Aparte de la cita, es necesario someterse a análisis de sangre, de orina y un tracto rectal para comprobar que no se es seropositivo o se padece otra ITS previa al tratamiento. Eso lleva una mañana. A la semana siguiente, hay que acudir al médico que, tras conocer los resultados, da la PrEP. En total, tres días y varios meses de demora.

La PrEP solo evita el contagio del VIH, pero no el resto de ITS. Esto está motivando, según el doctor Del Romero, que hayan detectado un aumento de otras enfermedades vinculadas a que no se usa el preservativo en el coito. La sífilis, la gonorrea y las clamidias se han incrementado hasta un 93% en algunos casos. “La gente le ha perdido miedo al VIH pero la PrEP no protege para el resto de infecciones”, según el director del centro Sandoval

Controles trimestrales para estudiar a los pacientes

Los futuros usuarios de la PrEP que piensen que con los análisis iniciales ya no tendrán que enfrentarse más a las agujas están muy equivocados. Las pastillas se dan en tres cajas que duran tres meses y, antes de recibir las siguientes, es preciso someterse a análisis. De forma trimestral, se estudia si el paciente sigue siendo seronegativo y no tiene hepatitis. Cada seis meses, se hacen análisis más profundos, lo que incluye orina y sangre (glucosa, proteínas, ácido úrico, colesterol, bilirrubina,…), además del control de la gonorrea, sífilis y clamidia.

La PrEP puede causar problemas gástricos, como naúseas, sobre todo durante los primeros días, y alguna incidencia renal que desaparece cuando se suspende el tratamiento. De ahí, la necesidad de los controles periódicos. Además, si se suministra este medicamento a personas que se han contagiado del VIH, no se les está tratando realmente: se necesitan otros fármacos complementarios. “Todos estos controles hacen que se necesiten unas 10 o 12 citas por paciente cada año, lo que supone una gran carga asistencial”, afirma el director del centro Sandoval, el doctor Jorge del Romero.

El tratamiento le cuesta a la Administración regional unos 25 euros por paciente y mes, una cantidad muy inferior a los que se suministran a los seropositivos, que pueden alcanzar los 300 euros. Entre 2010 y 2019 se han diagnóstico de media unos 1.000 casos de VIH al año en la región.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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