Madrid afronta su primer día laborable cerrado con algo menos de tráfico, algo más en metro y sin apenas controles

Tras un fin de semana con más dudas que incidentes, casi cinco millones de madrileños de 10 municipios, incluida la capital, han encarado este lunes el primer día laborable con las nuevas restricciones de movilidad, horarios y aforos. Los desplazamientos por trabajo son una de las excepciones, entre las que también se encuentran motivos médicos, por estudios o cuidado de dependientes. El tráfico en la hora punta ha sido ligeramente inferior al habitual desde que acabó el confinamiento, es decir, poco, mientras que en el transporte público la demanda ha sido algo, pero muy poco, más alta que la de semanas anteriores. De momento, apenas si se han visto controles y siguen siendo informativos, ya que se sigue a la espera del aval del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), que se puede producir el martes o miércoles. También está pendiente el recurso presentado por el Gobierno regional, mientras que la Audiencia Nacional ha rechazado a primera hora de la tarde suspender de forma inmediata las medidas, como exigía un abogado particular.

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Madrid se ha despertado por debajo del medio gas y con poca o nula presencia policial. Un portavoz de las pantallas de la Dirección General de Tráfico (DGT) ha señalado que la hora punta ha sido “normal”, es decir, “lo normal desde que se terminó el estado de alarma: circulación lenta y retenciones en las entradas, pero no los 15 kilómetros que había antes de la pandemia sino un par de kilómetros”. La única vía de acceso en la que no se han producido pequeños atascos ha sido la M-607. En cuanto al cómputo global, de seis a diez de la mañana ha habido 258.310 movimientos, un 2,23 % menos que el lunes pasado, cuando hubo 264.209, según la DGT.

En las pantallas de la capital, una portavoz constata que no ha habido apenas diferencias en el volumen de tráfico con respecto a la semana pasada, cuando ya había restricciones en 45 áreas de salud de la capital, Fuenlabrada, Humanes, Moraleja de Enmedio, Parla, Getafe, San Sebastián de los Reyes y Alcobendas. “Sí se nota más alivio en este tiempo en el nudo norte y el nudo de Manoteras, que dan acceso a toda la zona de oficinas donde se puede teletrabajar. Sin embargo, los vehículos siguen llegando del sur. Hoy los accesos estaban como la semana pasada, pero había más tráfico en la M-30, y más vacío el interior”, explica la portavoz municipal, que añade que un accidente ha complicado la entrada por Ventas.

En el transporte público, se ha producido un muy ligero ascenso, según certifica una portavoz del consorcio regional. De seis a diez de la mañana, Metro ha registrado un 2% más de viajes que hace una semana, 260.013. En todo caso, la demanda sigue siendo un 54% inferior a la registrada hace un año por estas fechas, Esta mañana se han producido 1.851 microcortes del servicio con bajada de los tornos, ocho veces más de lo que era habitual hasta hace dos semanas, pero la razón del aumento es que se ha establecido un control más estricto de aforos.

En Atocha, a primera hora de la mañana hay un trasiego calmado de viajeros y cuatro policías pasean con mascarilla de un lado a otro en las labores habituales de vigilancia. A nadie le dan el alto. A la salida de las 10 vías del Cercanías no hay ningún control para pedir el justificante de movimiento que expiden las empresas a sus trabajadores. Las empleadas de Adif aseguran que el flujo de viajeros no ha variado mucho este lunes, sigue tan bajo como desde que comenzaron las restricciones hace tres semanas. Juan Carlos está esperando en la puerta de entrada con una pequeña maleta y cuenta que le llegó un mensaje de Renfe recordándole que los cambios y anulaciones del billete eran gratis, por lo que pensó que habían cancelado los trenes. “Mi viaje es de trabajo así que tengo que irme”.

La mayoría de las personas en Puerta de Atocha esgrime como causa de su viaje el trabajo. Es el caso de Miguel Sacristán, profesor, que va a Barcelona y señala la gran confusión que existe entre los ciudadanos: “Te esperas cualquier normativa fuera de nuestro conocimiento. De momento no ponen multas pero el problema es la incertidumbre, que te inmoviliza. Ya no sabes a qué atenerte”. También es músico y bromea con que a su equipo le dice que tiene confirmados los próximos tres conciertos que les van a suspender. En cambio, Maria José Expósito no viaja por una razón laboral. Ha venido de Salamanca a Atocha para irse a Valencia: “Mi hija está enferma y me necesita. Es por esta circunstancia, si no, ni me muevo”.

Mar Iglesias ha llegado a la capital desde Leganés en Cercanías y ahora se coge el metro para ir a Puente de Vallecas. Tiene su permiso de movilidad desde que se decretaron las restricciones en varias zonas de la capital y por ahora no ha tenido que enseñarlo. Erika Díaz Delgado, auxiliar de veterinaria, proviene de Torrejón de Ardoz y coge el suburbano para ir al zoo de la Casa de Campo con los alumnos del curso que está estudiando. Le han expedido el permiso, pero de momento no se ha encontrado con ningún control. Lo mismo le ha sucedido a Esther Sánchez, que vive en Fuenlabrada y trabaja en la zona de Bilbao en una firma de complementos. “Ayer [por el domingo] me mandaron de la empresa un salvoconducto porque pensaban que iba a haber mucha más vigilancia”, explica, sorprendida. Ni hoy ni durante el fin de semana ha tenido que mostrar ningún documento.

En cuanto a los controles, el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, ha cifrado esta mañana en alrededor de mil los efectivos de Policía Nacional, Policía Local y Guardia Civil desplegados para vigilar la movilidad en la región. “Este número es variable, depende del momento y de cada circunstancia”, ha señalado Franco a TVE. A las cinco de la tarde se reúnen Gobierno regional, Delegación y ayuntamientos para definir el dispositivo en la Consejería de Interior y Justicia.

Las entradas y salidas en 10 municipios ―la capital, Móstoles, Alcalá de Henares, Fuenlabrada, Leganés, Getafe, Alcorcón, Torrejón de Ardoz, Parla y Alcobendas― están restringidas durante al menos 14 días desde el pasado viernes a las diez de la noche. Además, desde este lunes hay tres zonas básicas de salud con medidas muy similares a las de Sanidad para tratar de contener el coronavirus, las que Ejecutivo madrileño ya había empezado a aplicar primero en 37 zonas sanitarias con una tasa de incidencia superior a 1.000 casos por cada 100.000 habitantes y después había ampliado a 45. La única diferencia es que en estas tres zonas los parques deberán permanecer cerrados. Son Reyes Católicos (San Sebastián de los Reyes) y Humanes, donde las medidas ya estaban vigentes y se prorrogan otros 14 días, y Villa del Prado y Aldea del Fresno, que conforman una misma zona de salud, se estrenan este lunes.

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