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Madrid, el primer hito del “camino” de María Pagés

La bailaora repasa su trayectoria con el espectáculo 'Siete golpes y un camino', que se estrena por primera vez en la ciudad dentro de Veranos de la Villa

La bailaora María Pagés ensaya 'Siete golpes y un camino'.
La bailaora María Pagés ensaya 'Siete golpes y un camino'.Víctor Sainz

Como cada mañana que toca ensayo, María Pagés (Sevilla, 57 años) llega al centro coreográfico que lleva su nombre –ubicado en Fuenlabrada–. Mientras calienta frente al espejo, desde el otro lado del tapiz de danza y colgada de un burro de ropa, la observa Blimunda. Cuando la artista sevillana está lista, se enfunda sus zapatos de bailaora y camina hacia ella; la recoge con cuidado y se desliza en su interior. 14 kilos de bata de cola se funden con el cuerpo de Pagés. Suena la música de Siete golpes y un camino. Ahora ya sí, la bailaora se arranca con los primeros taconeos de este espectáculo con el repasa su trayectoria profesional y que presentará ante el público madrileño en Veranos de la Villa (14,15 y 16 de agosto en el Centro Cultural Conde Duque; entradas a 18 euros).

La Premio Nacional de Danza 2002 le pone nombre a todas sus batas de cola. Blimunda es un homenaje al escritor José Saramago y al personaje que creó para su novela Memorias del Convento (1982). Precisamente Pagés siempre tuvo una gran conexión emocional y creativa con el escritor lusitano; llegaron incluso a trabajar juntos en Ergo uma rosa, en 2008. Ahora, con la voz de Saramago recitando el mismo poema comienza el primero de los siete golpes (partes) de este espectáculo que la bailaora interpreta con su cuerpo. “Cómo para no emocionarse”, dice Pagés sobre el arranque. “Todos los golpes están tejidos entre ellos, de modo que los siento todos igual; pero sí, el primero es muy especial”, cuenta.

Siete golpes y un camino se estrenó en 2014 en la Bienal de Flamenco de Sevilla cuando la compañía María Pagés estaba a punto de cumplir 25 años. “Ya entonces repasaba su trayectoria hasta la fecha, pero en esta versión que presentamos en Veranos de la Villa se introducen nuevos giros creativos de los últimos cinco años”, explica El Arbi El Harti, director de dramaturgia en la compañía y pareja sentimental de Pagés.

“Lo que está sucediendo con los tablaos tiene que ver con un modelo más enfocado en el turismo, que deja la parte artística en un segundo plano y da malas condiciones laborales de sus artistas
María Pagés
Un momento del espectáculo que María Pagés presenta en Veranos de la Villa.
Un momento del espectáculo que María Pagés presenta en Veranos de la Villa.David Ruano

Presentarlo por primera vez en Madrid y volver a actuar en directo ante un público después del parón causado por la crisis sanitaria, hacen que la bailaora recuerde con nostalgia sus inicios en la capital, donde llegó con apenas 15 años desde Sevilla y donde comenzó su carrera profesional con la compañía Antonio Gadés. En 2007, recibiría el Premio Cultura de la Comunidad de Madrid. “La ciudad que acoge a todo el mundo, donde están las compañías de danza más importantes del país y que, gracias a la formación recibida, pude volar fuera”, dice Pagés que durante estas tres décadas ha recorrido medio mundo con sus 17 espectáculos, convirtiéndose en una de las embajadoras del flamenco más importantes de España.

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Como Pagés, otros tantos artistas de esta disciplina han salido de Madrid, considerada la capital del flamenco con multitud de espectáculos que se programan anualmente. Sin embargo, la pandemia obligó al cierre de sus 21 tablaos que, cuatro meses después de decretarse el estado de alarma, no han podido reabrir. Seis de ellos han tenido que echar el cierre definitivamente. La bailaora lamenta esta situación, aunque cree que “el problema de los tablaos requiere de una revisión más profunda”. “Nosotros siempre reivindicaremos la defensa de los espacios y de la figura del flamenco. Ahora bien, lo que está sucediendo con los tablaos tiene que ver con un modelo más enfocado en la hostelería y en el turismo, que deja la parte artística en un segundo plano, ejemplo de ello son las malas condiciones laborales de los artistas que trabajan en ellos”, dice Pagés. “Su existencia se ha visto condicionada por la situación actual, pero no es comparable con lo que se está viviendo en otros espacios escénicos como los teatros, en los que sí se prioriza al artista y en los que se está haciendo un gran esfuerzo por abrir”, añade

Además de Saramago, Siete golpes y un camino –representado por siete bailarines y siete músicos– bebe de la influencia de Antonio Machado, quien hace continuas referencias al “camino” en su poesía. “El camino o devenir machadiano es la esencia de esta dramaturgia por su reflexión sobre la contemporaneidad”, explica El Harti. “Las tradiciones que no evolucionan, se rompen, por eso, la coreografía flamenca, aunque muchos no quieran verlo, es un paradigma de la contemporaneidad, su constante evolución enlaza pasado y futuro”, añade.

El poeta sevillano y su camino también marcan la línea ética de la creación de María Pagés (Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2015), comprometida con la cultura y convencida de que esta debe ser útil. Con este objetivo, decidió abrir junto El Harti el Centro Coreográfico María Pagés de Fuenlabrada. Un espacio cedido por el ayuntamiento del municipio madrileño que abrió sus puertas en marzo de 2019 y que tiene como propósito convertirse en un laboratorio de danza e impulsar esta disciplina no solo en la ciudad fuenlabreña, sino en toda la Comunidad de Madrid.

La bailaora llegó a la capital con apenas 15 años desde Sevilla y comenzó su carrera profesional con la compañía Antonio Gadés

Con más de 400 metros cuadrados que albergan tres salas de ensayos y espacios polivalentes, el centro coreográfico pretende también convertirse en un archivo documental de María Pagés y otras figuras patrimoniales del flamenco. “En España, tenemos el problema de que solo se homenajea a los artistas una vez muertos, pero esto no puede ser. Necesitamos espacios donde se reivindique su obra, se estudie, se interactúe con ellos…”, dice El Harti y añade que otra de las propuestas para este espacio es crear una residencia artística.

Esta no es la única iniciativa formativa que la compañía María Pagés –también registrada como fundación– tiene planeada para los próximos meses. En enero de 2021, pondrán en marcha el Título de Experto Universitario de Arte de Espectáculos y Flamenco Contemporáneo, en colaboración con la Universidad Carlos III de Madrid.

Mientras llega esta fecha, la bailaora María Pagés continuará con sus espectáculos, dentro y fuera de la Comunidad de Madrid. El próximo en la región será en octubre en los Teatros del Canal, con el estreno de Paraíso de los negros, inspirado en Poeta en Nueva York, de Federico García Lorca.

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